¿Quién es Marc Casadó, el futbolista que más ha utilizado Hansi Flick?

En el vestuario le apodan Kimmich. Él dice que por la apariencia física, pero la realidad es que su fútbol también tiene tintes del del alemán. Marc Casadó es mediocentro de nacimiento, aunque el año pasado compaginó el centro del campo con el lateral, necesitado Rafa Márquez de jugadores de banda por las bajas y la promoción de Héctor Fort. Y Casadó, currante como pocos, accedió a vestirse de medio en ataque y lateral en defensa. La temporada le valió para lograr un billete al primer equipo esta temporada, un pasaje que se le resistió con Xavi. Ya tiene dorsal: el 17.

Marc Casadó llegó al Barça siendo infantil. En La Masia recuerdan las horas que se pasaba hablando de fútbol con sus entrenadores. Sobre cómo era mejor enfocar una presión. O cuál era la mejor forma de salir de presión. "Cuando empezaba un partido, con una sola mirada ya detectábamos qué buscaba el rival", recuerda uno de sus entrenadores en Can Barça. Era de los que disfrutaba las charlas de vídeo analíticas en lugar de sufrirlas.

El centrocampista creció en la generación del 2003. La de Alejandro Balde, Xavi Simons o Fermín, aquel niño que no crecía pero el primero al que siempre renovaban. Casadó estuvo durante varios meses en los márgenes que separan el Barça Atlètic del primer equipo. Estaba suficientemente maduro como para dar un salto con los mayores, pero no acababa de tumbar la puerta. Tras más de 30 convocatorias, acabó debutando en Liga. En Champions lo había hecho un tiempo atrás. Era el primer paso.

En el vestuario del filial lo describían, futbolísticamente, como lo más parecido que había a Gavi. "Es un currante", apuntan desde el extinto cuerpo técnico de Rafa Márquez. Y a nivel personal, como un capitán. "Si tienes cualquier problema, te ayuda", contaba un tiempo atrás uno de sus excompañeros. Además, a nivel profesional cuida su carrera haciendo trabajo físico por su cuenta y vigilando con atención la nutrición. En junio debutó hasta 2028 con la promesa del club -ya cumplida- de tener ficha del primer equipo.

Casadó juega en una de las posiciones más sensibles del ecosistema blaugrana, como mediocentro. Es el termómetro. En pretemporada, a pesar de estar emparejado con Marc Bernal, con quien jugó todo el curso pasado, su rol ha sido bastante distinto. Si bien Bernal es un centrocampista más bien posicional, aunque Márquez intentó convertirle en un box to box, Flick ha visto a Casadó como un jugador con más recorrido. En varias ocasiones se le ha visto partir en el doble pivote y acabar en el balón del área, como en la acción que acabó en el primer gol de Pau Víctor al Manchester City.

Durante estas primeras semanas ha tenido como profesor a Thiago Alcántara, que se ha despedido -en principio- temporalmente del club para regresar al Reino Unido. Con Flick, Marc está encantado. "Se nota que es un entrenador muy bueno. Trabajamos mucho tácticamente y también físicamente, se está notando alguna mejora", comentaba Marc durante la gira. Es el jugador que ha disputado más minutos con el alemán en el banquillo.

La posición de mediocentro era una de las marcadas a reforzar desde hace tiempo. Realmente, desde la marcha de Sergio Busquets. Pero Flick parece estar dispuesto a creer en la pareja que forman Casadó y Bernal. Por lo menos, de cara el inicio de temporada, a la espera de resolver el cierre de la plantilla. Las actuaciones del capitán del filial le han acabado las puertas de un primer equipo falto de un especialista. "Entreno y juego al 100%, así las oportunidades puedan llegar. Me estoy dejando la piel. Ojalá vengan muchos minutos más", confesó el propio Marc.