ATLÉTICO 6 - SEVILLA 1

Griezmann y Memphis montan una fiesta a Simeone y un funeral a Sampaoli

La pareja de ataque rojiblanca lideró la goleada en el partido en el que el Cholo superaba a Luis Aragonés.

Griezmann dedica a Simeone su gol contra el Sevilla./Reuters
Griezmann dedica a Simeone su gol contra el Sevilla. Reuters
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Difícil una mejor celebración para un hito incomparable. Diego Pablo Simeone superaba a Luis Aragonés como el entrenador que más veces ha dirigido al Atlético de Madrid. 613 nada más y nada menos. Y que mejor que hacerlo con una victoria ante un clásico rival como el Sevilla. 6-1 para calentar la fría noche en el Metropolitano y para quebrar un poquito más la confianza de un Sevilla que se ahoga y nadie le echa una cuerda.

Abrió la lata Memphis, que se coló por la defensa rival como el que entra en la cocina a por algo de picar. Aprovechó una entrega de Griezmann, que sigue siendo el alma de este equipo. El holandés hizo también el segundo con un trallazo a la escuadra. Apuntaba a gol de la noche, pero le salió un competidor en el tercero. Su 'compi' de ataque puso otro balón imparable con un tiro lejano. Para ganar puntos, se lo dedicó a Simeone.

Antes, al filo del final del primer tiempo, En Nesyri había dado una falsa fe al sevillismo con un gol que no se esperaba nadie en el estadio. Ni con esas aumentó la confianza. El 4-1 lo puso Carrasco y Morata, el quinto y el sexto. Tres puntos vitales para huir del Betis. Eso, seguro, es lo que más contento pone hoy al Cholo.

👏 Mis 'dieses'

El hombre del partido fue Memphis. Con dos goles dictó sentencia antes de que se cumpliera el minuto 25. Pero lo mejor del holandés es que, además de jugar bien, lo hace bonito. Es uno de estos futbolistas que en 2008 tendría infinidad de vídeos con sus highlights en YouTube con "Remember The Name" sonando de fondo. Su estilo es puro fútbol callejero, con pisadas, recortes y la pelota siempre pegada al pie. Y para pegada la de esa diestra. El segundo tanto fue una bala de cañón que ni Bono pudo parar.

Le auguro un buen futuro de rojiblanco. Su pareja con Griezmann ilusionaría a cualquiera. Lleva poco y habrá que tener paciencia. La etiqueta de intermitente la traía de serie y con motivo. Pero este Atleti le da la oportunidad de brillar como lo hizo en Lyon. Ahora, depende de él repetir muchas veces lo que hizo contra el Sevilla.

✔ Un tuit que me representa

El triunfo de una idea. El triunfo del trabajo. El triunfo del esfuerzo. De la garra. De la pasión. De una idea que ha calado. De una identidad. De un estilo. El triunfo de la fuerza para romper mitos. El triunfo de pensar en positivo. De nunca dejar de creer. De la constancia. De la superación. De la confianza innegociable. El triunfo de lo intangible. De un carácter arrollador. De un carisma incomparable. El triunfo de la defensa y también del ataque. De los goles y de las paradas. El triunfo de una afición. De un sentimiento. De un equipo. El triunfo de Griezmann. De Oblak. De Koke. De Gabi. De Diego Ribas. De Arda Turan. De Filipe Luis. El triunfo del Cholismo. El triunfo del Cholo. El triunfo del Atleti ¡Enhorabuena, Simeone! ¡Enhorabuena, Atlético de Madrid! Va por ti, Luis…

😎 Me reafirmo

El que juega bien este juego es Griezmann. De hecho, es difícil ser mejor jugador que él. Lo entiende todo: cómo se mueve la pelota, qué necesitan sus compañeros, cómo piensan los rivales. Y todo lo que hace es plástico. Su forma de jugar es una canción de los Beatles, no tiene partes malas. Sé que no descubro nada. Al fin y al cabo estamos hablando de un campeón del mundo. Pero nunca está de más recordarlo porque, si LaLiga se mantiene entre las mejores del mundo es en parte gracias a jugadores como él. Futbolistas a los que actualmente es imposible retener ante la tiranía económica de la Premier pero que deciden quedarse por amor a unos colores. Por lealtad.

Su pase a Memphis en el primer gol es magia. El holandés ayuda con un buen desmarque, y aún más la tibia defensa sevillista. Pero Griezmann hace exactamente lo que tiene que hacer y lo hace a la perfección. Ahí está su grandeza. Es hacer parecer fácil lo que en realidad es lo más complicado.

🤳 Mi fondo de pantalla

Yago viene de Menorca a ver a su Atleti junto con su hermano Pablo y sus padres, Borja y Belén. De vez en cuando rompen la hucha para pasar unos días en Madrid y darse una sobredosis de pasión. Le preguntó por su jugador preferido. No duda: "Reinildo". Al momento, abren una pancarta de apoyo al jugador. "Ánimo", reza. Él tenía la ilusión de verlo, pero la cambió por la de que le llegase el mensaje.

A ese apoyo se sumó todo el Metropolitano. Antes del partido se pidió un aplauso por megafonía. Pero el momento más especial llegó en el 23', número del Mozambiqueño, en el que todo el público cantó su nombre y lo acompañó de unos cálidos aplausos. Disculpen la palabra, pero qué jodidas son las lesiones. Yago, el Atleti y todo el fútbol te esperan pronto sobre el césped.

Yago y Pablo, jóvenes aficionados del Atlético, con una pancarta.
Yago y Pablo, jóvenes aficionados del Atlético, con una pancarta.

🤔 Hay run rún...

Tengo que reconocer que este apartado me lo traía pensado de casa. Cero improvisación. El Sevilla me generaba dudas ayer y hoy, tras el partido, me genera aún más. No es (todo) una cuestión de calidad futbolística. Suso sabe lo que hace, En Nesyri complica a las defensas rivales y Pape Gueye me parece uno de los fichajes del mercado de invierno. Lo que convierte la situación en un drama es la pobre convicción del grupo. Muy pocos salieron al césped del Metropolitano convencidos de que podían sacar algo positivo de allí.

A esto hay que sumarle los inventos de Sampaoli. Entiendo que entre sanciones y lesiones, tienes lo que tienes y manéjate como puedas. Pero quizás poner a Jordán a perseguir a Memphis por todo el campo no es la mejor opción. O pedir a tus hombres constantes pases por dentro cuando estás viendo que el rival te está masacrando cuando roba en zonas intermedias. Antes situaciones complicadas, riesgo cero. Este Sevilla, en cambio, parece haberse abonado al sufrimiento.