Diego Giustozzi: "Javier Lozano y Falcao son las dos máximas referencias de la historia"
El entrenador argentino habla con Relevo: "Si vas fuera de España a 100 países del mundo y les dices '¿quieres ser profesional?', 100 te dicen que sí".

Diego Raúl Giustozzi habla con la claridad y la contundencia del cierre expeditivo que fue durante 18 temporadas en Argentina, Italia y España. El técnico que obró en 2016 el milagro albiceleste, rompiendo el duopolio brasileño y español en los Mundiales FIFA de fútbol sala concede a Relevo una entrevista en Madrid antes de regresar a Saigón, para seguir dirigiendo a la selección de Vietnam en su camino al Mundial de Marruecos 2024.
"Hincha fanático de River" -su padre Raúl fue jugador millonario en los años 70 y director de las categorías inferiores de la Banda de sangre durante varias décadas- defiende sus argumentos ante la cámara con la misma vehemencia y pasión con la que disfruta de su equipo en el Monumental y añade ese elegante acento porteño, que tantos recelos levantó en su estancia en España, después de proclamarse campeón del Mundo en Colombia dirigiendo a Argentina.
Tras cinco años como jugador en Santiago y Segovia y cuatros años al frente de ElPozo Murcia Costa Cálida, es una voz reconocida y autorizada a nivel mundial. Directo y valiente, Diego reconoce que la realidad del fútbol sala español "es crispada". "Nos estamos sacando los ojos y esa crispación se respira. Nos estamos olvidando de que hay que buscar la manera en la que crezca el fútbol sala y te lo dice uno que viene de afuera y además me alejé un poco. Con este modelo, peleándonos día a día contra el rival para mantener mi cargo, no se va a ningún lado y salen perdiendo todos".
En plena tormenta institucional y política por la profesionalización de la LNFS, Giustozzi se pronuncia con independencia y clarividencia ante la negativa del Gobierno y la RFEF: "Si vas fuera de España a 100 países del Mundo, y le decís 'che ¿querés ser profesional?', 100 te dicen que sí. Decir que no, no sé. Hay que cambiar este sistema y mejorarlo para ampliarlo porque tienen muchísimos profesionales en un montón de áreas como periodistas, entrenadores, directores deportivos, directores generales y representantes capacitados para poder hacerlo, pero que no tienen lugar. Capaz la profesionalización sea eso. Hoy son los jugadores, mañana son los periodistas, pasado los directores deportivos y así ampliamos el abanico para que muchos más profesionales puedan trabajar".
El argentino reitera su análisis: "Somos muchos para pocos lugares. ¿Cuántos entrenadores profesionales hay en España? ¿Cuántos directores deportivos hay profesionales? ¿Cuántos ex jugadores o no jugadores que se preparan, estudian y se capacitan en gestión no tienen lugar para trabajar? España debe buscar la manera de que el abanico se abra y haya más lugares para entrenar, ser director deportivo o prensa profesional y dedicarse a esto también los representantes y directores generales".
En el selecto club de campeones del Mundo, Diego Giustozzi no duda en asegurar que "Javier Lozano y Falcao son las dos máximas referencias de la historia de nuestro deporte" e indica que el presidente de la LNFS "es el éxito personificado en una persona. Hay que respetarle, admirarle y hay que agradecerle. Debemos aprender de él. Es una referencia. Un modelo. Logró lo que nadie en la historia de este deporte. Gracias a ellos, nosotros tenemos un lugar y somos mejores. Debemos preguntarle a él y otros referentes cómo hicieron el camino".
En la lucha por conseguir la calificación de Liga Profesional para el fútbol sala, el entrenador argentino reconoce que es " un gran admirador de Javier Lozano" y afirma: "Nosotros, los mortales, el otro 99'9 % del fútbol sala si nacemos y morimos cinco veces, no vamos a ser dos veces campeones del Mundo, director de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, presidente de la LNFS habiéndola mejorado de una manera increíble, trabajar en el Real Madrid, el club más importante del Mundo, y participar en un Mundial de Fútbol desde el fútbol sala".
