SELECCIÓN ESPAÑOLA

El análisis de los 26 de la Selección en el Mundial de Catar

España pagó la falta de veteranía, la confianza del 7-0 ante Costa Rica y la falta de autocrítica por Luis Enrique.

Foto oficial de los 26 jugadores de España que participaron en el Mundial. /RFEF
Foto oficial de los 26 jugadores de España que participaron en el Mundial. RFEF
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

España se marchó del Mundial de Catar con un suspenso, pese a que algunos parciales los aprobase hasta con buena nota. Fue la selección más tocona (3.819 pases), con más acierto en el pase (89%), más posesión (75%) y la cuarta con más goles (nueve), pero en realidad el cum laude ante Costa Rica fue su perdición. A la postre sólo sirvió para maquillar unas estadísticas y resultados que fueron de más a menos.

España se enredó en el mantra de que "vamos por el lado bueno del cuadro" (como ya sucediera en la eliminación de Rusia) en lugar de cultivar la autocrítica. "Estoy más que satisfecho con lo que ha hecho mi equipo, que ha ejecutado a la perfección mi idea de fútbol. Se puede ganar sin atacar. Estoy muy orgulloso de mis jugadores", insistía Luis Enrique tras la eliminación ante Marruecos. ¿Cómo ha sido el papel de cada uno de ellos realmente? Analizamos el rendimiento de los 26 jugadores y del seleccionador en la cita mundialista, donde ya sólo quedan en competición Croacia, Brasil, Holanda, Argentina, Marruecos, Portugal, Francia e Inglaterra.

Resumen del Marruecos-España del Mundial de Catar.

Unai Simón (390 minutos)

Casi al contrario que la Selección. Unai Simón fue de menos a más. En el primer partido fue un espectador más: pudo haberse sentado en una silla y leerse un libro. Frente a Alemania tuvo buenas intervenciones, sobre todo una parada a Kimmich, que evitó que los alemanes se adelantasen, pero también las mejores ocasiones de la Mannschaft se produjeron como consecuencia de tres errores en el pase del guardameta del Athletic. Frente a Japón falló en el primer gol y en el segundo, por seguir la doctrina Luis Enrique de sacar el balón jugado, envió un mal pase a Balde, que originó la jugada del 2-1. Y contra Marruecos sacó un pie fundamental, a lo Casillas con Robben en Sudáfrica, ante Cheddira. En la tanda de penaltis, paró un lanzamiento de cuatro, al especialista de los marroquíes, Benoun, que salió unos minutos antes al campo para la tanda de penaltis.

Rodri (390')

Posiblemente el jugador más regular de la Selección. Luis Enrique sorprendió al consolidarle como titular indiscutible en el centro de la zaga, aunque avisara en la prueba anterior al Mundial, en el amistoso ante Jordania, y ya lo hubiera utilizado en esa demarcación ante Portugal. Puede que represente el paradigma de la Selección: rey del pase de todas las selecciones en Catar (660), pero sin influencia diferencial al no jugar en su posición natural. Fue un remiendo que se inventó Luis Enrique sobre la marcha, que valió para aunar algo que carecía la defensa española: la capacidad de sacar el balón jugado desde atrás y seguridad a la hora de defender, sobre todo, en las jugadas aéreas (16 duelos aéreos ganados de 21).

Rodri gana un duelo ante Amallah en el partido ante Marruecos.  AFP
Rodri gana un duelo ante Amallah en el partido ante Marruecos. AFP

Olmo (368')

El delantero del Leipzig fue el verdadero indiscutible en el ataque de Luis Enrique, acostumbrado siempre a mover varias piezas de su tridente entre partido y partido. A excepción del encuentro ante Marruecos, donde fue sustituido en el 98', Olmo jugó los tres partidos completos en la fase de grupos. Cierra el Mundial con un gol, anotado ante Costa Rica, pero con la sensación de que podía haber sido aún más decisivo si el seleccionador le hubiera dado algunos minutos de descanso en la fase de grupos. En algunos momentos fue simple mala suerte, como el trallazo al larguero ante Alemania, y en otras, como ante Marruecos, una chispa de velocidad para hacer más daño. Al final, sólo regateó tres veces con éxito de 18 intentos. Aun así, fue uno de los españoles más destacados en el Mundial porque siempre dio la sensación de que con el balón en sus botas podía pasar algo: fue el que más ocasiones de gol generó (12) y el que más sprints realizó (229).

