FC BARCELONA

Pedri y Casadó cosen la herida que dejó Busquets en el Barça: "Para entender lo que era sólo hay que mirar ahora mismo al Madrid"

El actual jugador del Inter Miami subió al primer equipo de la mano de Pep Guardiola en 2008, con apenas 20 años, y se marchó del club con 35 como primer capitán.

Sergio Busquets se marchó del Barcelona al término de la temporada 2022/2023. /AGENCIAS
Sergio Busquets se marchó del Barcelona al término de la temporada 2022/2023. AGENCIAS
Mateo López de Prado

Mateo López de Prado

La ciencia ficción genera fantasía y universos imaginarios para evadir al público de su vida rutinaria. El fútbol produce una sensación similar. Durante noventa minutos, dos o tres veces por semana, el equipo de tu familia, el de tu ciudad o el que tú mismo selecciones te arraigará a una identidad y a un grupo social único con su cultura y tradición. Y la filosofía por bandera del FC Barcelona con control, dominio, ataque y presión cautivó a millones de aficionados durante su esplendor a las órdenes de Pep Guardiola, impulsados por la precisión y talento natural de Leo Messi y la puntualidad al corte y elegancia de Sergio Busquets.

El de Badía fue el último de la generación dorada de La Masia en caer en el vestuario del primer equipo. Iniesta, Xavi, Puyol, Valdés o Messi ya estaban consolidados tras años viajando por los campos de toda Europa y, además, con varios títulos en su palmarés. Pero Sergio se convirtió en 2008 en la pieza que engranó todos los anclajes para potenciar la maquinaria al máximo. Sin redes sociales, sin excentricismos y con la naturalidad del vecino del pueblo, Busi aparcó en el círculo central del Camp Nou para convertirse en la llave maestra del esquema culé. La posición, la función y la calidad del mediocentro fueron esenciales para el correcto funcionamiento de una orquesta bien afinada.

Guardiola puso la primera piedra para el futuro de Busquets

Guardiola, una persona con convicción donde las haya, ascendió en 2007-2008 con el Barça Athletic en su primera temporada como entrenador. Subió al filial del club catalán a la antigua Segunda B proclamándose campeón de la Tercera División. A su mando estaba Sergio Busquets. En cambio, antes de ser trascendental partiendo de centrocampista, de estar en manos del de Santpedor en el segundo equipo y, posteriormente, caminar por los grandes escenarios mundiales juntos, la demarcación del canterano durante su anterior etapa en el Barcelona C estaba variando entre la defensa y el mediocampo por su alta estatura y lentitud.

A lo largo del curso que compartieron en el segundo equipo ojeando el Camp Nou desde el Miniestadi, el exjugador del Barcelona encandiló a Pep con su facilidad y temple para traspasar y romper la líneas defensivas de los rivales. La visión del técnico para plasmar sus ideales en un campo del fútbol desarticuló la realidad confusa entre dos aguas que vivía el futbolista en ese momento. Sin pensarlo dos veces el técnico tomó medidas. El jugador abandonó definitivamente la zaga y se proclamó dueño del mediocentro atendiendo a los consejos e indicaciones de Guardiola. La clarividencia y la desmesurada capacidad intelectual para encontrar los espacios libres se impusieron.

 Jordi Roura, director de la cantera del Barça, excompañero de Guardiola en el "Dream Team" y componente del cuerpo técnico blaugrana durante varios años, habló con Relevo para dar las claves y desgranar la singularidad del fútbol de Busquets. Para comenzar, explicó la razón por la que el entrenador fijó su mirada en el mediocentro: "Yo creo que Pep al haber conocido tan bien esa posición, para él fue más sencillo detectar el talento de Busquets. En cierta manera eran parecidos. Al final, buscaba un ancla, necesitaba una persona que estuviera siempre bien colocado para buscar ese equilibrio en el juego. Y eso no es fácil, porque hay jugadores que tienen tendencia siempre a tirar para arriba, a moverse o perder la posición".

