Falcao: "Para FIFA no es interesante que se juegue al futsal en los Juegos Olímpicos"

Este domingo acaban los Juegos Olímpicos de París con la ceremonia de clausura. Como cada cuatro años, los apasionados del futsal han reclamado la presencia del fútbol sala y han usado las redes sociales para hacerlo. Algunos aficionados lo han hecho desde la crítica irrespetuosa a deportes como el break-dance, que hizo su debut en la capital gala, y otros como Alessandro Rosa Vieira, Falcao, han hecho un análisis certero de la ausencia de este deporte en las disciplinas olímpicas. El mejor jugador de la historia es tan atrevido en la pista como en sus declaraciones y por eso señala sin tapujos a la FIFA y al COI.

La megaestrella brasileña lleva años predicando en el desierto: "Siempre que llegan los Juegos Olímpicos es el debate de siempre". Falcao recordó a los 'haters' de otras disciplinas deportivas que "para ensalzar nuestro deporte no tenemos que menospreciar a otros" y aseguró que admira a "muchos atletas que están en París y que pasan el ciclo olímpico con mucha dificultad, poniendo dinero de su bolsillo y a veces viviendo en condiciones que no son normales para un atleta y aun así están representando a sus países".

En Relevo ya hemos desgranado los motivos por los que el fútbol sala no es olímpico, pero Falcao detalló la intrahistoria con la precisión de sus zurdazos. "Tanto el fútbol sala como el fútbol playa sufren mucho por ser deportes FIFA. Ya he oído que la FIFA entiende qué si el fútbol sala estuviera en los Juegos Olímpicos, eso restaría un poco la importancia del Mundial, que se celebrará dentro de dos meses, por ejemplo", aseguró el icónico '12' de la 'Canarinha', que tiene en su palmarés una medalla de oro de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007.

En aquella ocasión, hubo un prescriptor de primer nivel para que el futsal participase como deporte de exhibición. Fue un empeño personal de Carlos Arthur Nuzman, entonces presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB). Sin embargo, la Organización Deportiva Panamericana acabó arrinconándolo. Algo similar sucedió en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. El debut del fútbol sala en el universo del COI, desplazando al fútbol que había estado en Singapur 2010 y Nanjing 2014.

Argentina venía de proclamarse campeona del Mundo por primera vez en su historia dos años antes en Colombia con Diego Giustozzi y el torneo olímpico fue un éxito, que sorprendió al Comité Olímpico Internacional. Fue un espejismo. Tokio 2020 contó con la inauguración de programas de surf, skateboarding, escalada deportiva, karate y baloncesto 3X3, además de retomar el béisbol y el sóftbol. El breaking se incorporó a la lista de deportes olímpicos en París 2024 para disgusto de muchos futsaleros, a los que hay avisar que en Los Ángeles 2028 podrán ver críquet, flag football (una versión del fútbol americano con contacto reducido), lacrosse y squash.

Incluso en Brisbane 2032, el Comité Olímpico Europeo valora postular al teqball (una mezcla de fútbol y ping-pong). No hay ningún tipo de esperanza ni a medio ni corto plazo para que el fútbol sala sea olímpico. Falcao tiene que claro que existe una "falta de interés" de determinados países. "El fútbol sala no es tan fuerte en potencias olímpicas como Estados Unidos y China, así que no les importa, ¿verdad? Nunca he visto a las grandes potencias mundiales del futsal comprar una pelea política para que el deporte esté en los Juegos Olímpicos", aseveró con rotundidad.

El mejor jugador de la historia tiene claro que habría que empezar a trabajar como en su día hizo el baloncesto con el 3X3. La FIBA necesitaba recuperar al público joven y por eso apostó por su estructuración y expansión a nivel mundial. De los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2010 a Tokio 2020. Una década de trabajo con la creación de una Copa del Mundo y éxitos de audiencia. Todo un espejo en el que se debería mirar el fútbol sala que celebrará el primer Mundial femenino de su historia en Filipinas en 2025 y todavía no se han concretado las fechas.

La Agenda Olímpica 2020 estableció que había que buscar nuevas audiencias, más jóvenes, más urbanas y diversas e igualitarias, con el fin de llegar a las nuevas generaciones e incomprensiblemente el fútbol sala está fuera de ella. Por eso, Falcao hizo un llamamiento de cara al próximo Mundial, que se disputará del 14 de septiembre al 6 de octubre, para que "ahora, en Uzbekistán, Brasil, España, Rusia, Portugal e Italia puedan unirse para sentarse con la FIFA y decirle: ¿puedes ayudarnos? Creo que es necesario intentarlo, al menos para tener una respuesta definitiva", señaló.

El 4 de diciembre de 2018, en la víspera de un España-Serbia en Valdepeñas, el ex presidente Luis Rubiales aseguró que la Federación Española de Fútbol había creado un grupo de trabajo aliado con el Comité Olímpico Español para que el fútbol sala estuviera en unos Juegos. "Merece ser olímpico", incidió y reiteró que "contamos con un aliado muy fuerte que es nuestro COE. Estará con nosotros en la lucha para que sea uno de los deportes incluidos. Sabemos que son pocos, pero vamos en la buena línea".

Tras la medalla de bronce de la selección femenina Sub-18 en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires, Rubiales hizo gala de su habitual oportunismo. "Hay que dar ese paso para luchar y que sea olímpico. Estamos en ello. Hemos creado un grupo de trabajo que lidera Natalia Orive y todo puede a salir de boca porque este deporte es único. Ojalá sea reconocido como olímpico y aprovechemos la oportunidad para reivindicarlo", dijo Rubiales, al lado de su inseparable Antonio García Plata, el expresidente de la Asociación de Jugadores reconvertido ahora en asesor en el Comité Nacional del murciano José Miguel Monje. Han pasado 6 años y nada se sabe de aquel grupo de trabajo.

El 19 diciembre de 2019, Rubiales llegó a anunciar la celebración de un congreso mundial de fútbol sala en Las Rozas, en el que supuestamente se iba a pedir que fuera deporte olímpico. Nunca se celebró. El presidente de la LNFS, Javier Lozano, tiene claro que "la única antorcha que enarboló Luis Rubiales fue la del poder y la mediocridad. El fútbol sala español sufrió una parada cardíaca al hacerse cargo de él la RFEF y nadie quiere reanimarlo y cinco años después, los que iban a transformar nuestro deporte lo siguen degradando y despreciando a cambio de una paguita venezolana".