LOS PERFILES DE LA SELECCIÓN

Dani Olmo, el primer regalo, la decisión de Zagreb y el entrenador que cambió su carrera

María Olmo, tía del internacional, es una leyenda en el CN Terrassa de baloncesto: "Dani pudo venir a mi homenaje porque estaba lesionado".

Los 26: Dani Olmo/
Los 26: Dani Olmo
Sergio Santos
Michèle Novovitch

Sergio Santos y Michèle Novovitch

No hay mal que por bien no venga, suele decirse. Eso pensó la familia Olmo el pasado 17 de septiembre, cuando el CN Terrassa homenajeó a María, tía de Dani, con la retirada de su camiseta con el dorsal 10 en el club de baloncesto en el que jugó durante 21 temporadas (16 en el primer equipo). Entre los asistentes estaba Dani Olmo, quien nunca pensó que pudiera acudir en esa fecha porque ese mismo día su equipo, el RB Leipzig, jugaba contra el Borussia Moenchengladbach.

"Fue muy especial. Dani vive fuera y hay eventos a los que no puede venir. Justo hablé de esto con él, que pudo asistir porque estaba lesionado y eso no es una buena noticia. Pero sí que se alegró mucho de poder estar en un día tan especial", cuenta María a Relevo. Una lesión inoportuna que, dentro de lo malo, le permitió estar al lado de su tía.

Dani Olmo (Terrassa, 1998) nació en una familia donde su padre era entrenador profesional, su tía jugadora de baloncesto y su hermano Carlos, dos años mayor, ya pegaba sus primeras patadas. Difícil no interesarse por el deporte en ese entorno… "El primer regalo de Dani en el hospital fue un balón. Es lo que tiene cuando en el entorno, sobre todo su padre, sus tíos… juegan al fútbol. No sabía ni andar y ya iba con el balón, jugando con su hermano Carlos. Hago memoria y no recuerdo una sola vez que me lo haya llevado al parque y que no llevase una pelota", recuerda María. "Convivir con el deporte te hace amarlo desde el principio, es un estilo de vida, no sólo un hobbie. Cuando te apasiona te aporta muchísimas cosas", añade.

Cuando aprendió a caminar, la pelota le sirvió para comenzar a depurar la técnica… y las travesuras. "Haciendo las fotos de la comunión de Carlos, su hermano, se fueron a un pueblo próximo a Figueras, Lledó, cerca de donde entrenaba su padre. Mientras hacían las fotos le pegó una patada a una pelota y se fue a un campo de trigo. ¡Tardamos casi dos horas en encontrarla! Toda la familia buscando la pelotita. Y más tarde va y la misma pelota la tira al río… Imagina el enfado… Pero es que a Dani lo único que le importaba era recuperar la pelota", recuerda María.

Dani Olmo, de pequeño con un balón.
Dani Olmo, de pequeño con un balón.

La vida, el carácter y la forma de jugar de Dani Olmo no se pueden entender sin repasar lo ocurrido durante el verano de 2014. En una hornada, la de los nacidos en 1998, que se marcó en rojo en el Barcelona como una de las más prometedoras de La Masia, la apuesta del club blaugrana por Dani no fue decidida a pesar de su gran rendimiento. Tomó una decisión valiente: marcharse al Dinamo Zagreb. Recibió críticas por aquel movimiento, aunque el tiempo demostró que fue la decisión correcta, porque es el único de aquel grupo (Cucurella, Aleñà, Carles Pérez...) que está asentado en la Absoluta de España.

"Es muy bonito y un honor recibir consejos de Dani"

Aquella experiencia en Croacia le obligó a madurar antes que los chicos de su edad: "Es un chaval que todo lo ha conseguido a base de trabajo, esfuerzo, constancia, disciplina y dedicación. El camino que ha seguido le ha hecho crecer. Tiene muchísimos valores: humildad, bondad, gratitud, generosidad…", explica María. Además de todo esto, su atrevimiento para salir al extranjero le ha permitido manejarse en muchos idiomas: habla perfectamente castellano, catalán, inglés y croata y se maneja cada vez mejor en alemán.

En el plano privado, Dani es muy familiar y reservado. Le gusta pasar desapercibido: "Todo esto hace que los momentos que pasa con la familia y los amigos los disfrute más, se entrega mucho. Dani se entrega en todo, en el deporte y con los suyos. Eso es un gran valor".

Miguel (padre de Dani), María (su tía) y Dani Olmo.
Miguel (padre de Dani), María (su tía) y Dani Olmo.

María reconoce que "más que darle consejos lo que he hecho es compartir con él mi forma de ver el deporte", aunque ahora, cuando ha sido convocada para jugar en categoría 3x3 con la selección catalana, es la tía quien pide recomendaciones al sobrino. "Confesaré que cuando me convocaron era mi primer torneo a nivel internacional y en este caso fui yo quien le pidió consejo a él, que tiene más experiencia en ese nivel. Fue muy bonito y un honor recibir consejos de él", explica.

Luis de la Fuente, pieza clave

En la vida deportiva de Olmo existe un entrenador fundamental en su carrera: Luis de la Fuente. En 2019, cuando Dani despuntaba en una liga fuera del foco como es la croata, le convocó para la Eurocopa Sub-21 a pesar de que sus compañeros eran dos años mayores que él. Aquel campeonato disputado en 2019, en el que acabó como MVP de la final, le puso en el foco de los grandes de Europa. Poco después llamó la atención de Robert Moreno para la Absoluta en noviembre de ese mismo año (debutó con gol ante Malta) y fichó por el Leipzig en enero de 2020 por 30 millones de euros más variables.

Dani, que ya lleva 24 partidos con la Selección (cuatro dianas), nunca olvidó aquella fe de Luis de la Fuente en él y le devolvió la confianza en 2021: se presentó en la última Eurocopa con un papel firmado por el Leipzig en el que le daban permiso para disputar los Juegos Olímpicos. Hay que recordar que los clubes extranjeros no estaban obligados a ceder a sus futbolistas y que otros como Borja Mayoral, Ferran (entonces en el City) o Fabián se perdieron ese torneo. Ahora, tras lesionarse en septiembre, ha vuelto a demostrar su compromiso con La Roja al poner el Mundial como principal objetivo en su recuperación. Pocos internacionales llegan con tanta motivación al torneo como Dani Olmo…

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Este reportaje es un contenido editorial de Relevo, al que HONOR, una marca de tecnología que comparte los mismos valores, ha querido vincularse.

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