LOS PERFILES DE LA SELECCIÓN

Asensio, según su mejor amigo: "Seguimos yendo al mismo restaurante que cuando nos daban 10 euros"

Brandon descubre la otra cara del balear: "Hay gente que cambia por la fama y el dinero, pero él sigue siendo el chaval humilde de Son Ferrer".

Marco Asensio./Relevo
Marco Asensio. Relevo
Sergio Santos
Marta Caparrós

Sergio Santos y Marta Caparrós

Todo el mundo sabe quién es Asensio (Calvià, Mallorca, 1996), aunque casi nadie conoce a Marco. La vida le ha dado acceso a probar las mieles del éxito y también la cara más amarga, la de perder a quien más quieres y dejar de hacer lo que más te gusta, jugar al fútbol, por culpa de las lesiones. Esos golpes del destino le han ayudado a ser alguien leal con los suyos, a refugiarse en su gente más cercana. Marco Asensio es una persona discreta, tranquila, que cuando sale del terreno de juego pagaría una fortuna por dejar de ser Asensio y volver a ser simplemente Marco. Nada le gustaría más que poder ir al centro de Madrid con sus amigos de siempre y caminar por sus calles abarrotadas pasando totalmente desapercibido.

Asensio, según su amigo Brandon.MARTA CAPARRÓS

Su zurda, sus goles, su talento… Eso se cuenta con cualquier vídeo de sus mejores momentos. La otra faceta, la que no se ve en los highlights, la conoce mejor que nadie Brandon Oliver, su amigo inseparable. "Lo que la gente no conoce es al Marco del día a día, el de la calle. Desde que nos conocemos, que fue con tres años, no ha cambiado nunca. Nos conocimos en parvulitos, hemos estado juntos en el colegio, en el instituto… Hasta que se mudó a Barcelona estuvimos juntos y ahora volvemos a estarlo en Madrid. Nunca ha cambiado. Hay gente que cambia por la fama, el éxito y el dinero, pero Marco para nada. Sigue siendo el chaval humilde de Son Ferrer, el graciosete, el que siempre está ahí para ayudarte. Es el amigo que todo el mundo quiere tener".

Ese Marco de siempre creció en Calviá, una localidad situada en la parte occidental de la isla de Mallorca. "Cuando éramos pequeños todos los días quedábamos en un punto intermedio porque, claro, no teníamos móviles. Era quedar a una hora en la rotonda de Piratas. Él iba con la bici de su padre, yo con la del mío… Lloviera, hiciera calor… Daba igual. Todos los días a las diez de la mañana estábamos allí y jugábamos a lo que se llama 'culet'… Y claro, siempre era yo portero y me tocaba poner el culo, porque entre Marco y otro amigo que también era bueno… ¡Me tiraba Marco y yo ni las olía!", recuerda Brandon.

Asensio y Brandon
Asensio y Brandon

"Suena a tópico, pero es que Marco sigue siendo Marco. Tengo una historia muy buena de cuando éramos cadetes. Nos enfrentamos por primera y única vez y siempre quedará la anécdota de que en una jugaba su chut dio al palo y dice él que metió gol, pero me lo metí yo en propia. La empujé dentro. Siempre está con que la metió y eso no es así, nunca me ha metido", recuerda Brandon. "Ahora cuando vamos, el Mallorca nos deja las instalaciones y yo me pongo de portero y él de jugador. ¡Me mete goles pero también se las paro!", añade.

Pasan los años, su palmarés añade títulos, aunque su faceta personal no cambia. Todo lo vivido ha forjado el carácter de Asensio, siendo una persona que da mucha importancia a valores como la lealtad, el honor o la honestidad. "Se te puede subir un poco a la cabeza, pero es que él siempre ha seguido igual. Podría contar mil anécdotas. Seguimos yendo al mismo restaurante al que íbamos con 15 años, cuando nuestros padres nos daban diez euros para comer fuera. Es un restaurante de toda la vida, siempre pedimos lo mismo y seguimos yendo", cuenta Brandon.

La lealtad y el honor, pilares fundamentales: "Es el amigo que todo el mundo quiere tener"

Llegó el Mallorca, Primera, el Madrid, la Selección, la fama… Todo cambió, menos sus amigos de siempre. El núcleo permanece, es irrompible y lo que le sostiene en los buenos y malos momentos. "Marco, venga lo que venga, nunca cambia. Ni cuando metió gol en todos sus debuts, ni cuando se lesionó de gravedad… Es que es el de siempre, le veo y no es de otra manera. No es ni arrogante, ni mal hablado… Es un sinvergüenza con sus amigos, como lo somos todos". En la carrera de Asensio hay más momentos de gloria que agridulces, aunque tiene una espina clavada: aquel partido contra Rusia en el Mundial de 2018. El fútbol, que siempre ofrece revancha, le da ahora la oportunidad de triunfar en una Copa del Mundo. Si vuelve con la copa, que en su restaurante de siempre preparen algo especial. O, mejor aún, que le preparen lo de siempre. Eso le hará más feliz…

Una carrera plagada de éxitos

Tres Champions, tres Ligas, tres Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, otras tres de España, una medalla de plata en los Juegos de Tokio y una Eurocopa Sub-19. Un total de 250 partidos y 52 goles con la camiseta del Real Madrid en partidos oficiales, a los que hay que añadir 30 internacionalidades (un tanto) con la Selección española. Un palmarés y unas estadísticas que desearía tener casi cualquier futbolista al finalizar su trayectoria deportiva. Marco Asensio lo ha logrado con sólo 26 años. Una carrera que explotó muy pronto: con 20 años levantó su primer título con el Madrid, la Supercopa de Europa, marcando al Sevilla un golazo en la final. Esa forma de derribar la puerta de un club así le situó pronto como la gran promesa del fútbol español, unas esperanzas que él mismo alimentó con dianas en cada competición en la que se estrenaba y acudiendo a su primer Mundial (2018) con 22 años. Conocedor de la mejor y peor cara del fútbol, esta cita de Catar le llega al balear en un punto de madurez perfecto en una carrera deportiva a la que aún le quedan muchos capítulos por delante.

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Este reportaje es un contenido editorial de Relevo, al que HONOR, una marca de tecnología que comparte los mismos valores, ha querido vincularse.

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