«Bienvenidos sean más Falcaos y Ricardinhos»
Giustozzi siempre fue un canchero y sigue dejando titulares. "Bienvenidos sean más Falcaos y Ricardinhos", sentencia en pleno debate sobre la carestía de ídolos, que ejerzan de prescriptores de un deporte sumido en un apagón mediático por la pérdida de sus señas de identidad y la desconexión con las nuevas audiencias por la ausencia de vistosidad. "Falcao, sobre todo, y Ricardinho eran una referencia que nos hizo muy bien al deporte. Todos salimos beneficiados de su carisma y de su estilo de juego. Esperemos que más pronto que tarde vuelva a predominar el espectáculo".
El seleccionador Vietnam no elude dar su opinión como entrenador y recuerda que "esto es cíclico como en el fútbol, cuando los equipos salían campeones jugando al 'catenaccio' y ahora está de moda sacar la pelota jugando de atrás. Hoy, en el fútbol sala domina un poco lo físico y lo táctico colectivo por encima de lo individual. Cuando Brasil dominó el fútbol sala éramos todos Ortiz, Choco, Manoel Tobías o Fininho y la técnica individual estaba por encima y copiábamos a los jugadores de la escuela brasileña, que es la mejor del mundo".
Lo dice alguien que afirmó públicamente que la LNFS había dejado de ser la mejor Liga del Mundo. "Lo dije en un momento de calentura. El mensaje no es que ya no son la mejor liga del mundo, el mensaje es ojo que los demás trabajan bien y existen. Ojo que Portugal crece y mejora como Argentina. Brasil nos enseñó a jugar y amar este deporte y también puede ser la mejor liga del mundo. Hay que hacer las cosas bien o perfectas como lo hicieron ustedes durante mucho tiempo para poder superar el embrión de Argentina, de Portugal, de Brasil, que es la locomotora de este deporte, o incluso de algún país en Asia. Lo dije como diciendo que no son el ombligo del Mundo y hay que respetar a los demás", afirmó.
En ese sentido, Giustozzi pone de ejemplo a Argentina y su histórico título de campeones del Mundo en 2016 rompiendo la hegemonía FIFA de España y Brasil. "El orgullo y la alegría más grande que tengo fue como nuestro país cambió completamente su forma de pensar y trabajar. Creció el deporte estando todos unidos. Tirando para el mismo lado. Que Argentina que era un país completamente amateur sea hoy la referencia del 80% de los países del mundo y se fijen como una escuela a seguir es algo que no me imaginé nunca. A mí me cambió la vida. Se me abrieron un montón de puertas", rememoró.
En aquella gesta, detalla la importancia de que una Federación construya con cariño y rigor el futuro deportivo de un país y destaca al presidente de la Asociación de Fútbol Argentina, Claudio 'Chiqui' Tapia. "Le doy mucho valor ya que sin ser todavía presidente ya era una persona que apoyó muchísimo al fútbol sala. Cuando vos sos campeón con semejante magnitud, es un cúmulo de muchas cosas y el presidente fue el gran artífice no solo de ser campeones del Mundo hace siete años, sino de que hoy sigamos creciendo y mejorando algo que es difícil de mejorar. Todos somos hinchas de él y de Jonathan Sanzi (responsable de la Comisión de Futsal) y su equipo de trabajo en AFA", afirmó.
«Leo Messi puede estar a la altura de Michael Jordan»
Argentino futsalero y futbolero, vivió gran parte del último Mundial de Fútbol en Vietnam, pero la final ante Francia tenía que vivirla en su país con sus amigos. "En Argentina, el fútbol y un Mundial es algo difícil de describir. Fue un sufrimiento total, pero después hubo días, semanas y meses de festejos. Lo que se vivió fue una locura". Desde la humildad, explica que el título de campeón del Mundo de fútbol sala en 2016 y el de fútbol en Qatar 2022 logrado por Lionel Scaloni al frente "tienen algo en común, el cómo. Soy un amante de cómo ganar. Las dos selecciones generaron un sentido de pertenencia, un ejemplo y un orgullo que marcará el camino del futuro".
