ANÁLISIS

Las notas de la temporada 2022-23 en el Atlético de Madrid: aprobados, suspensos y balance

Aprobado colectivo del equipo rojiblanco: alcanzó el objetivo, pero tampoco hizo méritos para sacar más nota.

Foto oficial de la plantilla del Atlético de Madrid 2022-23. /ATLÉTICO DE MADRID
Foto oficial de la plantilla del Atlético de Madrid 2022-23. ATLÉTICO DE MADRID
José Luis Guerrero

José Luis Guerrero

El Atlético de Madrid acabó la temporada 2022-23 con 49 partidos disputados: 28 triunfos, 10 empates, 11 derrotas, 85 goles a favor y 46 en contra (17 choques con la portería a cero). Finalizó en tercera posición en LaLiga (mejor equipo de la segunda vuelta, con 43 puntos), eliminado de Europa en la fase de grupos de la Champions League y en cuartos de final de la Copa del Rey, ante el Madrid. En palabras de Simeone, desde la sala de Prensa de La Cerámica: "La temporada al principio fue de regular a mala; después, de buena a muy buena. Ahora toca afinar bien el lápiz y el papel para elegir gente comprometida con el equipo, club y nuestro juego".

Simeone, al terminar la temporada: "Toca afinar bien el lápiz"

Desde Relevo hacemos un análisis del rendimiento de la plantilla colchonera, así como el balance de una temporada en la que el equipo rojiblanco alcanzó el aprobado general. Se cumplió el objetivo (meterse en Champions), pero tampoco hicieron méritos para sacar mayor nota. "La temporada no puede ser de notable cuando te eliminan en la fase de grupos de la Champions", señalaba hace unas semanas Mario Hermoso.

Oblak (77% de los minutos): 6

Sólo consiguió mantener la portería a cero en cuatro de los 19 partidos que disputó como titular antes del Mundial. En sintonía al nivel del equipo, mejoró su rendimiento individual cuando la defensa también le acompañó. No se encuentra al nivel del quinto Zamora que conquistó en 2021, pero entre febrero y marzo elevó sus prestaciones con actuaciones decisivas, sobre todo, en Pamplona, Vigo, Athletic, Real Madrid (en el 1-1 del Bernabéu) o Girona. Tras la cita de Catar, dejó su portería a cero la mitad de las ocasiones (10 partidos de 20). Pero con la derrota en el Camp Nou (1-0), el Atlético se despidió del esloveno por un problema en sus cervicales (al que todavía no ha encontrado solución).

Grbic (23% de los minutos): 4,5

El croata apareció en tres momentos de la temporada. Primero, en Anoeta por una lesión muscular en el aductor de Oblak y que le dio la oportunidad de jugar de titular ante el Celta (de más a menos) y el Bayer (naufragio general del equipo en Leverkusen). Luego, en San Mamés, donde permitió que el Atlético se llevara los tres puntos. Y por último, en los últimos ocho partidos de LaLiga por lesión de Oblak; Grbicsólo consiguió dejar la portería a cero en un partido. Cuando ha disfrutado de una pequeña continuidad bajo palos, tampoco ha inspirado la confianza suficiente ni por alto ni con el balón en los pies. La sombra del esloveno es demasiado alargada y da la sensación de que le ha ocurrido, de alguna manera, lo que vivió en la 21-22 en el Lille, donde empezó de titular, pero poco a poco se fue apagando y acabó en el banquillo.

Gomis (0,1% de los minutos): sin calificar

El destino le premió con una aparición testimonial en los últimos cinco minutos de la temporada, cuando Grbic se retiró lesionado de La Cerámica. Abrió el curso futbolístico, en Burgo de Osma, pero jugando unos minutos como delantero ante el Numancia, en pretemporada. Esta vez, acabó en su posición natural y se convirtió en el décimo portero en debutar en la era Simeone.

Molina (84% de los minutos): 7

Quién te ha visto y quién te ve Nahuel. Ha sacado un máster en tapar bocas de todo tipo: de plumillas como el que escribe hasta de aficionados que temían antes del Mundial en que fuera a convertirse en el Seitaridis, Njegus o Pilipauskas de esta década. Empezó el curso horrible: sin ofrecer ningún tipo de seguridad defensiva, nervioso cuando le tocaba jugar en el Metropolitano y bastante impreciso cuando se sumaba al ataque. Pero volvió como campeón del Mundo y su destino viró completamente. Más seguro en ataque, incansable como un correcaminos y pilar del equipo en el flanco diestro: cuatro goles (Real, Cádiz, Valladolid y Rayo) y cuatro asistencias (Mallorca, Real Madrid, Valladolid y Levante).

