Tevenet, sobre un futuro con Simeone: "A mí me apetece ganar el sábado al Espanyol B"
El técnico del filial rojiblanco atiende a Relevo antes de afrontar el playoff de ascenso a Primera RFEF.
Luis García Tevenet (49 años) recibe a Relevo en la grada del Cerro del Espino bajo el sol, empapado de ilusión y con la sonrisa de encarar un playoff de ascenso a Primera RFEF. En este mismo estadio, hace 27 años, aterrizó como jugador en el Atlético de Madrid B procedente del primer equipo del Sevilla, donde le hizo debutar Luis Aragonés y coincidió también con Diego Pablo Simeone. Era otro tipo de filial, en Segunda División, con una plantilla nutrida por más jugadores con experiencia en Primera que de jóvenes imberbes. Ese Atlético B de la 98-99, en la segunda y última temporada de Tevenet como jugador en el club, acabó subcampeón en la categoría de plata, sólo por detrás del Málaga.
El Atlético B de Tevenet ha terminado la temporada regular en segunda posición del grupo 5 de Segunda RFEF, un punto por detrás del Melilla (y el que consiguió el ascenso directo). Los rojiblancos afrontan la ida de las semifinales del playoff de ascenso ante el Espanyol B este sábado (19:30 horas). En la Ciudad Deportiva Wanda de Majadahonda, cómo no, el ambiente impregnado es el del "partido a partido".Cuando brota el nombre del Cholo en la conversación es cuando aparece el mediapunta Tevenet para regatear. Tiene mucha clase, la misma que desprendía su segundo, Pineda, quien dejó asombrado, en su día, al mismísimo Maradona en su etapa en el Sevilla ("Pinedita, vos quedate conmigo. No te alejés", decía el Pelusa).
Renovado hasta 2024 en el pasado mes de febrero, el trabajo de Tevenet convence, y mucho, dentro de la entidad. Ha refrendado con trabajo y resultados su amplia experiencia en los banquillos (Atlético Levante, Sevilla Atlético, Hércules, Huesca, Cartagena, UCAM, San Roque de Lepe, segundo técnico en el Sevilla, Jerez Industrial y Orihuela). Busca su segundo ascenso en el filial, después del conseguido el curso pasado desde Tercera RFEF, y quién sabe si un salto mayor en su carrera, como el de incorporarse el curso que viene al cuerpo técnico de Simeone, tal y como apuntó Antonio Ruiz en COPE. Pero Tevenet de lo que quiere hablar es del aquí y ahora, el Espanyol B…
¿Qué recuerdos tiene del Atlético de Madrid B en el que jugó?
Para nosotros fueron dos años de muy buen fútbol, donde crecimos mucho. Es verdad que era un filial con muchos futbolistas de una edad avanzada, no éramos gente de 18 ó 19 años. La mayoría teníamos 22 años y habíamos jugado en Primera División. El club, al estar en Segunda, hizo un equipo competente, con futbolistas de mucha calidad que luego progresamos en grandes clubes. Todo eso sirvió para obtener un subcampeonato que disfrutamos de forma maravillosa. Recuerdo incluso, como anécdota, lo de ir a Neptuno y todo.
Recuérdeme alguno de los nombres de aquel equipo…
Rubén Baraja, Fortune, Carcedo, Ricardo el portero, que luego hizo una carrera espléndida; Teníamos a Sequeiros, que fue nuestro Pichichi. Luego vino Loren del Sevilla en el segundo año. Teníamos una remesa de futbolistas muy importantes y también nos reforzamos con gente de Primera División como Iván Rocha, que subía y bajaba con nosotros. Eran otros tiempos y otra época. Recuerdo el Cerro del Espino con un ambiente muy caliente y mucha afluencia de público.
Entró en la dinámica del primer equipo, ¿no?
Empezamos a entrenar varios de nosotros con Radomir, en su segunda época en el banquillo del Atleti. Recuerdo jugar la eliminatoria de semifinales de la UEFA contra el Parma. Fue un año donde tuvimos una participación muy directa.
"Aragonés fue el que me hizo debutar en el Sevilla. Luego llegué al Atlético B con experiencia en Primera, pero con ganas de reivindicarme"
Sobre sus dos temporadas como jugador en el filialUsted llegó del Sevilla habiendo jugado 78 partidos en Primera en tres temporadas y con entrenadores de la talla de Aragonés o Bilardo. ¿Por qué aceptó bajar un escalón?