Busquets (364')

El faro de la Selección, de 34 años, no acabó como el jugador diferencial de otras épocas. Se convirtió, junto a Casillas y Ramos, en el español con más partidos en un Mundial (17). Completó todos los encuentros, a excepción de los últimos 26 minutos ante el plácido debut ante Costa Rica. Vio una tarjeta en el segundo partido, ante Alemania, y afrontó los dos partidos siguientes con el riesgo de sanción. Lento en la toma de decisiones e hipotecado al plan de Luis Enrique, que detectaron especialmente Moriyasu y Regragui al tapar todas las líneas de pase para el cerebro de la Selección.

Pedri (357')

Con 14 años menos que Busquets, Pedri descansó 33 minutos ante Costa Rica cuando el choque estaba completamente decidido. Puede que su mejor partido fuera contra Alemania, en el pique estelar ante Musiala por ver quién reinará el fútbol mundial los próximos diez años. El problema para ambos es que el fútbol es un deporte de equipo. Frente a Japón y Marruecos, al canario del Barça le faltó profundidad en el último tercio, aun así fue el que más veces conectó con el balón en esa zona (71). Los rivales, replegados atrás y entregando la posesión de balón a España, se encontraron cómodos defendiendo al jugador más diferencial de la Selección. Una lástima porque podía haber sido más decisivo, incluso si el seleccionador hubiera optado por sacarle desde el banquillo. Se desfondó, al ser el jugador que más kilómetros corrió en todo el Mundial (46,62km), el que más balones recibió (475) y el que más líneas rompió (118).

Pedri se quejaba de una entrada en el Marruecos-España de Catar.  REUTERS
Pedri se quejaba de una entrada en el Marruecos-España de Catar. REUTERS

Laporte (300')

El francés se mostró como el central (puro) de mayor garantías en la Selección. España le echó de menos ante Japón, donde fue suplente. Laporte demostró la jerarquía que exhibe en el City, aunque frente a Alemania un error suyo nos costó el 1-1. Mejoró mucho ante Marruecos, donde protagonizó una acción magistral, ante Cheddira, en el minuto 74, para evitar que se adelantasen los Leones del Atlas. Exhibió al mismo tiempo seguridad por alto, con un 62% de duelos aéreos ganados (el tercer mejor registro de España tras Busquets y Rodri).

Gavi (287')

Es el séptimo jugador de la Selección con más minutos en Catar (el 72,9% de los minutos). Marcó un gol ante Costa Rica, en el único partido que completó los 90 minutos. Fue sustituido frente a Alemania (66'), Japón (68') y Marruecos (63'). España lo acusó y echó en falta el carácter de un chaval de 18 años que va camino de marcar una época. Entrega, carácter, actitud, movilidad, ideas y empuje. Gavi fue el español con más tackles (8). Puede que fuera el mejor en Catar, sobre todo, porque le echamos en falta cuando no estuvo sobre el terreno de juego. Con el rol que le asignó Luis Enrique (en el trivote) también echamos en falta que recibiera más balones en el último tercio: tocó sólo seis en todo el torneo y su único disparo acabó en gol.

Gavi, en una acción en la que lo dio todo ante Boufal.  AFP
Gavi, en una acción en la que lo dio todo ante Boufal. AFP

Jordi Alba (266')

La sombra de Gayà aparecía sobre Jordi Alba antes de empezar el Mundial. En un principio, hasta el propio seleccionador tenía miedo de que el lateral del Barça, de 33 años, pudiera cumplir con la exigencia del puesto ("Es la única demarcación donde no puedo esperar a un futbolista", decía el técnico). Pero con sus dos asistencias en el estreno ante Costa Rica se acabó el debate. El azulgrana acabó como el máximo asistente (2) y el que más centros puso (12) en todo el torneo. Demostró que aún tiene cuerda como futbolista, pese a que en el Barça no goza del protagonismo que le otorga Luis Enrique.

Asensio (231')

De más a menos, fiel reflejo de la Selección. Asensio destacó como falso nueve ante Costa Rica con un gol, lo que le valió para mantener la titularidad por delante de Morata frente a Alemania. Pero contra la Mannschaft no se mostró tan certero: una ocasión suya podía haber cerrado el partido ante los germanos. Al final, acabó el campeonato con el futbolista que más disparó del combinado español (10 disparos), pero sólo cinco de ellos fueron a puerta. Contra Japón fue suplente y contra Marruecos volvió a estar por delante de Morata, pero Luis Enrique le sustituyó en el 63'. No terminó de dar el golpe en la mesa, que le hubiera dado la renovación con el Real Madrid, y le faltó acierto en el pase: sólo un 74%, únicamente mejor que Ferran (69%) y Morata (68%).

