ESPAÑA - SUIZA

La vuelta a casa de Pedri, el niño "bajito y flaquito" al que rechazó el Tenerife

El jugón regresa al Heliodoro Rodríguez López, cinco años después, como la estrella de su gente.

Pedri, en sus inicios /Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas
Pedri, en sus inicios Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas
Andrés Arencibia Almeida

Andrés Arencibia Almeida

Este lunes 18 de noviembre es Día de Reyes Magos en Tenerife. Porque, 28 años después, vuelve la Selección española de fútbol masculino a la isla. También aterriza el que fue rey algún día, el canterano Ayoze Pérez, que en principio no jugará por lesión, junto a su compañero grancanario Yeremy Pino. Y porque el que es más mago que rey visita por segunda vez el Heliodoro Rodríguez López. Un pibe que viene de ganar una Eurocopa en verano y que es actual líder, en solitario, de LaLiga. Un tal Pedri González López, quien casualmente cumple 22 años este mismo mes.

No hay rencores. "Las Palmas me dio la oportunidad, pero el Tenerife es el equipo de mi isla", puntualizaba ayer domingo el protagonista en rueda de prensa. La afición tinerfeña, en cualquier caso, es agradecida con los profesionales de su tierra. Con el teguestero, que sonó dos veces en el radar del equipo santacrucero -cuando estaba en alevines y en categoría cadete-, siempre hay buenas palabras. La estima para el '8' del FC Barcelona es bastante alta. La humildad, el ser cordial, es una de las mejores cualidades del joven. Y eso lo valora el público. Ya se pudo entrever en el recibimiento de los jugadores, el sábado en el aeropuerto Tenerife Norte-Ciudad de La Lagunay este domingo en el entrenamiento solidario a puerta abierta en ayuda a las personas damnificadas por la DANA. Se notará todavía más en el terreno de juego.

Seguramente para Pedri este regreso no es una visita más. "No, no lo es. Lo que más ilusión le dará es poder jugar aquí con su gente, delante de su familia y amigos en su tierra, sobre todo representando a su país en su "casa". Para mí significa un gran regalo, porque verlo jugar en Tenerife no pasa casi nunca. Siendo sincero creo que va a ser un partido muy bonito y especial no solo para nosotros y para él, sino también para la isla", retrata su mejor amigo, el tinerfeño Francisco Rodríguez Llarena, en Relevo.

Es su isla, su gente, sus costumbres, de las que se acuerda cada vez que puede. Es la tasca de su padre, muy culé para variar. Y de la comida casera se pasa al plato entrante, a lo que más le molaba al niño: jugar en el modesto Juventud Laguna. Ahí conoció el balón y disfrutó menos de lo que hizo disfrutar al espectador, que cada vez estaba más interesado en su figura elástica, atrevida, pícara. En el modesto club compartió ilusiones con sus amigos y con su hermano, Fernando González. "Siempre fue un chico bastante normal, introvertido, tranquilo", confirman varias fuentes del club lagunero a Relevo.

El primer partido de Pedri en el Heliodoro

El 7 de septiembre de 2019, antes de que la pandemia de COVID-19 alterara el mundo, Pedri pisó por primera y única vez, hasta ahora, el césped del Heliodoro Rodríguez López. Fue su primer derbi canario como profesional y, como cualquier mortal, soñaba con irrumpir por la puerta grande, romper la maldición de 18 años seguidos sin victoria de la UD Las Palmas en feudo blanquiazul. Cierto, la estadística estaba inflada por la irregularidad de los encuentros entre ambos equipos, ya que no siempre coincidían en la misma categoría. Aun así, el dato seguía pesando. Bajo la dirección de Pepe Mel, su mentor futbolístico, el equipo amarillo llegaba a la jornada 4 sin haber saboreado aún el triunfo. Las ganas de sumar de tres eran más intensas que nunca, alimentadas por la urgencia y el deseo de cambiar el rumbo.

No hubo suerte para el lado visitante. Acabó 0-0 y con "los canariones" en el puesto 17º. El prodigio con desparpajo jugó 86 minutos -fue sustituido por el delantero polaco Tomas Pekhart- y se llevó una tarjeta amarilla por una entrada a destiempo. "Realmente era su primer partido importante. Recuerdo que fue un encuentro duro. Desgraciadamente Pedri salió tocado de ese partido tras una patada. También fue muy especial ya que era su primer año como profesional y sobre todo porque jugaba, por primera vez, en Tenerife. Era todo muy diferente, teníamos 16 años y lo veíamos como un partido del inicio de su carrera", añade Fran, su querido amigo.

El enfrentamiento, de dos rivales que siempre se quieren hacer más que cosquillas, además fue tenso y con suspense. La tecnología quiso ser protagonista. Mientras el árbitro titular, Isidro Díaz de Mera, señaló pena máxima a favor de la UD Las Palmas por un claro derribo dentro del área de Aitor Sanz sobre Rubén Castro -era el 89'-, el juez de línea levantó el banderín por fuera de juego. Y el VAR lo ratificó. Quince minutos antes de la incidencia que levantó titulares y callos en la prensa de Gran Canaria, sí expulsaron al centrocampista Luis Milla, uno de los mejores jugadores que ha pasado recientemente por el Club Deportivo Tenerife.