Aragonés fue el que me hizo debutar. Cuando salgo del Sevilla, aparece el interés del Atlético B y uno lo ve como una oportunidad de seguir creciendo y tener minutos. Es verdad que en mi último tercio en el Sevilla, cuando se fue Luis Aragonés, fue muy diferente en el Sevilla. Creo que varios futbolistas aprovechamos esa oportunidad que nos dio el Atlético B para reivindicarnos, porque Baraja y Vara venían del Valladolid también con experiencia en Primera. En aquella segunda temporada, tres jugadores del filial firmamos en Primera División con Las Palmas con un traspaso y otro como Baraja acabó saliendo con el Valencia pagando su cláusula. Con nuestro trabajo deportivo salió muy beneficiado el Atlético de Madrid.
En sus tiempos en el Sevilla coincidió con Diego Pablo Simeone como jugador…
Sí, al principio. Su último año en el Sevilla fue el debut mío con Luis Aragonés.
Ahora los dos son entrenadores. ¿Cómo se define para quien todavía no le conozca?
Ya son muchos años entrenando. He tenido la fortuna de empezar casi siempre los campeonatos. Creo que ya es mi decimoquinta temporada como entrenador. Uno va mutando. No soy el mismo que cuando empecé. Cuando estás en un filial, no puedes hacer lo que harías en un equipo al uso, porque al final tienes parte de formador. Tienes que intentar que esos futbolistas crezcan desde la enseñanza, no sólo desde la competición. Las dos cosas van de la mano. Es importante que el futbolista sepa que se encuentra en el último escalón antes del éxito, la élite o ir a categorías más complicadas. Al final me considero una persona formadora, pero trato de que se vean nuestros matices en la competición. Me gustan los equipos verticales y presionar arriba, también me gusta que mi equipo sea protagonista. Vamos buscando esas características que me gustan y que las utilicen y transmitan los futbolistas jóvenes en el terreno de juego.
Hábleme de su segundo, de Pineda.
Fue compañero mío en el Sevilla y nos conocemos desde pequeños, de la cantera. Surgió la posibilidad de entrenar juntos. Él tiene muy definido su trabajo y con el paso del tiempo se acerca a lo que un entrenador quiere. Lo que buscas en un ayudante es que te haga pensar y que no sea todo "sí, Bwana", sino que me haga ver el fútbol desde otro punto de vista y hacernos dudar mutuamente. Somos dos técnicos que tenemos muchas cosas similares, pero que somos capaces de darnos la vuelta para, en un lenguaje vulgar, tocar las narices.
¿Llega mejor el discurso a los chavales por el hecho de que usted y Pineda jugaron en la élite?
Hemos contado en algún que otro viaje anécdotas, pero, sobre todo, que sirvan de aprendizaje. Cosas que nos han sucedido a nosotros para que ellos sean capaces de decir: "Jo, pues el míster o Pineda cuando nos pasó esto, nos contaron lo otro". Pero ellos mismos se encargan de buscar imágenes que puedan existir por Youtube, de algún gesto o de algún gol. Sobre todo al principio, cuando todavía no saben quién eres, indagan y se informan para ver qué entrenador y qué ayudante van a tener. Eso hace que la relación sea más enriquecedora y más familiar. Saben que tienen enfrente dos tíos que estuvieron en Primera División. Eso es reconfortante.
"El debut de un chico del filial en Primera es el mayor premio que puede obtener una Academia"
Sobre el papel de la cantera¿Le ha tenido que decir algún jugador suyo: "Espera, que te enseño a hacer esto que yo he marcado más goles que tú"?
Más que un gesto técnico o matiz de partido que pudiéramos hacer nosotros en nuestra época, lo que sí hemos percibido es que, según van avanzando las camadas, las que se acercan al 2000 y no son del 90, cada vez ven menos fútbol. El futbolista cada vez ve menos fútbol. En aquella época, en la nuestra, veíamos mucho fútbol o veías el partido del sábado o el del domingo en el Plus, si lo tenías, y agarrarte a los resúmenes del domingo y estar muy pendiente por verte. Si tenías video y te grababan, eras un privilegiado. Si tenías la suerte de jugar y marcabas un gol, sabías que tenías 10 segundos para verlo en la tele. Ahora se graba todo: entrenamientos, partidos, tienes un dron que se ven tus movimientos a nivel táctico… Creo que la gente joven debería sacarle más rendimiento. Yo no he tenido un partido mío grabado en un dron. Yo tenía una mala cámara enfocada desde el lateral, y menos en un entrenamiento. No existían imágenes para que pudieras hacer otra cosa.
Llegó al club la temporada pasada, con el equipo en Tercera RFEF. Ahora pelea por el ascenso. ¿Habría firmado la situación que vive en estos momentos cuando firmó?
