Esta España está a punto
La Selección, con gol de Morata, acarició el triunfo en el hasta ahora mejor partido del Mundial.

Nunca se estuvo cerca de la derrota, se acarició la victoria y se acabó empatando. Por tanto no se puede considerar malo lo que vivió España ante el otro coco de grupo, en el que seguramente haya sido el mejor partido de lo que va de campeonato. Alemania supo reaccionar cuando se vio fuera y España no acertó a guardar un resultado que hubiera disparado la euforia. Porque hubo momentos de los que levantan a uno del asiento, elevando la certeza de que Luis Enrique ha armado un señor equipo. Todavía tierno, porque no es un producto final, pero de noches como esta se crece.
Había jugado Luis Enrique con las quinielas de la alineación anunciando cambios. "No soy de repetir". Se especulaba en la delegación con si podía entrar Morata o si Rodri repetía en el centro de la zaga. Porque se daba por hecho que Carvajal entraba por Azpilicueta. No hubo más que esto último, agarrado el seleccionador al espléndido inicio de Costa Rica. Al control de la medular azulgrana y la movilidad del frente de ataque sin '9'.
Y la apuesta se presentó como ganadora desde el inicio. Los de rojo se adueñaron de la pelota, sin complejos, con Alemania corriendo detrás del balón, incapaz de parar a la Selección. Lástima del larguero, porque Dani Olmo a punto estuvo de redondear un jugadón con un latigazo que Neuer acertó a desviar como pudo. Como carta de presentación, asustaba. Pero claro, enfrente no estaban los ticos.
De Pedri y Gavi
Alemania tardó muy poco en responder, aunque la jugaba estuviera invalidada posteriormente. Tuvo que salir Unai Simón a los pies de Gnabry. Flick dio categoría de crack a Pedri obligando a Kimmich primero y Goreztka después encima del canario. No había antídoto para la seda canaria, aunque le faltara abrochar alguna jugada con disparo o pase de gol. En cualquier caso, y salvo dos acciones puntuales, todo mejoraba cuando la pelota iba al 26. Gavi, ese amigo de toda pandilla que cuando hay jarana se pone el primero a defender a sus compañeros, ganaba cada balón dividido. Tiene un punto de inconsciente el sevillano. Le da igual metro ochenta que metro noventa. Cuando va, va. Su sociedad con Pedri puede marcar una época en el fútbol español, que no haya prisa.
España mandaba pero Alemania no se dejaba hechizar. Goreztka peleaba, a Kimmich y Gundogan les costaba pero no a Musiala, otro que marcará época. Fino y profundo, fue el faro en ataque de la Mannschaft, mucho más enfocado que Müller. Provocó una amarilla a Busquets previa al descanso. Se sucedía el intercambio de golpes. Los de ellos siempre con el VAR por detrás. Unai se equivocó en un pase a Gnabry que tenía pinta de venir de fuera de juego previo. Después Rudiger escapó de la marca de Busquets para marcar, pero también estaba adelantado. De esos goles anulados que valen casi como uno propio. Era el 39'. Duró unos segundos esa sensación tan conocida, que viajaba desde los tiempos más pretéritos, de 'cuando mejor estábamos jugando, nos marcan'.

En el haber de La Roja, un remate lejano de Jordi Alba con la derecha y la profundidad de Olmo, que entendió lo que necesitaba su equipo cuando se empachaba de balón. Atacar el espacio. Así llegaron dos acercamientos, uno de ellos invalidado por fuera de juego. Asensio no encontraba su rol en el partido. Ferran daba y quitaba casi a partes iguales. Por eso recién iniciada la segunda mitad, en el 53', Morata le sustituyó.
Unai seguía temblando con el balón en los pies. Como en la primera mitad, provocó otra ocasión alemana en salida. Entregó mal pero lo salvó con una estirada a remate cercano de Kimmich. Crecían los germanos, porque España perdía identidad. Los de Lucho se reconocen a través de la pelota y sin ella les cuesta. Y a la que enlazaron un puñado de pases, llegó el Moratazo. Apertura rápida, Olmo para Alba y jugada de manual. Morata ataca el primer palo, allí le busca Jordi y emboca el delantero con un toque sutil y letal. Otra vez le salía el plan a Luis Enrique.

Morata, ese delantero ciclotímico, al que mejor le iría si hablara más en el campo que fuera y cuya carrera daría para un ciclo de conferencias, lleva vistiendo el rojo desde que era un crío en La Fábrica. Los ha marcado en todas las categorías y ha sido campeón unas cuantas veces. Es el ejemplo de jugador que se quiere en la Federación. Por eso su gol recordó al de Torres en Viena. Ese '9' puro que a veces también es el más listo de la clase. En su primer Mundial lleva dos goles partiendo desde el banquillo. Así empezó en el Europeo de Israel sub 21… y acabó Pichichi y campeón.
Unai se agigantó ante Musiala con otra parada marca de la casa a remate a bocajarro. Pero ante Füllkrug se venció, porque su empeine fue un martillo bárbaro. Balde, en su primera acción, fue muy blando y propició la jugada del empate. El 1-1 cayó como el aire acondicionado de Doha, nos pilló desprevenidos y nos dejó con muy mal cuerpo, porque el pase a octavos estaba a una pulgada y se dejaba a Alemania contra las cuerdas. Morata tuvo el segundo, pero hay delanteros que cuanto menos tiempo tengan para pensar, mejor. Álvaro es uno de ellos. Los fogonazos finales, con susto para España, no variaron el resultado. Con un empate estamos en octavos. Y ganando, pasamos a primeros. Esta Selección está a punto.