El inicio, nudo y desenlace de Busquets con el FC Barcelona

Como se suele decir, los comienzos nunca son fáciles. Guardiola cogió las riendas del primer equipo en el verano de 2008 y después de presenciar la pretemporada no contó con Sergio desde el pistoletazo de salida. Y Víctor Sánchez, componente de la plantilla del Barça en aquella época, ha respondido a la llamada de Relevo para contextualizar los hechos. "Habíamos subido al primer equipo a hacer la pretemporada Pedro, Sergio Busquets y yo. Y de los tres, a Pedro y a mí nos dice Guardiola que seguimos en dinámica. Y a Sergio le dice que lo baja al equipo B y que en el momento que vaya a contar con él subiría otra vez. Entonces, parecía que no iba a contar en un principio tanto con él", comentaba sobre el inicio de ambos en el Barcelona.

Y tras la primera jornada de liga con derrota ante el Numancia por 1-0, las circunstancias dieron un vuelco a la situación de Busquets a las primeras de cambio. De no entrar en la convocatoria, a ser titular en el segundo partido de la temporada. Con 20 años se alzó con la responsabilidad de equilibrar y controlar las velocidades del juego del Barcelona. "En el segundo partido ya llama a Sergio y le dice vas a ser titular contra el Racing. Entonces yo creo que lo que más confianza le dio es decir oye, confío en ti, te voy a meter de inicio. Y después Sergio es muy bueno para hacer lo que tenía que hacer en el Barça. Porque que tú pongas a un jugador diez, doce o quince minutos no es lo mismo que tú le digas sal de titular cuando has perdido el primer partido", relataba el exjugador del Espanyol.

Sergio Busquets se consolidó con una normalidad pasmosa. Con el paso de cada encuentro se hacía más presente su papel en el mediocampo culé como cortafuegos e iniciador del ataque. Parecía que llevaba jugando en el Camp Nou ante 90.000 personas toda la vida. "Muchas veces tú ves cosas en el fútbol amateur, pero parece que después cuando llega al fútbol profesional, no puede hacer lo mismo. No le salen las cosas por carácter o a lo mejor le cuesta y, sí que es verdad, que yo es de los jugadores que más me ha sorprendido en el cambio de fútbol amateur al profesional. No le cambió nada. Él jugaba igual si estaba en el primer equipo o en la selección", narraba Víctor Sánchez.

La academia del Barcelona le permitió una mayor adaptación y comprensión de los movimientos de sus compañeros y, aún más, cuando una gran parte proceden de La Masia igual que él. Pero, sus condiciones y talento marcaron la diferencia en multitud de ocasiones. "Es el mejor del mundo en esta posición, porque para mí es el más rápido mentalmente. Tiene una velocidad mental impresionante. Antes, bastante antes de que le llegue el balón, ya sabe dónde lo mandará y dónde lo jugará. Tiene una técnica maravillosa para jugar rápido y luego tiene un sentido táctico, una inteligencia táctica, que siempre le hace estar bien colocado sin tener ninguna característica especial. Defensivamente es buenísimo, tácticamente sobresaliente y por lo tanto es una serie de condiciones que han hecho que él en esa posición sea el mejor jugador del mundo. Con diferencia, creo yo", contaba Roura describiendo el juego del mediocentro.

El director de la cantera culé se deshacía en elogios hacia Busquets y sobre su largo recorrido como comandante del centro del campo blaugrana: "Era un jugador con muchísima personalidad, muchísimo carácter y muy competitivo. Era un poco el termómetro, hacía que la circulación del balón fuera rápida o no lo fuera tanto, y eso marcaba mucho el nivel del equipo. Y era el ancla para el equilibrio. Siempre bien ubicado. Siempre preparado para atacar. Siempre preparado para robar el balón. Tenía capacidad para el último pase. Completísimo, fantástico".