Doherty (1% de los minutos): sin calificar

Acoplamos el mítico "¿Dónde está Wally?" por un "¿Quién ha visto a Doherty?". Cinco minutos ante el Cádiz y 13' ante el Sevilla. Imposible ponerle nota por lo visto sobre el terreno de juego. Poca o ninguna confianza inspiró a Simeone este fichaje invernal, aun cuando Nahuel Molina se perdió algún partido por sanción: frente al Sevilla, por ejemplo, prefirió volcar en la derecha a Marcos Llorente en lugar de al irlandés.

Savic (55% de los minutos): 3

Se perdió partidos clave por lesión muscular en el primer tercio de la temporada, sobre todo ante el Oporto y Leverkusen. Cuando volvió, tampoco ofreció su mejor nivel. Entre sanciones (tres rojas) y lesiones (muscular y una fractura de dedo), el montenegrino ha estado lejos del aprobado por más que elevara un poco el nivel tras el Mundial. Su partido ante el Barça, en el Camp Nou, fue el ejemplo de lo su irregular temporada. El arbitraje de Soto Grado en el Bernabéu, en Copa, perjudicó al equipo rojiblanco, pero un central con 31 años y conociendo el "sistema arbitral" debería haber manejado mejor esa situación, porque a fin de cuentas liquidó en dos minutos, con sus dos amarillas, las posibilidades del Atlético de haber peleado por un título.

Giménez (70% de los minutos): 6

El uruguayo es el reflejo individual de la nota grupal de la temporada. Un súper clase atrás que podía haber aportado más. Suspendió la evaluación antes del Mundial, que a la postre condicionó el curso futbolístico del Atlético, pero aprobó con cierta nota la evaluación pos-Mundial. Volvió a perderse varios partidos por diferentes lesiones. De haber aportado mayor regularidad, el Atlético podría haberse configurado como un aspirante en LaLiga. Ofreció su nivel de antaño cuando los Hermoso, Reinildo y compañía ofrecieron su mejor versión.

Witsel (70% de los minutos): 5

El belga tiene un expediente curioso. Posiblemente sacaría un bien alto como central, con ciertas lagunas a lo largo de la temporada, pero con la sensación de que Simeone encontró un recurso aprovechable para la zaga: no era Beckenbauer como algunos pensábamos en verano, pero tampoco una pieza de desguace como algunos deslizan ahora, por más que acabase el último partido de la temporada expulsado; pero como centrocampista, que es su posición natural, no alcanzaría el aprobado. En cualquier caso, y a destacar, Witsel no ha tenido una primera temporada fácil de adaptación (valorable que generara ilusión al principio) y gracias a su veteranía, al menos, demostró que, en algunos momentos, sumó más que restó.

Reinildo (62% de los minutos): 7

Se rompió el ligamento cruzado en el Santiago Bernabéu, justo cuando el equipo se encontraba remontando el vuelo. Reinildo fue de los pocos que no desentonó en ese primer tramo de la temporada para olvidar. Un dato para demostrar su importancia: acabó liderando, igualmente, la estadística de tackles e intercepciones de toda la plantilla (115), pese a perderse los últimos 15 partidos de la temporada. Puro coraje y corazón. "Necesitamos ese aporte suyo en ataque a todo lo extraordinario defensivamente que está haciendo", decía Simeone sobre el mozambiqueño antes de lesionarse. Acaba con nota positiva porque hizo lo más difícil en este equipo: mantuvo siempre la regularidad.

Mario Hermoso (61% de los minutos): 6,5

Siguiendo su propio criterio: "La temporada no puede ser de notable cuando no has cumplido tus objetivos". Mario Hermoso sacó sobresaliente pos-Mundial, pero en la evaluación anterior no es que acabara con un suspenso sino con la expulsión del centro. Dos rojas (Oporto y Real Madrid) y un enfrentamiento con su propia afición, en el primer encuentro de la temporada en el Metropolitano. El Cholo no confiaba en sus prestaciones y apenas contó con oportunidades como titular hasta después del Mundial. El rendimiento del '3' rojiblanco vino a ser lo de Mr. Jekyll y Mr. Hyde. Actualmente, su nivel, sin lugar a dudas, es de Selección, por más que De la Fuente no tenga ojos para él. Muy por encima de Savic y del propio Giménez. Aportó al equipo una buena salida de balón y seguridad defensiva.

