Banini: "Que me comparasen con Messi es un orgullo, estaría bien que nos conozcan a nosotras"

Hay jugadoras que llevan el liderazgo en la sangre. Estefanía Banini es una de ellas. La argentina, que buscará este martes el pase a la final de la Copa de la Reina con el Atlético, tiene una personalidad única. No dudó en alzar la voz junto a otras compañeras para pedir mejoras en su selección. Pagó un peaje de tres años de "sufrimiento" sin vestir la Albiceleste. Y, tras volver a defender en los terrenos de juego a su país, sigue en pie de guerra contra aquello que ella considera injusto. Ya sea en la Liga F, en su Selección o, simplemente, en el hecho de cuidar ese ejemplo que le queda a las niñas que hoy la ven como una referente. Lo es. Con mayúsculas.

Porque se cansó de repetir que no la comparasen con Messi. No por ella. Ni por el astro argentino, sino por dar prioridad a la visibilidad que tanto necesitaban las jugadoras en su país. "Es un orgullo que me comparasen con el mejor jugador del mundo, pero estaría bien que nos conozcan a nosotras. No teníamos un apoyo tan grande en Argentina y había que dar a conocer nuestras historias, de dónde venimos o cómo hemos llegado hasta aquí. Sobre todo, para generar referentes para las niñas que vienen en camino", remarca la jugadora, que nos recibe en la Ciudad Deportiva Wanda de Alcalá de Henares en las horas previas a jugarse el pase a la final de Copa.

La charla con ella gira en torno al varapalo que ha sufrido el equipo en Liga, al bonito reto en este torneo y a ese Mundial que se avecina. Una cita en la que estará tras su redebut con la Albiceleste. "Fue muy duro encontrarme fuera de la selección por hablar públicamente de lo que hacía falta. Ya se había tratado internamente, pero a diferencia del masculino, en el femenino hace falta hablarlo públicamente. Es una lástima que tenga que ser así porque las consecuencias las sufren las jugadoras que hablan. Los tres años que estuve fuera lo pasé muy mal y fueron momentos duros", cuenta Banini, que echa la vista atrás y no puede evitar acordarse de todo lo que ha luchado para llegar hasta aquí.

Ahora, es una futbolista mundialmente conocida y con un currículum envidiable. Ha pasado por el Washington Spirit de la Liga estadounidense y por clubes de la Liga F como el Valencia, el Levante y su actual equipo, el Atlético. Una realidad tras la que está la historia de una niña que tuvo un sueño y no paró hasta conseguirlo. "Era tan grande que venció muchas barreras de machismo y de lo que imponía la sociedad", apunta. En su recuerdo queda aquel día en el que, mientras trabajaba en un quiosco de un parque, le llegó su primera propuesta para jugar de manera profesional al fútbol.

Fue el inicio de una larga carrera en la que, aunque ella misma ya haya activado la cuenta atrás, sigue mostrando que hay Estefanía Banini para rato. "Son mis últimos años de carrera y con la Selección sería el último Mundial, pero me encuentro bien y con buen nivel", afirma. A sus 32 años, la futbolista argentina se prepara para la disputa de la Copa de la Reina en el Atlético... en la previa de un Mundial especial.

"La decisión está tomada. Tengo que disfrutar del Mundial y aprovecharlo al máximo. Es un tema delicado porque duele mucho dejar lo que uno tanto ama", confiesa. Y aparca esta nostalgia para valorar el presente: "Me estoy enfocando en el hoy y estoy logrando muy buen rendimiento. Estoy contenta con eso". Su foco está totalmente en el partido de este martes, ante el Alhama. Está a 90 minutos de sumar un título con el Atlético.

"Es un sueño levantar un trofeo con este club", destaca Banini. La argentina está "motivada" y siente que el equipo está ante la oportunidad de terminar el año con una "buena Copa" tras un proceso "difícil". Las rojiblancas no lograron el objetivo de volver a clasificarse para la Champions y las de Manolo Cano saben que este torneo es la oportunidad de curar esa herida. "Nos quedó pendiente y no lo pudimos lograr. Más allá de eso, supimos llevar bien la Copa y competir cada partido como si fuera una final. Hemos cambiado el chip y vamos a intentar hacer una buena Copa para lograr llegar lo más lejos posible. Es importante que tengamos al club donde se merece", subraya.

El vestuario aún no ha hecho balance de lo vivido en los últimos meses. "Viene la Copa y todavía no nos hemos sentado para hablar de la temporada. Nos queda algo importante que podemos lograr", remarca. Banini sabe que no será fácil. El Atleti tiene el cartel de favorito para llegar a la final, donde le espera el Real Madrid o el Athletic, pero su rival, el Alhama, es un equipo "duro". Las murcianas vienen de consumar su descenso a Segunda y tienen el reto de llegar a su primera final.

La mediocentro argentina admite no conocer con detalle lo ocurrido en el vestuario del Alhama y prefiere no hablar del tema. "Espero que no sea así y si es así es lamentable que pasen estas cosas. Es inaceptable, pero no lo controlo". Tampoco se quiere parar a hablar de su futuro. "Se termina mi contrato, pero estoy tratando de disfrutar el día a día y tengo un Mundial por delante. Estoy muy tranquila. Las decisiones de mi futuro las tomaré más pronto que tarde, pero ahora estoy con la cabeza puesta en la Copa".

Tras el torneo copero llegará esa Copa del Mundo que tanto anhela. "Hay más gente siguiéndonos y expectante en Argentina. Esa euforia es real. Es importante que se sepa que nosotras venimos luchando desde hace muchos años por tener las condiciones para poder empezar este camino profesional. Estamos lejos de ganar un Mundial. Hay que poner en contexto a la gente para que sepan que Argentina nunca ha ganado un partido en un Mundial y el objetivo es ese. Toda esa gente que se está sumando ahora al fútbol femenino tiene que entender que nosotras estamos luchando por otras cosas. Ir al Mundial es seguir creciendo para permanecer en cada competencia internacional importante", reflexiona. Y sentencia: "Ganar el Mundial para nosotras es conseguir una victoria Mundial". Palabra de capitana.