Joao Félix mantiene la mesa de Simeone en pie

Necesitamos que las cuatro patas de la mesa estén firmes. Es la frase favorita de Simeone estos días. El Metropolitano le cantó en el minuto 4 de partido aquello del "ole, ole, ole, Cholo Simeone". Y Joao Félix, la otra pata que andaba tambaleándose, se sostuvo firme al marcar de cabeza el 1-0, cuando la mesa se movía más que nunca.

El Atlético estaba empatando ante el colista, que no ha ganado ningún partido aún en LaLiga, y con un hombre más desde el minuto 45, cuando Verdú fue expulsado por un agarrón a Morata que revisó el VAR. En el 52', Hermoso fue expulsado por doble amarilla en apenas tres minutos y la mesa rojiblanca amenazaba con volcar. Apareció el capitán del cholismo, Griezmann, para asistir a Joao Félix, que con la testa salvó el futuro inmediato del Atlético. Luego vino el gol, con fortuna, de Morata, con un par de sustos del Elche porque la mesa suele presentar taras por atrás.

Se fue con ovación y gol. La mesa rojiblanca depende hoy día de una pata que desea cambiar de salón o de tablero. Siente que la pata que tiene enfrente, la de Simeone, no le valora. Aun siendo el mejor del equipo ante el Elche, junto a Pablo Barrios, el portugués fue nuevamente sustituido por el técnico argentino. Una vez más. Sólo ha completado 20 de los 173 partidos que disputó el Atlético desde que llegó en 2019. Le retiró en el 65', con la pata del público aplaudiéndole en pie y puede que dolido por un choque con Bigas y algún calambre. Tal vez haya que llamar a un ebanista para que encuentre una solución, porque la mesa, si la quieren juntar todos de verdad, puede servir para tomarse una Copa.

Su gol, en el minuto 73', puede ser la mejor representación de lo que es Morata. Una jugada alborotada, con trazos de gran calidad, encontronazo con un rival, caída al suelo y gol de rebote. Pudo haber sido un golazo. Pero fue de rebote. Lo mejor es que los compañeros le avisaron cuando estaba en el suelo de que su jugadón acabó en gol. Él ni se había enterado cuando estaba tendido en el césped. Por eso le quieren tanto en el vestuario, con todo lo bueno y lo malo... Ésa es una pata que debería mantenerse fuerte también entre la afición: confianza en su delantero centro, el '9' de la Selección.

Lo de Mario Hermoso no es nuevo. Otra vez expulsado. Frente al Elche en tres minutos. No es excusa que la doble amarilla, de Cuadra Fernández, fuera más que dudosa. Simeone volvió a darle una oportunidad, por delante de Reinildo (ya contará algún día el técnico por qué el mozambiqueño ha dejado de contar en el once inicial) y dejó a su equipo con uno menos en un momento delicado. Con 27 años y toda la experiencia de su carrera, aunque no se encuentre en su mejor momento, son fallos que podría ahorrarse porque no sólo le dejan mal a él, sino al que le pone en el campo.

El chaval, de 19 años, se ha ganado la oportunidad. Con carácter, con personalidad y sin miedo. Parecía un veterano ante el Elche. Su irrupción es una gran noticia para la Academia rojiblanca, que durante todos estos años ha visto cómo 41 canteranos han debutado con Simeone, pero sólo Thomas, Lucas Hernández o Saúl se consolidaron. En el minuto 47', Pablo Barrios firmó una conexión con Joao Félix y Griezmann, que podría dar muchas alegrías al Atlético. Las patas del club, de las que habla Simeone (afición, jugadores, cuerpo técnico y directiva), deberían asentarse en estos tres futbolistas...

Aunque el minuto de silencio estaba previsto sólo en memoria de Lázaro Albarracín, vicepresidente del club rojiblanco fallecido el pasado 23 de noviembre, también se sumó el recuerdo a Pelé, que falleció dos horas antes de que empezara el encuentro en el Metropolitano.

"Este jueves nos ha dejado una leyenda del fútbol mundial. Toda la familia atlética nos unimos al dolor por el fallecimiento de Pelé y expresamos nuestro pésame a sus familiares y amigos. Descanse en paz", afirmó el Atlético horas antes en un comunicado.