Y para suerte o desgracia, todo principio tiene su final. Llegó a jugar 722 partidos con la camiseta del Barça. Sin ser su mayor especialidad aportó 18 goles y repartió 43 asistencias. Primer capitán, Ligas, Champions Leagues, Copas del Rey,...Su salida generó un vacío que parecía haberse evaporado de la memoria tras quince años como el principal sostén de la estabilidad en los partidos de los culés. "El Barcelona ha vivido de Messi, lógicamente, y ha vivido también muchísimo tiempo de tener a Busi como ese jugador que te generaba superioridades en todo momento, siempre tenía el pase correcto y sabías que siempre lo tenía. Por eso al principio al Barça le ha costado o le va a costar jugar sin él. Veremos si se puede encontrar un jugador que tenga el peso de Sergio en el equipo", explicaba Víctor Sánchez.

La alargada sombra de Sergio Busquets

Aunque su toque y sus pases se mantuvieron impolutos, la dimensión y el alcance de Busquets en la faceta defensiva disminuyó con el paso de los años, como es natural. "Los últimos, quizá dos años, sufrió mucho más de lo que disfrutó jugando en Barcelona, porque es un jugador que, aunque seguía teniendo esa calidad, a nivel físico no estaba al mismo nivel que antes. Sobre todo, también, que el equipo se partía mucho más o no ganaba duelos. Entonces, hacía que tuviese que correr mucho más y ahí él sufría", contextualizaba Víctor Sánchez sobre los últimos años del centrocampista.

Su última aportación a las vitrinas culés fue un disputado y celebrado título de liga en 2022/2023. Y Xavi Hernández, como entrenador del primer equipo, tenía que hacer frente al complicado reto de armar un nuevo mediocampo sin la brújula de los últimos 15 años. Los fichajes de Oriol Romeu y Gündogan o la aparición de Fermín López fueron el primer paso para suplir la baja del de Badía. Aunque, la tarea pareció superar al técnico. El agua se desbordaba con la multitud de lesiones (Gavi, Frenkie de Jong, Pedri,..) que se fueron fraguando repetidamente en el mediocampo durante la temporada y la imposibilidad de reforzarse con autoridad por la desastrosa situación económica del club.

Ante el aluvión de goles que encajaban los culés en la primera parte de la temporada con Frenkie de Jong o Gündogan en la base, Xavi dio un paso hacia atrás y le otorgó el lugar de Busquets a un central como Christensen. Priorizó la solidez defensiva. Los pases horizontales brillaban por su presencia y los ataques mediante combinaciones colectivas se caracterizaban por su lentitud con excepciones como Lamine Yamal o Fermín López que aportaban desborde y electricidad respectivamente.

"En el segundo año llegaron los problemas (el primero sin Sergio). A priori el equipo se vio reforzado y siguió con la idea del mismo sistema, pero tuvo muchísimas bajas y esto aunque todo el mundo diga que no, se acusa muchísimo. Entonces, Xavi intentó buscar soluciones. Probó la figura de Christensen y es verdad que el equipo no acabó de funcionar. Con retrospectiva, cuando lo miras, pues igual tenía que haber jugado o haber probado con dos pivotes o darle otra variante táctica, pero a veces es difícil", ponía en conocimiento Roura sobre lo ocurrido la temporada 2023/2024.

El Barça vagaba por el desierto para sustituir a Sergio. Y Víctor Sánchez recurrió al presente del Real Madrid para ejemplificar el hueco que dejó el de Badía en la Ciudad Condal: "La imagen para mí que más hace entender lo que es Busquets es el Madrid. Ahora mismo el Madrid es un gran equipo, pero ha perdido a su brújula. Ha perdido a Toni Kroos. Y solo con eso parece que juegue mucho peor que el año pasado. Hacía que el equipo estuviera junto. Controlaba el tempo del partido, cuando presionar o cuando tenía que replegar".

La táctica Hansi Flick con Pedri y Marc Casadó ¿La solución al problema?

El final en blanco de la temporada pasada descompuso la etapa Xavi Hernández al frente del equipo. Las idas y venidas, un ambiente tenso, sin una filosofía definida y los malos resultados terminaron por sentenciarlo. Había que reemplazar al de Terrasa, y semanas después, aterrizó en la Ciudad Condal Hansi Flick. La eficacia, el entrenamiento físico, el orden, la rigidez y la seriedad alemana se introdujeron en Can Barça para darle la vuelta a la tortilla. Con pausa, calidez y confianza hacia sus jugadores, el teutón comenzó a crear una estructura y sistema vistosos y efectivos para ganar partidos. Y la dupla de Pedri y Marc Casadó se consolidó con el paso de los encuentros como el lazo de unión entre el ataque y la defensa.