Ferran (219')

Titular ante Costa Rica, Alemania y Marruecos. Ferran acabó siendo una de las decepciones de este Mundial, que empezó con buen pie gracias a su doblete frente a Costa Rica. Las estadísticas no le acompañaron en los cuatro encuentros que disputó. Sólo completó con éxito dos de los 16 regates que intentó en Catar; y con los centros tampoco estuvo acertado: tres de nueve con éxito. Fue un fijo indiscutible para Luis Enrique por delante de Sarabia, Yeremy Pino, Ansu y Nico Williams. Una de las apuestas más discutidas del seleccionador.

Morata (183')

Álvaro Morata era el único delantero puro en los 26 de Luis Enrique. Tal y como le sucedió con Simeone este verano, el madrileño aceptó su rol de suplente sin rechistar. Acabó como el máximo goleador del equipo, con un tanto frente a Costa Rica (suplente), Alemania (suplente) y Japón (titular). Su ratio de disparo con éxito y diana fue de 0,38. Aun así, fue el 11º futbolista para Luis Enrique en cuanto a minutos se refiere (47% de los minutos posibles). Un lujo que al final pagamos caro. Rindió al nivel de los delanteros top del campeonato, a dos de Mbappé, e igualado con Messi, Gakpo, Giroud, Gonçalo Ramos, Rashford, Richarlison y Saka.

Morata celebró el 1-0 ante Japón.  AFP
Morata celebró el 1-0 ante Japón. AFP

Nico Williams (145')

Se convirtió de facto en el jugador número 12 gracias al nivel que ofreció en los entrenamientos. Le faltó consolidar las buenas sensaciones cuando fue titular ante Japón. Completó seis de 22 centros con éxito y cinco regates de 15, pero siempre sus minutos vinieron aparejados de la sensación de que generaba peligro. Aunque acabó el Mundial sin haber intentado ningún disparo a puerta y con uno de los peores porcentajes de acierto en pase de los 26 (79%), el balance para Nico Williams es positivo con tan sólo 20 años (debutó en septiembre con la absoluta).

Azpilicueta (231')

Uno de los veteranos del vestuario. Suplente ante Alemania y contra Marruecos. El golpe que recibió ante Japón, donde fue titular pero fue sustituido al descanso, le perjudicó de cara al partido de octavos de final, donde Luis Enrique optó por la sorpresa de Marcos Llorente. Con Azpilicueta, el balance de España en este Mundial fue de 8-0. Se convirtió en el español con mejor porcentaje de pase de todo el torneo, con un 94,5%.

Carvajal (134')

Su primera experiencia en un Mundial no fue como había soñado. Dani Carvajal fue titular ante Alemania y disputó la segunda parte ante Japón. Con él sobre el campo, el balance para España fue de 1-3. No puso un centro en los 134 minutos de campeonato y sólo hizo un tackle. No aportó a Luis Enrique lo que necesitaba, porque prefirió alinear a Marcos Llorente en el decisivo y último partido ante Marruecos.

Balde (124')

El joven lateral azulgrana se unió a la convocatoria de la Selección en tiempo añadido, en sustitución de Gayá. Balde debutó con la absoluta en el estreno ante Costa Rica y acabó participando en el 32% de los minutos en el Mundial. Dejó esa impronta de profundidad y peligro (dos centros), pero también de errores de juventud que pagamos ante Japón. No obstante, el culé nunca se escondió y frente a Marruecos salió como revulsivo.

Luis Enrique consuela a Balde, con Soler, Yeremi, Carvajal, Eric, Nico, Ansu y Pedri.  AFP
Luis Enrique consuela a Balde, con Soler, Yeremi, Carvajal, Eric, Nico, Ansu y Pedri. AFP

Marcos Llorente (120')

Hasta el cuarto y último partido, Marcos Llorente se encontraba inédito en el Mundial. No sabemos si un teletipo de la agencia EFE dos días antes del encuentro de octavos ("Luis Enrique no ve fino a Marcos Llorente") cargó de 'razones' al seleccionador para dar la sorpresa. Pero la rareza de Luis Enrique tenía su explicación, ya que dudaba de Carvajal y no quería la opción defensiva de Azpilicueta, por lo que el centrocampista del Atlético, reconvertido a lateral (una posición que no le apasiona tampoco en el Atlético), podía aportar poderío físico y profundidad en la banda frente a un rival que regaló la pelota a España. Cumplió sin florituras.