Es difícil digerir los números que hemos sacado en casa. Si en dos años me hubieras dicho que vas a perder dos partidos como local, habría dicho: ¿Dónde hay que firmar? Pero sí es verdad que el trabajo que teníamos que plasmar lo hemos conseguido. El del año pasado y el de este porque los jugadores creen ciegamente en todo lo que hacemos. Eso es importante. No sé si es cómo se transmite o cómo se trabaja, o las dos cosas; el equipo obtiene resultados gracias a eso. El grupo no sólo cree en el cuerpo técnico, sino en lo que hace el compañero y cada uno en el día a día. Nos ha hecho muy fuerte. Es lo que tenemos que hacer en lo que nos queda. Tenemos dos partidos ante un rival que es como nosotros, joven e imberbe por momentos, pero con calidad y talento, y algunos han jugado en Primera. Tenemos que intentar llevar a cabo lo que hemos hecho durante este año porque no nos vale otra cosa.
Usted también pasó por los filiales del Levante y Sevilla. Ahora en el Atlético, la eterna pregunta para estos equipos: ¿Qué objetivo tiene? ¿Aportar jugadores al primer equipo como Pablo Barrios o acercar al equipo B a la categoría inmediatamente inferior?
A ver, que un chico del filial debute en Primera es el mayor premio que puede obtener una Academia. Indistintamente de los logros a nivel grupal. Ahí están los dos retos. El reto individual, el de detectar los chicos que tienen potencial para poder llegar; y después, a nivel grupal, que el equipo crezca porque, cuando ese jugador llegue, no va a jugar al tenis, va a competir al fútbol. Hay un montón de detalles que rodean al futbolista de élite y tenemos que tratar de que cuando llegue a Primera empatice con todos ellos. Son dos retos que van de la mano. Yo desde que he trabajado en filiales y el fútbol formativo hay un matiz que intento inculcar, el intentar arrancar bien la competición porque la gente joven de canteras grandes, como el Atlético, están acostumbrados a ganar siempre.
"Lo que buscas en un ayudante es que te haga pensar y que no sea todo 'sí, Bwana"
Sobre su segundo técnico, PinedaEl Atlético de Madrid Juvenil gana siempre, el Madrileño gana siempre, el Cadete también. Pierden dos o tres partidos al año, por lo que cuando entran en una dinámica complicada, sufren. Hay que intentar que esa dinámica no llegue o que lo haga lo más tarde posible. Eso hace que el futbolista crezca a nivel formativo mucho mejor. El problema es cuando estamos en descenso. Ahí la formación es diferente, porque hay más momentos de sufrimiento de los que queremos conseguir. Súmale que competimos en campos que no se asimilan a la realidad del fútbol: césped artificial, dimensiones más pequeñas, equipos mucho más agresivos donde se juega poco al fútbol… Todo eso va dentro de una coctelera que es la formación, donde tenemos que intentar superarlos porque sufrir en un campo de césped artificial un domingo, te servirá cuando estés en Primera y te toque jugar contra un equipo que te someta. Ahí hay otra pincelada de formación.
Hablando de nombres propios, su jugador más destacado en cuanto a estadísticas es Carlos Martín, un habitual en la dinámica del primer equipo y 18 goles esta temporada en el Atlético B. ¿Por qué le llamó Curro Romero?
Me lo dice muchas veces, que por qué le dije eso. Fue una broma, un lunes con Giuliano y otro compañero más, porque Carlos habrá visto torear a Curro Romero una o ninguna vez. Era un torero que era puerta grande o enfermería. Entonces lo que hay que conseguir es la regularidad. Cuando su cabeza funciona de manera limpia, es un jugador determinante.
En su plantilla, sólo hay dos jugadores que acumulan más de un 80% de titularidades, que son Arumí y Diego Bri. El resto ronda el 50%. ¿Le gusta tener a todo el grupo enchufado?
Al final uno lo que busca no es el merecimiento, porque todos merecen jugar porque entrenan muy bien. Trato de que el grupo participe. Que dentro de esa competencia interna, intentar no tener a muchos jugadores en el lado oscuro. Que se sientan todos partícipes. Es como una ley dentro del vestuario: todos somos importantes. No miro hacia atrás sino hacia adelante. Ahora tenemos dos partidos y hay gente que no ha sido todo lo importante que le gustaría y a lo mejor pueden serlo ahora. Si conseguimos el objetivo, lo conseguiremos todos. Tienen que estar preparados. En el mundo del fútbol van a pasar por muchos roles. Va a haber entrenadores que les guste más unos; otros que les guste menos; va a haber entrenadores que te pongan siempre, estés como estés; va a haber entrenadores que no. Para eso tienes que estar muy bien amueblado.
