FC BARCELONA

La aparición de Casadó formula la pregunta del millón en el Barça: ¿dónde ubicar a Gavi?

El canterano ya suma minutos a la espera de coger más ritmo.

Flick abraza a Gavi durante un entrenamiento del Barça. /
Flick abraza a Gavi durante un entrenamiento del Barça.
Albert Blaya

Albert Blaya

Cada vez queda menos para que Gavi regrese al once titular. En el momento de su lesión, el Barça era un equipo totalmente distinto al que se encontrará cuando vuelva, con un entrenador nuevo y una forma de jugar distinta a la que imperaba cuando el canterano cayó, hace casi un año. Durante todo este tiempo, el fútbol ha ido labrando nuevas jerarquías y dibujando a un conjunto renovado: el Barça es ahora el equipo de Lamine Yamal y Raphinha en izquierda, de Cubarsí como central y Pedri de interior dominante. Nada de ello existía cuando el canterano se lesionó. Su regreso invita a imaginar un futuro desconocido.

Si antes del debut de Flick nos preguntábamos qué jugadores encajarían más con sus ideas, muchísima gente lanzaría el nombre de Gavi. El de Los Palacios es un futbolista que tiene en su ADN la valentía y personalidad que demanda el entrenador alemán, una forma visceral de sentir el juego que encaja con la forma de entender el fútbol que propone Hansi. Para recuperar la pelota antes que nadie, Gavi es una ventaja, pues no hay jugador en la primera plantilla que haga más cosas para que, una vez no la tienes, la pelota vuelva a ser tuya. Es por eso que en el equipo que más arriba está defendiendo (52,14 metros) y el que mayor porcentaje de presiones realiza en campo rival (64%), añadir a Gavi supone redoblar tu apuesta, fortalecer la idea.

El Gavi que nacía y que Flick debe rescatar

Antes de su grave lesión, Gavi estaba empezando a virar hacia lo que en esencia siempre fue en categorías inferiores: un centrocampista relacionado con la gestación de las jugadas, más cercano al primer pase que al último. Sin De Jong ni Pedri, Xavi se vio obligado a situarlo allí donde no había jugado y el andaluz brindó su mejor fútbol hasta la fecha porque se descubrieron la gran mayoría de virtudes con balón, unas que siempre había poseído pero que no se habían visto al estar jugando tan arriba: control orientado, buen ritmo a nivel pasador, y un motor preparado para aparecer en distintos espacios.

En el actual Barça, Flick no está tanto haciendo lo que quiere, sino lo que puede. Con una plantilla diezmada por las lesiones y en un equipo repleto de jóvenes canteranos, el alemán ha ido tejiendo su equipo alrededor de sus mejores jugadores: Pedri y Lamine Yamal. Mientras el primero es el centrocampista que mide los tiempos y se viste de mediocentro, interior y mediapunta, Lamine es el jugador sobre el que pararse para llevar a cabo la última ventaja. Con un mediocentro más posicional (Casadó, Eric) que se mueve más bien poco, Flick está optando por un tercer integrante que se vista de cuarto atacante a la vez que de tercer centrocampista, algo que Dani Olmo conjuga como muy pocos. ¿Dónde encaja Gavi?

Gavi, el segundo integrante ideal del centro del campo

Por lo visto hasta la fecha, y por la naturaleza de este Barça incipiente, a Gavi nos lo podemos imaginar en ese segundo escalón de la medular, el rol que ha venido desarrollando Pedri y Casadó, ante el Getafe. Por su esencia, al andaluz le encaja muy bien ese rol de dinamizador, de apoyo, giro y ruptura, además de la brutal contrapresión que pueda ejercer una vez se pierda la pelota. Imaginando a un Gavi ya plenamente recuperado, el debate no es tanto si Gavi o Pedri, sino a ambos juntos en un intercambio fluido, dinámico y dañino. Aunque Eric, Bernal y Casadó se hayan movido poco en esa posición, ¿Por qué no poder juntar a dos perfiles más dinámicos? Si algo demostró Flick en su Bayern es que todo partía de Thiago y Kimmich.

De momento, y como mayor halago posible, Flick ha logrado potenciar a cada jugador independientemente del contexto y compañero que tuviese al lado. Se ha visto a un súper Pedri escoltando a Bernal o a Casadó, a Marc haciendo lo propio en distintas alturas de forma indistinta. La confianza como base de todo para que el jugador muestre lo que lleva dentro. Con Gavi, el Barça ganará variedad en la medular para ser más imprevisible, a un futbolista para sumar todavía más amenaza tras pérdida y velocidad en la circulación. ¿Podríamos llegar a ver a un Gavi más cerca del mediocentro que del interior? Con Frenkie De Jong en la ecuación la historia será otra.