Reguilón (6% de los minutos): 3,5

Llegó lesionado, recuperándose de una pubalgia, para sustituir la marcha de Lodi al Nottingham. No fue una petición de Simeone y la grada tampoco le brindó su apoyo por su pasado madridista. Fue como mezclar agua y aceite. Al final participó en 12 partidos y en los dos últimos, de titular. Cuando jugó, en honor a la verdad, no lo hizo mal. Nunca se desprendió de un papel residual, que bien podría haber ocupado cualquier chaval de la Academia rojiblanca. La culpa, en realidad, no fue del jugador, sino del que le trajo y del que aceptó este refuerzo.

Felipe (6% de los minutos): 3

Lo de Felipe fue un querer y no poder. Querer agarrarse a aquel central que tan buenas tardes brindó al cholismo, en tiempos pretéritos, y no poder agarrarse a su físico. Llegó a la pretemporada 'lesionado' y participó en tres encuentros de titular: Bayer Leverkusen (2-0), Real Madrid (1-2) y Mallorca (1-0). Rescindió su contrato en enero y se marchó al Nottingham.

De Paul (54% de los minutos): 5,5

Aplicando un criterio similar al de Mario Hermoso, y en general a todos los jugadores: a los futbolistas que tienen más calidad, conviene exigirles un poco más. Más si cabe con los antecedentes del argentino. Sobresaliente pos-Mundial, pero irritante pre-Mundial. Obsesionado con llegar a punto y salirse en Catar, lo consiguió. Luego, el Atlético aprovechó esa inercia positiva: acabó el curso con tres goles y ocho asistencias. Excepcional en visión de juego y líder en el campo cuando saca su carácter. Ha creado una sociedad más que interesante con Nahuel en la banda derecha. Pero también fue uno de los culpables de que el Atlético se despidiera de LaLiga de Champions y LaLiga en noviembre.

Koke (73% de los minutos): 6

El Atlético sufrió más de la cuenta cuando el capitán se lesionó. Se perdió seis partidos (cuatro en LaLiga y dos en Champions), en los que el equipo sólo consiguió un triunfo. Contagiado también por el espíritu (bajo), velocidad (lenta) y ánimo (decaído) pre-Mundial de todo el equipo, Koke resucitó tras Catar para erigirse en el líder del equipo. Su rendimiento real no se ve en las estadísticas (tres asistencias y ningún gol), porque sigue aportando visión, carácter y juego en el centro campo del Atlético cuando cuenta con otros dos escuderos con ganas de correr y jugar.

Marcos Llorente (51% de los minutos): 5,5

Tres lesiones musculares inoportunas: al principio de la temporada (donde se perdió los tres últimos partidos en Champions ante el Brujas, Bayer y Porto), a mitad del curso (cuando se perdió el derbi copero cuando estaba mostrando su mejor versión) y al final de la campaña (donde volvió a perderse un duelo decisivo, ante el Barça en el Camp Nou). Antes del Mundial, Simeone le volvió a utilizar en algunos partidos en el carril diestro (en el derbi liguero del Metropolitano, donde Nahuel fue suplente por decisión técnica); pero después de Catar, el '14' rojiblanco recuperó su mejor nivel cuando aparecía más tiempo en el área contraria que en la propia. Tres goles y tres asistencias.

Lemar (35% de los minutos): 4

Sí, pero no. Cuando juega, no hace nada mal, pero tampoco marca diferencias. Corre más que otros, pero no arriesga. Se muestra como cohibido, pese a que fuera su quinta temporada de rojiblanco. Además, el francés sufrió diversas lesiones musculares, que le hicieron perderse bastantes partidos al inicio del curso y al final. Simeone sigue creyendo en él, porque de los 31 partidos que jugó fue titular en 21 (el 67% de las veces). Un gol y tres asistencias.