"En el fútbol sala, cambiamos la historia del deporte en 2016 ya antes y después por cómo trabajamos, de qué manera pudimos acortar y hacer que un país que estaba noveno o décimo en el ranking FIFA pasara a ser la referencia mundial siendo campeones de América y del Mundo trabajando en el detalle, por el bien común y poniendo el nosotros por encima del yo. Creo que el fútbol en Qatar hizo exactamente lo mismo, no sólo porqué ganó sino por cómo ganó hizo que todos los argentinos nos sintiéramos orgullosos como país de ellos en un país que estaba pasando un mal momento. Marcaron un camino que se va a quedar en el tiempo", explicó.
Si ya había hablado de ídolos y referencias en el fútbol sala, estuvo a punto de ponerse de pie para referirse a Leo Messi. "Es el mejor. Lo que se quiera permitir lo puede hacer, como si quiere jugar al waterpolo. Es la referencia histórica" y avisa que "viene un tramo difícil para él que es tratar de cerrar de la mejor manera una gran carrera. No es fácil y si lo logra, podría llegar a estar a la altura de Michael Jordan o de otros monstruos de la historia del deporte". Además, bromea afirmando que "si hubiera jugado un rato al fútbol sala no vendría mal para nuestro país".
«En ElPozo Murcia lo intentamos todo y perdimos seis finales»
Para un tipo acostumbrado a competir y a ganar contra todo pronóstico, despedirse el pasado verano del ElPozo Murcia Costa Cálida tras cuatro temporadas en blanco "no fue fácil". "Si hay 10.000 entrenadores en el Mundo 9.998 querrán dirigirlo. Hubo muchos motivos que hicieron que tomase la decisión. Varios se lo dije a la cara con las personas que tenía que hablarlo. Tengo ese tipo de códigos. Públicamente puedo decir que yo llegué en un momento en el que todo el mundo sabía que había que cambiar, pero nadie quería tomar esa decisión ni nadie quería ser parte del cambio. Me tocó bailar con la más difícil en el momento creo que más difícil del club. Y tengo unos valores que jamás en mi vida los voy a cambiar".
Giustozzi esgrime "la honestidad, la transparencia, el bien común por encima del colectivo, ir de cara, dar la mano en los momentos de dificultad. Tuve que desgastarme humanamente teniendo esos valores y cuando fue pasando el tiempo, siendo honesto y transparente, hay mucha gente que hizo mucho daño y ves que tus valores no van a predominar, entonces creo que lo mejor era irme. La realidad es que perdimos seis finales. Dejé mi selección para ir a Murcia a ganar. Le prometí a Tomás Fuertes ganar y lo intentamos todo y perdimos seis finales, contra el Barça, lo que tú quieras, pero las perdimos".
El argentino se marchó a Vietnam y cedió el testigo a otro jugador legendario como Javi Rodríguez. "Acá hay que ir al máximo y ganar. Si yo era el problema de que no ganábamos y llegábamos a las finales y siempre nos faltaba algo, que venga otro que le aporte a ElPozo eso que necesitaba. Me hubiera gustado irme con un título, pero esto va de ganar amigo, si no ganas, te tienes que ir" y asegura que "no se arrepiente" de aquella frase que retumbó en el Olivo Arena tras la Final de la Copa de España de Jaén 2022: "El mayor escándalo de la historia de este deporte".
"Si ponemos los árbitros en mi lugar o los jefes de los árbitros estuvieran en mi lugar, hubieran dicho lo mismo. Yo no me enojo en el penalti que cambia la decisión 40 segundos después y el ganador de uno u otro, me enojo antes porque nos dirigen ese día dos personas que tirando de hemeroteca nos habían perjudicado con un montón de decisiones que fueron pasando en los años y además era una pareja arbitral (Aitor Felipe Madorrán y David Urdanoz) que no estaban dirigiendo en aquella Copa. Siempre se premia a los árbitros que van dirigiendo y aquella vez no".
