El caso Reguilón: cuando esperabas un sofá y te llegó una lámpara

Sergio Reguilón se ha perdido más de 15 partidos del Atlético esta temporada por lesión. Apenas ha disputado 98 minutos repartidos entre Mallorca (21'), Elche (33'), Oviedo (14'), Barcelona (8') y Almería (22'). Le ha dado tiempo, incluso, a ser expulsado por ver dos amarillas en apenas cuatro minutos. Quedan 12 encuentros para que el equipo rojiblanco finalice el curso y mucho tendría que dar la vuelta la situación, como para que el periplo del jugador del Tottenham en el Metropolitano deje un buen recuerdo entre la afición rojiblanca.
Para empezar, el ex del Sevilla y del Real Madrid aterrizó en Majadahonda de rebote, y recuperándose de una operación de pubalgia. No fue, ni mucho menos, una petición de Diego Pablo Simeone. Fue la solución de Andrea Berta para cubrir la baja en el último momento de Lodi ("a algunos les gusta competir y a otros les gusta ir a otro sitio. Aquí no tengo compromiso con nadie", dijo el argentino). Como traer a Doherty, de la factoría Mendes.
Pero, en realidad, da la sensación de que, en casos como este, el entrenador y director deportivo no caminan al mismo son. El técnico empezó la temporada con aquello de que "soy un hombre de club", sobre todo, con el asunto Griezmann, pese a que alguno en la planta noble del Metropolitano no deseaba la continuidad del francés. Simeone prefería empezar el curso con cuatro delanteros en lugar de cinco (Griezmann, Joao Félix, Morata, Correa y Cunha), pero en Los Ángeles de San Rafael, en pretemporada, se encontró con dos más de regalo: Marcos Paulo (cedido al Sao Paulo sin éxito después de otro préstamo sin gloria en el Mirandés) y Samuel Lino (de más a menos en el Valencia, pero reconvertible como delantero y tal vez no tanto como carrilero en el sistema del Cholo).
Públicamente, el entrenador 'defendió' a Reguilón ("Juanfran y Filipe también pasaron por el Madrid y son historia del club"), pero en la práctica la realidad es otra. Como la manera en que la dirección deportiva respondió a la petición de Simeone para reforzar el lateral derecho ("todo el mundo sabe que a Llorente no le gusta jugar ahí", comentó) tras en el Mundial de Nahuel Molina ("hay poco recambio en esa posición, se le va a exigir", insistió). ¿No quieres caldo? Pues toma dos tazas, con un futbolista que no jugaba en el Tottenham, que tampoco parece que lo vaya a hacer en el Atlético (12 minutos de momento). Memphis, en cambio, cuenta con minutos gracias al informe del otro 'secretario técnico' en la sombra, Antoine Griezmann, que le dijo al Cholo que podía llegar a ser como Diego Costa tras coincidir con él unos meses en el Barça.
"Esperaba un sofá y me han traído una lámpara", dijo Rafa Benítez en el verano de 2003, en su pelea con García Pitarch en el Valencia. Como buen hombre de club, Simeone no va a llegar a ese punto nunca. Menos ahora, cuando ha sido reforzado por Gil Marín tras su homenaje por todo lo alto, una vez superado a Luis Aragonés en el banquillo, y tras reconducir el rumbo de la temporada ("de regular a buena"). Y menos todavía en estos momentos, cuando el sofá que ha montado el Cholo (sin Joao, Cunha y Felipe) pelea por la segunda plaza de LaLiga, pese a que tenga lámparas (como Reguilón o Doherty) que no le terminan de convencer…