Curiosamente, ese derbi lo ganó en posesión el combinado de López Garai (53% contra 47%). Se igualó en tiros a puerta (2), mismo guión en balones perdidos (131 contra 130). Al prodigio canario le faltó puntería, como al resto. Una puntería que sí tuvo Ayoze Pérez en 2013, con un doblete a la UD Las Palmas en Segunda División, para igualar la mayor goleada en Liga en un derbi canario para los tinerfeños -acabó tres a cero y calcó la misma diferencia de goles que un 4-1 de 1986-.

Los carpetazos al Tenerife y la nevada madrileña

Existen historias para todos los gustos: amores apasionados y romances que nunca llegaron a florecer. De estos últimos, el Club Deportivo Tenerife tiene mucho que contar. Cuando Pedri aún era un joven alevín, el club puso sus ojos en él y trató de incorporarlo a sus filas, pero sus notas escolares provocaron que sus padres declinaran la oferta "chicharrera". Los libros antes que el fútbol. Lo sabe bien Padilla, el ojeador que había apostado por él y quien regresó con las manos vacías y una mueca de resignación.

Pedri, junto a su hermano Fernando, en el Juventud Laguna.  Juventud Laguna
Pedri, junto a su hermano Fernando, en el Juventud Laguna. Juventud Laguna

Tiempo después se presentó una nueva oportunidad. Esta vez, en los despachos del club tinerfeño no supieron leer entre líneas. El chico jugaba en categoría infantil y los responsables de aquel entonces lo tacharon de "menudo, sin cuerpo, sin presencia". O siendo tan claros como el agua: "un chico bajito y flaquito". La oportunidad pasó.

Fue en 2017, ya cadete, cuando el destino llamó por última vez a su puerta. Julio Durán, ojeador con la esperanza renovada, buscó su incorporación urgente al Tenerife, justo cuando el verano se desvanecía y la liga se perfilaba en el horizonte. Pero Pedri no se doblegó. Nunca más volvió a saber del Tenerife. Y así fue como la UD Las Palmas, atenta al caso, dio el golpe maestro: firmó al joven prodigio y lo lanzó a los focos del fútbol profesional el 18 de agosto de 2019, ya incluso firmado por el avispado FC Barcelona de Josep Maria Bartomeu, quien convenció a la entidad canaria con cláusulas que podían llegar -y llegaron- a los 30 millones de euros. A esto, se sumó un 15% sobre la plusvalía de una futura venta.

Antes del gigante blaugrana hubo otros tantos conjuntos que intuyeron el destello en el niño de Tegueste. El Atlético de Madrid se acercó al Juventud Laguna, y el ojeador canario del Real Madrid, Sixto Alfonso, incluso se sentó en la tasca familiar con propuestas y promesas. De hecho ahí comienza la aventura del culé Pedri, viajando a Valdebebas. Era una semana de febrero de 2018, desafiando el invierno madrileño. Pero el aeropuerto Adolfo Suárez se paralizó bajo el manto blanco de la nieve y los campos de entrenamiento se vieron reducidos a postales heladas. Lo que debía ser una oportunidad de oro se transformó en apenas dos días de pruebas bajo la nieve. El ejecutivo del Madrid, en medio del desastre, se despidió del niño. No hubo más observaciones.

Una entrevista pura para algunos y dolorosa para otros

En una charla, en 2019, para UD Radio, Pedri, con la voz aún teñida de la ilusión de sus 17 años, compartía cómo transcurría un día en su vida como promesa del fútbol. "La vida que llevo es la de todos los niños que sueñan con ser futbolistas. Estoy muy feliz por todo lo que me está sucediendo", afirmó.

Acababa de ser convocado por la selección para el Mundial Sub-17 y no podía disimular su entusiasmo. "Voy a disfrutar de la experiencia en el Mundial con la selección. Tuve la suerte de jugar en Catar y marcar con la selección sub-17 en mi debut", recordaba con los ojos brillantes. Sin embargo, un momento que guardaba con un sabor especial en la memoria era su primer gol como profesional, que anotó frente al Sporting de Gijón: "Sirvió para ganar y eso lo hace más especial", confesó.

El joven mediocampista habló de lo que significaba para él defender el escudo de la UD Las Palmas, el equipo que le brindó la verdadera oportunidad, y la confianza, de debutar y de destacar en la élite. "Es un club que representa mucho para mí. Me dio la oportunidad de llegar al fútbol profesional. Sueño, como cualquier niño de mi edad, con jugar en Primera División con la UD Las Palmas".

Un sueño que nunca alcanzó y difícilmente cumplirá dado su caché, su impoluta progresión y su vivo sueño en la ciudad condal. "Honestamente no es fácil sentar cabeza y olvidarse de lo de fuera. Él es un chico muy apto para pensar en él y en los suyos. La clave del éxito para él también pasa por la humildad con la que vive. Los únicos consejos que le he dado han sido que sea como es, que así llegará a donde se proponga. Ah, y que no le haga caso a críticas externas, cosa que él no hace, no está dentro de él", cierra Francisco Rodríguez Llarena.

Este lunes 18 de noviembre sí va a recibir el cariño de los suyos en un recinto que pondrá corazón y que buscará ser, a partir de las 19:45 hora canaria, la última gran alfombra roja del año.