«Si critican a Lozano o Kike Boned, imagínate a mí que hablo distinto»
Aunque Giustozzi siempre fue un tipo bravo y comprometido, huye de polémicas. En su paso por el banquillo del equipo jamonero, sus decisiones y sus declaraciones fueron escrutadas con microscopio. "Yo cada vez que levanté la voz en ElPozo, siempre fue para defender a mis jugadores o a mi club. Nunca jamás me vieron pelearme con nadie ni defenderme a mí mismo, siempre me mantuve al margen y jamás le falté el respeto a nadie. No entiendo dónde está el problema de dar un tiempo muerto que llame la atención, distinto a los demás. Tengo que leer el partido e interpretar lo que mi equipo necesita", afirma.
Y es que sus indicaciones desde el banquillo durante los partidos fueron un material recurrentemente viralizado y descontextualizado en redes sociales, pero él sonríe: "Que todavía se hable de mis tiempos muertos después de dirigir 4 años y hacer más de 300. Que en 4 o 5 haya hecho alguno de motivación, ¿por qué no? Estoy ahí para leer los partidos. Hay momentos que dudas y ajustas a nivel táctico colectivo, otros de técnica individual o aportas pausa para parar el partido y hay veces que necesitas levantar al equipo emocionalmente. Es mi trabajo".
"Lo que más me llamó la atención después de 4 años en España no es que me ningunearon o criticaron, es que yo he visto que ninguneen y critiquen a gente como Javier Lozano, Kike Boned, Luis Amado o Javi Rodríguez, gente que dio la vida y por la que ustedes tienen dos estrellas gracias a ellos. Hoy somos los que somos y trabajé 9 años allá gracias a la gente que hizo grande este deporte. Los que te sacan campeón del Mundo y generan una envidia internacional. Si critican a ellos, imagínate si no me van a criticar a mí que hablo distinto", asevera.
"Si perdéis el respeto a entrenadores que se van a vivir afuera y que dejan su familia para trabajar como Miguel Rodrigo o Pulpis, gente que va a representar a España y abren las puertas a los demás españoles para vender su marca en el Mundo y los critican también. Podéis ser del Real Madrid o del Barcelona, de derechas o de izquierdas, pero lo mínimo que podemos pedir es agradecimiento", sentencia.
«Llevar a Vietnam al Mundial es el objetivo»
A día de hoy, a más de 10.000 kilómetros de distancia, Giustozzi prepara un nuevo reto al frente de la Selección de Vietnam. "Tuve la suerte de jugar y entrenar muchos años en América y en Europa y nunca me había tocado la posibilidad de trabajar en Asia. A nivel profesional y humano, es una enseñanza para ser mejor. Estoy aprendiendo y conociendo una nueva manera de ver la vida. La clasificación al Mundial va a ser dura porque Asia mejoró muchísimo, hay selecciones superiores a nosotros y otras iguales. El trabajo paga y la locura bien medida da éxito. Voy a intentar en estos once meses poder llevar a Vietnam al Mundial que es el objetivo".
En 2024 espera Marruecos como anfitrión de la Copa del Mundo, la primera de las diez ediciones disputadas que se jugará en África. El entrenador argentino no duda en afirmar que Los Leones del Atlas "están trabajando muy bien con un modelo de gestión definido para viajar por todo el mundo, competir, llevar selecciones a su país, sacando jugadores a otras Ligas y además juegan de manera vistosa en una tónica de un fútbol sala aburrido".
Con su amplia visión global y la experiencia de su exitosa dirección técnica en Argentina, Giustozzi desea que "ojalá que se jueguen los Mundiales en países emergentes y que les puedan dar un impulso para mejorar. Lo más fácil es llegar y lo más difícil es mantenerse, así que creo que Marruecos está llegando y es una realidad y por el bien del fútbol sala ojalá que se mantengan durante muchos años más y que después de que fueran solo España y Brasil, ahora ya son cinco o seis selecciones y en el futuro puedan ser diez o quince países", finalizó.