El Golden Boy2021 se mantiene sano y parece haber dejado atrás sus lesiones. Se ha hecho con el control del juego dirigiendo al equipo sin vergüenza ninguna. Está desplegando su mejor fútbol. Y Marc Casadó ha esperado su oportunidad como actor de reparto para convertirse en el protagonista este año. Es el encargado de barrer, pasar y robar balones acompañando a Pedri en la base del centro del campo. Ha resistido durante dos temporadas sólo participando en cuatro o cinco partidos con más de 30 convocatorias a sus espaldas. Flick ha suplido la baja de Sergio con dos jugadores que se complementan a la perfección por sus diferencias. "Entre los dos hacen un jugador, un Busquets más completo aún", comentaba Víctor Sánchez.

Individualmente, tienen pocas semejanzas. Jordi Roura, uno de los descubridores de Marc Casadó, lo describió con asombro por su evolución y tan rápida adaptación a la dinámica del primer equipo: "Ya sabía que jugaba muy bien al fútbol y con una gran capacidad técnica. Lo que me ha sorprendido es sobre todo es es esa fortaleza física, esa capacidad defensiva que tiene de estar tácticamente siempre tan bien colocado, porque realmente está jugando a un nivel sobresaliente". El canterano no piensa soltar la titularidad, se agarra con fuerzas, sacrificio y con demostraciones de su valía.

El canario, por su parte, ya es de sobra conocido desde su debut en 2020. No se especializa en la defensa o el gol, facetas que está mejorando. Sus virtudes, muchas, se relacionan directamente con el balón en los pies. "Pedri con balón es un espectáculo y a causa de eso es un jugador que sabes que le puedes dar siempre el balón. Te va a dar un poco de lo que hacía Busquets, te va a mejorar la jugada. Entonces, al final él hace la mejor jugada para el Barça. El equipo sale mucho más limpio desde atrás y además probablemente mejora a nivel ofensivo porque tendrás a un jugador delante que te asegure un poco más de gol de lo que te aseguraba él", expresaba Víctor Sánchez.

"Históricamente, el Barça ha funcionado cuando marca diferencias en el centro del campo", señalaba Roura. Y así está siendo. Junto a la perfección de la defensa ajustando la línea del fuera de juego y a la brillantez en el ataque de Dani Olmo, Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski, los dos mediocentros, titulares indiscutibles hasta la fecha, se compenetran a la maravilla para hacer funcionar el sistema operativo del ordenador alemán. "A nivel táctico son dos jugadores, tanto Pedri como Casadó, que les gusta mucho más moverse y salir de esa posición de mediocentro y al final si sale uno, se queda el otro. Entonces, siempre tienes a alguien la base. Además, lo haces con dos jugadores que también tienen muy buen tacto con el balón y que entienden el fútbol como quiere hacerlo el Barça ahora mismo", analizaba Víctor Sánchez sobre el cambio a dos jugadores en la base como Pedri y Casadó a diferencia de Busquets.

Aunque, no hay que quitarle mérito a la irrupción de Flick, que ha sido el artífice de este cambio radical por su manera de interpretar el juego y por sus ideas. Y acompañadas de la filosofía del club, retroceden a los más melancólicos a épocas pasadas con los bajitos controlando el tempo de los partidos. Y Roura nos dio las claves de este instantáneo éxito: "Les favorece muchísimo la idea de jugar con la línea tan adelantada. Así el espacio que recorre el centrocampista hace que sea más pequeñito. Para ellos es muchísimo más cómodo apretar y sobre todo, tener el balón. Cuando a esto le añades una capacidad técnica maravillosa, no pierden balones, siempre están bien colocados". Víctor Sánchez añadió: "El Barça se ha actualizado. Es un equipo muy compacto y sobre todo con una presión alta y asfixiante".