Saúl (35% de los minutos): 4,5

Sigue recibiendo muchas críticas de algunos aficionados del Metropolitano. El problema para el '17' rojiblanco radica, como le sucedía posiblemente a Felipe, en lo que fue y ya no es. Pero resulta destacable que un jugador de su jerarquía acepte el papel que le encomendó el Cholo. 'Sólo' apareció como titular en 14 de los 37 partidos que disputó, enrocado en ese rol de centrocampista-carrilero zurdo (incluso un '3' en fase defensiva) del que quiso escapar yendo al Chelsea y no consiguió. Marcó tres goles en LaLiga (fundamental en los dos duelos ante Osasuna) y repartió una asistencia.

Pablo Barrios (21% de los minutos): 5

Apareció en una situación delicada del equipo, con Simeone cuestionado dentro del club y en un estado de inquietante necesidad. Debutó en la derrota de Cádiz y jugó unos minutos en O Dragao. Tras el Mundial, se reivindicó, fundamentalmente, en Copa. Decisivo en Arenteiro, donde marcó el 1-2 del encuentro cuando más estaba sufriendo el Atlético. También anotó ante el Oviedo. Y fue titular ante el Barça, en el Camp Nou. Pero a partir de ese momento, Simeone prefirió otras opciones para el centro del campo. Incluso, le retiró en tres ocasiones al descanso (Levante, Celta y Real Madrid). Precisamente, Barrios no jugaba de titular desde aquel 1-1 en el Bernabéu (25 de febrero) hasta el último partido ante el Villarreal (13 partidos después), pese a que en la recta final del campeonato se acumularon las bajas por lesiones y sanciones.

Kondogbia (32% de los minutos): 4

Se habla mucho de Joao Félix, pero el caso de Kondogbia sería también digno de análisis. Fue titular en 10 de los primeros 21 encuentros del equipo antes de la cita mundialista, pero luego desapareció del equipo sin lesión ni sanción de por medio. ¿Qué fue lo que sucedió para convertirse en suplente por decreto? Ha sido de los pocos jugadores que no han mostrado esa metamorfosis positiva. Tampoco lo hizo especialmente mal antes del Mundial, pero, posiblemente, en cuanto sus compañeros subieron el nivel, el ex del Valencia dejó de mostrar esa competitividad que tanto le gusta a Diego Pablo Simeone.

Carrasco (65% de los minutos): 6

En la retina queda ese penalti que marró ante el Bayer y provocó la debacle rojiblanca. Se desquitó en la jornada 33 de LaLiga, ante el Cádiz y en el Metropolitano, en el único penalti señalado al equipo rojiblanco en el campeonato. Valorable su espíritu cholista, esto es, no hundirse cuando todo lo que te rodeaba te invitaba a ello. Caso similar al de Giménez, pero en ataque. Fundamental en el esquema del Cholo, porque ese puesto de carrilero desgasta precisa de trabajo en defensa y calidad en ataque. No todos los jugadores se acoplan a ese exigente rol. Ha ido de menos a más. Se le puede criticar su exceso de individualismo muchas veces o acierto en el regate, pero nunca el de su compromiso. Acabó la campaña con diez goles y cuatro asistencias.

Correa (45% de los minutos): 6,5

El caso de Correa es inversamente proporcional al de Joao Félix o hasta de su compatriota De Paul. Nutre con compromiso la falta de oportunidades como titular y eso, como los trabajos opcionales siempre que se consigue el aprobado, sube nota. Sólo fue titular en 17 de los 44 partidos en los que participó (38% de las veces); y ocho de sus diez goles fueron cuando salió de inicio. Podría hacerse más, con menos, pero estaríamos entonces hablando de un Balón de Oro y no de un suplente del Atlético de Madrid, que es el rol que tiene Angelito Correa en este equipo.

Griezmann (83% de los minutos): 8

Empezó el curso condenado a salir al terreno de juego a partir del minuto 60. Acabó el curso con 16 dianas y 18 asistencias entre todas las competiciones. Ejemplo fuera y dentro del campo. Y, lo más importante para el Atleti, enarboló la bandera del liderazgo en el peor momento de la temporada, cuando el equipo cayó eliminado en Oporto: "Aquí hay que luchar y trabajar. Si no, fuera". El francés ha jugado en todas las posiciones de ataque y también en el centro del campo. Deschamps disfrutó la versión todocampista de Griezmann en Catar. De los pocos jugadores del vestuario que centró sus esfuerzos primero en el Atleti, luego en su selección (aún siendo campeón del Mundo) y luego, nuevamente, en el equipo rojiblanco. Grizi fue la mejor medicina: luz en la oscuridad y alegría para derrotar a la tristeza. La única lástima y la imposibilidad de sacar mayor nota es que sus compañeros no le acompañaron durante todo el curso. MVP del Atleti.