Soler (90')

Para lo poco que jugó, Carlos Soler firmó unos números ofensivos notables: un gol, cuatro disparos, tres centros al área y un 94% de acierto en el pase (el tercer mejor registro de los 26). Pero lo que las estadísticas no refrendan fue la sensación de que en la prórroga no terminó de ser un futbolista diferencial para la Selección.

Pau Torres (90')

Pau Torres dio descanso a Laporte en el partido ante Japón, pero su rendimiento dejó más dudas que certezas a Luis Enrique. Los centrales fueron uno de los puntos débiles de esta Selección. El central del Villarreal dejó fallos tanto en la circulación como en las transiciones. No dio la seguridad que buscaba el seleccionador.

Koke (50')

Koke sólo participó en los dos primeros partidos, como hombre de refresco. Luis Enrique no se bajó del trivote Gavi-Busquets-Pedri en el centro del campo. El capitán del Atlético firmó un 90% de acierto en el pase, no cometió faltas y tampoco disparó a puerta. No desentonó, pero tampoco destacó.

Ansu (44')

Uno de los misterios de este Mundial. Ansu Fati apenas jugó dos ratos en Catar: 23 minutos ante Japón y otros 23 frente a Marruecos. En el amistoso previo a la cita de Catar, frente a Jordania, dio la sensación de que el culé estaba en perfectas condiciones. Pero Luis Enrique centró sus oportunidades en ataque en tan sólo cuatro hombres: Olmo, Morata, Ferran y Asensio. En los 44 minutos que disputó intentó dos regates (sin éxito), puso un centro y no remató a puerta.

Sarabia (2')

Uno de los casos más incomprensibles y el único por el que Luis Enrique ha hecho autocrítica: "Tengo un resquemor con Pablo. Le debía haber dado más minutos. Fui injusto con él". Sorprendió que antes de que se estrellase con la madera dos veces (primero en el 123' y luego en el penalti), Pablo Sarabia fuera titular en 12 de los últimos 15 partidos de la Selección. Sólo le sacó para lanzar un penalti. El todo o nada de Luis Enrique lo pagó el jugador del PSG, que acarreará con el estigma de haber fallado el penalti de un Mundial en el que no participó realmente.

Sarabia, en el momento que le tocó tirar el primer penalti de España.  AFP
Sarabia, en el momento que le tocó tirar el primer penalti de España. AFP

Los que no jugaron: Eric García, Yeremi, Guillamón, Robert y Raya

Cinco futbolistas de los 26 se quedaron sin jugar: Eric García, Yeremi, Guillamón y los dos porteros, Robert Sánchez y Raya. Llamó la atención que Rodri adelantase por la derecha a dos centrales naturales de la convocatoria, Eric y Guillamón. Especialmente, el caso del zaguero culé, porque era uno de los futbolistas por los que el seleccionador siempre había dado la cara a lo largo de sus 49 partidos al frente de La Roja. Tampoco se entiende muy bien la convocatoria de Yeremi, uno de los siete atacantes de los 26, para dejarlo en el banquillo. Más entendible fue que los guardametas Robert Sánchez y Raya no debutaran en el torneo.

Luis Enrique

El balance de eliminaciones de España en los últimos 12 Mundiales es el siguiente: cuatro en fase de grupos, cuatro en octavos y tres en cuartos. Es decir, que Luis Enrique no ha superado el rendimiento de Camacho (2002), Javier Clemente (1994) ni Miguel Muñoz (1986), que llegaron a una barrera que parecía infranqueable para nuestro país, hasta que Luis Aragonés la derribara en la Eurocopa de 2008 y Del Bosque luego nos proclamara Campeones del Mundo en 2010. Tirando del mayor topicazo del fútbol, el de que los resultados mandan, Luis Enrique no alcanza el aprobado en Catar. En su haber se encuentra la capacidad de hacer competitivo a la tercera selección más joven del Mundial, pero en su debe también aparece que una selección inferior, Marruecos (22ª en el ránking FIFA, cuando España se sitúa en 7ª posición), le ha eliminado de una cita en la que generó más espectáculo en Twitch que sobre el campo.