Griezmann mantiene el estatus del Atleti ante la Real

La imagen de José María Giménez celebrando el primer tanto del partido representó la rabia del vestuario rojiblanco. Los goles de Griezmann y Nahuel Molina, los dos mejores jugadores del Atlético en este curso, mantuvieron el estatus del Atleti ante la Real, que durante muchos momentos de la temporada amenazó al equipo rojiblanco con quitarle la tercera plaza. El grito de Giménez fue como el de la liberación del estudiante que puede sacar un sobresaliente, pero que saborea un aprobado raspado porque durante algunos tramos de la evaluación vio incluso el suspenso.

No es ningún título para el Atlético acabar entre los tres primeros o la posibilidad de pelear por el subcampeonato en la última jornada, pero sí era una obligación confirmar su jerarquía en LaLiga ante uno de los mejores equipos del campeonato. Los rojiblancos acabaron sufriendo en los últimos minutos con el tanto de Sorloth, en el 87', como de costumbre. Pero vencieron ante un rival que estaba jugándose mucho más que los rojiblancos. Pese a la derrota, la Real acabó con fiesta en el Metropolitano gracias a la derrota del Villarreal y jugará la Champions en la 2023-24.

Tras 19 partidos en el Metropolitano en esta 2022-23 resulta difícil inventar nuevos calificativos para Griezmann. Estas contracrónicas no son más que una plantilla idéntica para todos los partidos, en los que únicamente este periodista se dedica a actualizar los excelentes datos de Antoine. 16 goles (15 en LaLiga) y 15 asistencias. Griezmann es esa noticia que se cuela en Google Discovery todos los partidos; Griezmann es ese amigo que aparece con una caña en sus manos cuando estabas resignado a guardar una larga espera en la barra; Griezmann es como ese conductor de autobús que no cierra la puerta y espera a que subas después de tu sprint a lo Usain Bolt; Griezmann es el compañero de clase que siempre te pasa los apuntes; Griezmann, en definitiva, es el tipo de persona que siempre te saca una sonrisa. Juega al futbol, sí. Muy bien. Pero el francés sobrepasa esa celestial línea que va más allá del deporte. Sin lugar a dudas, el jugador diferencial de laaaaaargo (añadid tantas vocales como queráis) de este Atlético de Madrid.

El hombre de negro contra el de blanco. Simeone contra Alguacil. Dos formas de entender el fútbol. Y dos formas de conectar con la gente. Ésa puede ser la principal característica de dos hombres importantísimos en el Atlético de Madrid y Real Sociedad. El técnico txuri-urdin ha conseguido instalar en la élite un equipo repleto de chavales de Zubieta y esta temporada ha amenazado hasta el día de hoy la tercera plaza de LaLiga, que da acceso a jugar la Supercopa de España. El resultado del Villarreal en Vallecas, permitió a la Real que esta derrota doliera menos. La Champions sigue estando en el bolsillo. Todos los honores para Alguacil porque si el objetivo del Atlético es simplemente meterse entre los cuatro primeros, lo de la Real Sociedad entonces no tiene nombre, más si cabe sin su delantero estrella (Sadiq) desde el inicio de la temporada (eso sí, con un gran Sorloth, con 16 tantos en este curso).

Reguilón había jugado 171 minutos repartidos en 10 encuentros en lo que va de temporada. Disfrutó de su primera titularidad en el Atlético de Madrid. Por delante de Pablo Barrios o Kondogbia, por ejemplo (sin entrar a valorar que también se quedaron en el banquillo Correa, Morata o Savic). Caben varias lecturas. Opción 1: Simeone quiso premiar un esfuerzo que no vio durante todo el curso. Opción 2: el técnico quiere reivindicar de alguna manera el milagro de la undécima temporada en Champions con este tipo de refuerzos que le trae el club. Opción 3: fue la mejor opción ante las bajas de Memphis, Marcos Llorente, Lemar y Reinildo. Opción 4: un remix de las anteriores (que no es lo mismo que ninguna de las anteriores). Su inclusión en el once sorprendió, fundamentalmente, porque es un jugador que no seguirá la temporada que viene. Kondogbia, probablemente, tampoco (pero siempre se fajó como un soldado cholista cuando jugó). Pero lo de seguir manteniendo a Barrios en el banquillo de los suplentes es el WhatsApp que me gustaría recibir de Simeone para entenderlo. Y lo cortés no quita lo valiente: Reguilón, que completó 69 minutos, no jugó un mal partido e, incluso, casi marcó gol en una de las mejores ocasiones del partido en el minuto 47 que salvó a córner Remiro.

Nahuel Molina es, de alguna manera, el fiel reflejo de la temporada del Atlético de Madrid. Empezó recordando a esa clase de laterales diestros del club rojiblanco para el olvido (Njegus, Pilipauskas, Seitaridis...), fue remontando el vuelo tras el Mundial y justificó al final el empeño de Simeone en traerle. Otro gol para el argentino, que mostró su mejor virtud: su velocidad y profundidad con espacios de por medio. El problema para el Atlético en esta temporada es que no todos los jugadores alcanzaron su mejor nivel al mismo tiempo. Fue una orquesta-banda desacompasada demasiado tiempo como para competir por títulos (sobre todo, por lo ofrecido en Champions y durante el primer tercio de LaLiga).

La imagen de Lola Gallardo en la previa de este Atlético de Madrid-Real Sociedad era la de todos los atléticos. Con la bufanda atada en la cabeza y una permanente sonrisa. "¡Vamos a quemar la noche de Madrid!", decía anoche después de ganar la Copa de la Reina al Real Madrid. El gol de Estefanía Banini fue lo mejor que le pasó al club esta temporada (nuestra compañera Mayca Jiménez 'bendijo' a las dos goleadoras rojiblancas, la argentina y Lucía Moral, entrevistadas para Relevo en la previa de la final de Butarque). Golazo. Un orgullo para todos esos aficionad@s que no han disfrutado del Atleti esta temporada en general. La remontada colchonera fue de alguna manera a contra natura: ante el eterno rival, el empate en el minuto 95 y triunfo en la tanda de penaltis. En el anterior encuentro ante Osasuna, la homenajeada fue la gran Virginia Torrecilla; hoy fueron todas, que demostraron en prime time televisivo (en La1) el lema del Atlético: "Nunca dejes de creer".