Morata (57% de los minutos): 6

15 goles entre todas las competiciones, diez de ellos pos-Mundial. Compitió por el Zarra de LaLiga, al finalizar LaLiga con 13 dianas: tres por detrás de Joselu y dos de Borja Iglesias (aunque ambos sumaron cinco tantos de penalti). Es el décimo jugador más utilizado por Simeone y el segundo delantero más utilizado de inicio (31 veces) por detrás de Griezmann. La diferencia con Correa radica en que el rol de Morata es el delantero titular del equipo rojiblanco. Superó los 11 de Luis Suárez en la 21-22, pero se encuentra lejos de los 21 del uruguayo en 2021 o de los 27 de Diego Costa en 2014.

Memphis Depay (8% de los minutos): 5

Cuatro goles en 317 minutos de juego para Memphis. Casi como Correa, resulta imposible aprovechar más sus oportunidades en menos tiempo. Apareció en el mercado invernal como un soplo de aire fresco. Marcó el tanto del triunfo en Vigo, hizo un doblete ante el Sevilla y marcó un golazo en Valladolid. Pero, como inconveniente para sacar más nota, fue el lastre de sus lesiones musculares. Recurso válido en la plantilla para ofrecer más competitividad y soluciones en ataque.

Joao Félix (22% de los minutos): 3

La imagen de Joao Félix tirando el peto al suelo por no jugar ante el Brujas, en el Metropolitano, fue el resumen de su temporada en el Atlético. Frustración. Salió cedido al Chelsea en busca del protagonismo/felicidad que no le aportaba el Cholo, pero se vuelve al club rojiblanco devaluado. Con el Atleti participó en 20 partidos: anotó cinco goles y repartió tres asistencias. Titular en 11 de los 20 encuentros que jugó con Simeone. No aportó ese papel de jugador diferencial con el que aterrizó desde 2019.

Cunha (12% de los minutos): 4

Pasó de ser "el jugador ideal para el Atlético de Madrid", tras el 4-1 ante el Celta en el Metropolitano, a marcharse cedido con opción de compra obligatoria al Wolverhampton, después de 17 partidos en la 22-23 con un balance de cero goles y dos asistencias. Eso sí, sólo jugó de titular dos encuentros de 17. Esa situación y su no convocatoria para el Mundial de Catar con Brasil propiciaron su marcha.

Carlos Martín (0,6% de los minutos): sin calificar

El delantero rojiblanco, que sumó 18 goles con el B en la fase regular en Segunda RFEF, es un jugador habitual en la dinámica de entrenamientos del primer equipo. Disfrutó de 5 minutos ante el Sevilla, 9' contra el Elche, 1' frente a Osasuna y 13' ante el Espanyol.

Alber Moreno (0,5% de los minutos): sin calificar

El centrocampista del B disfrutó de 22 minutos en el duelo ante el Arenteiro, en Copa del Rey. Otros jugadores de la Academia como Sergio Díez, Marco Moreno, Kostis, Gismera, Iturbe, Corral o Mestre entraron en algunas convocatorias, pero no disfrutaron de minutos de juego.

Diego Pablo Simeone: 6

Undécima temporada consecutiva metiendo al equipo en Champions, más la capacidad de solventar la crisis pre-Mundial, serían razones más que suficientes para otorgar una mejor nota al entrenador del Atlético de Madrid. De no haber remontado el vuelo, el argentino podría haber puesto fin, de una forma abrupta, a su época gloriosa en el Atlético de Madrid. Esa gestión se suma nuevamente en su extraordinario haber en el banquillo rojiblanco, donde ha conquistado ocho títulos en once temporadas y media. Pero este Atlético tampoco es el de hace 11 temporadas y media, por más que haya obrado el milagro de los peces y los panes año tras año, porque el club maneja el tercer presupuesto en España. Un aspirante al título no puede dimitir de LaLiga en diciembre y quedar apeado de Europa en noviembre. Al menos, como en la Copa, debería haber molestado algo más...