Un playoff es muy duro…
Sí, también es la parte más bonita. En el torneo regular hemos demostrado ser un equipo fiable, pero en un playoff se actúa de manera diferente. Ahora nos metemos en una semifinal, a ida y vuelta; tenemos que tener una mentalidad muy fuerte, hacer dos buenos partidos: no te vale con lo que has hecho, sino lo que tienes que hacer. Tenemos que sacar la eliminatoria con nuestras armas. Primero hay un partido, luego el segundo en casa, que nos hemos ganado el privilegio de tenerlo en nuestro feudo. Eso sí que hay que aprovecharlo. Desde que ha cambiado la norma del doble valor de los goles fuera de casa, las eliminatorias han tomado otro cariz. Es una eliminatoria de 180 minutos que tenemos que dar lo mejor (en caso de empate final no habría prórroga: el Atlético pasaría a la final al haber acabado la temporada en segunda posición y el Espanyol, en quinta).
¿Ha servido de algo el cambio de formato en el fútbol modesto de la antigua Segunda División B a esta Primera y Segunda RFEF?
Soy de los que pienso que la Primera RFEF es una categoría muy bonita. Se acerca más a lo que es la Segunda División que lo que se acercaba la antigua Segunda B. Eso es bueno. Porque los equipos en Primera RFEF, por configuración de plantilla y campos, se parecen más al fútbol profesional. Sobre todo, con las medidas de los campos y el césped natural, que son muy enriquecedoras de cara al fútbol; y la Segunda RFEF y Tercera pues estamos en ese impasse de asimilarse. Creo que, con el paso de los años, se va a notar.
Participan 20 equipos en el playoff, donde todos tienen el objetivo de ascender. Pero usted cuenta con un comodín extra, el de la renovación del club hasta 2024, que firmó en febrero. ¿Es el mejor refuerzo para un entrenador que encara un playoff?
Es gratificante. Cuando te renuevan en febrero, independientemente de lo que suceda, significa dos cosas: la confianza de la gente que te trae y tu trabajo, que convence a los que están aquí. El trabajo del filial no es un trabajo fácil porque tenemos muchos inconvenientes. Hay un equipo dependiente que tira de nosotros para poder trabajar y estamos para eso. Pero lo hemos sabido llevar con naturalidad. Nos hemos adaptado muy bien al medio. Los chicos, suban o bajan, lo hacen de forma maravillosa en un lado o en otro. Cada vez nos hemos hecho más fuertes, tanto si entrenamos los 23 ó 14.
Nutre de jugadores al Cholo y se encuentra pendiente también del Juvenil A, de Fernando Torres. ¿Cómo es la dinámica de trabajar con estas dos figuras?
Uno lo lleva con naturalidad. Sabemos que tenemos al Juvenil, que ha participado en Europa y ha tenido que utilizar futbolistas del filial para potenciar ese equipo, porque vamos a los sitios defendiendo un escudo que es el del Atlético de Madrid; al final, vamos todos en una dirección. Y también el primer equipo, que es el que manda, tenemos que estar siempre a su disposición. Después las dos figuras, dentro de lo que es el Atlético, ¿qué te voy a contar? Soy de los que me ocupo, no me preocupo. Cuando he tenido que prestar en ambas direcciones, me he ocupado. Ése es el secreto. Más ocuparme que preocuparme. Hay que darle importancia a lo que tienes, no a lo que no tienes. Así sacarás más beneficios, en centrarte en el que va a participar en lugar de perder el tiempo en el que no voy a tener o no me van a dejar.
Ya sabe que a los periodistas nos gusta mucho el mercado de fichajes. Suena usted con fuerza para el cuerpo técnico del Cholo la próxima temporada. ¿Qué me dice?
Así sois los periodistas. Nosotros nos dedicamos a trabajar. Es verdad que trabajamos en un club donde cada vez la formación está cobrando una importancia muy grande. Nos dedicamos a sacar el máximo rendimiento de todos y, dentro de ese rendimiento a nivel individual, también crecer. Enriquecerse.
¿Pero le apetece trabajar con el Cholo?
A mí me apetece ganar el sábado al Espanyol B. Eso es lo que me apetece.
¿Es más dura entonces la carrera de entrenador que la de futbolista?
Sí. Ser futbolista es un chollo. Tener condiciones y ser futbolista es un chollo. No me confundáis chollo con vividor. Un futbolista tiene una responsabilidad muy grande, pero digo que es un chollo comparado con entrenador. Cuando eres entrenador, piensas 24 horas; te está hablando un amigo, tu mujer o tu hija, y tú estás pensando en el partido del ́sábado. Cuando eras futbolista: venías, entrenabas, te duchabas y pocas veces conectabas con lo que sucedía el partido del domingo. Cuando eres entrenador, no desconectas. Quieras o no, con el paso del tiempo, hay que saber gestionarlo porque te olvidas de ti y después de la familia. Es duro y bonito a la vez. Es placentero ver a tu equipo plasmar el domingo todo lo que has trabajado durante la semana. Pero cuando los resultados no salen, los que te aguantan están en casa y no es fácil de digerir.