Un discurso en español de tres minutos descubre la cara más ignorada de Novak Djokovic
La imagen del serbio ha sido devaluada muchas veces en la comparativa con Federer y Nadal. Este domingo ha dado una muestra más de su grandeza.
![Novak Djokovic, durante el homenaje a Juan Martín del Potro en Buenos Aires. /EFE/ Matias Martin Campaya](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202412/02/media/cortadas/del-potro-djokovic-despedida-discurso-espanol-grandeza-RO8ZUjtZoY7Wpwgn9k8SACM-1200x648@Relevo.jpg)
Unos días antes del último Masters 1000 de Miami, allá por el mes de marzo, Juan Martín del Potro recibió un mensaje en su teléfono móvil de alguien muy especial. "Delpo, sé que estás aquí, quiero que vengas a cenar y charlemos", decía. Era de Novak Djokovic.
"Obviamente, cancelé todos mis planes y fui a cenar. Era una alegría volver a verlo y tuvimos una charla increíble, hablando de la vida, de los partidos, de los jóvenes, de Alcaraz y de Sinner... Fue una charla espectacular que en competencia nunca hubiéramos imaginado", reveló Del Potro tiempo después, cuando se sentó delante de los micrófonos de La Nación a principios de noviembre.
En aquella cena, después de un par de horas analizando esto y aquello, Djokovic le preguntó por los rumores que había escuchado, esos que decían que Del Potro quería jugar una exhibición con él para despedirse para siempre del tenis. "¿Es verdad que quieres hacer tu despedida, jugar un partido en Argentina?", le preguntó el serbio.
"De una única manera que esto se lleve adelante es si vos tenés ganas de acompañarme ese día. Si no, yo emocionalmente no voy a estar preparado para afrontar esto y tampoco estoy convencido", le respondió Del Potro con sinceridad. Djokovic ni pestañeó: "Cuenta conmigo para lo que te pueda ayudar. Tengo Juegos Olímpicos, tengo Arabia (el torneo de exhibición), torneos, esto, lo otro, mi familia, pero de alguna manera te voy a acompañar en tu último rato adentro de la cancha".
"Hay una cosa que es un hecho: si no fuera de Serbia, habría sido glorificado desde el punto de vista deportivo hace ya muchos años, especialmente en Occidente"
Djokovic cumplió su palabra. Ocho meses después de aquella cena en Miami, el serbio se montó en un avión en Doha -donde asistió al Gran Premio de Fórmula 1- y aterrizó en Buenos Aires para jugar y abrazar a Del Potro en su adiós. Al campeón de 22 Grand Slam le dio tiempo a portar el trofeo de la Copa Libertadores durante la final entre Botafogo y Atlético Mineiro en el Monumental y después acompañó a Del Potro a varios actos antes del partido en el Parque Roca de la capital argentina.
El encuentro que supuso el adiós definitivo de Delpo -cuyo último partido profesional fue en febrero de 2022- no fue la única exhibición de la tarde. Porque una vez acabó el último punto, Djokovic dio un auténtico espectáculo de grandeza. El hecho de irse a la otra punta del mundo en sus vacaciones y sin cobrar un duro para despedir a uno de sus grandes rivales ya es de por sí un gesto que habla de la calidad humana de Djokovic, pero a eso hay que añadir el discurso que dio durante tres minutos en español, uno de los muchos idiomas que domina con fluidez.
"Juan Martín es un ejemplo para todos" 🗣️Nole Djokovic le rinde homenaje a Del Potro 🇦🇷
— telefe (@telefe) December 1, 2024
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"Estoy muy emocionado y agradecido de poder jugar con mi amigo. Es una gran persona, un gran jugador y un gran rival para mí. Es un día muy especial para mí también", se arrancó Djokovic micrófono en mano. "En los últimos meses y años, siento a Juan Martín mucho más cerca de mi corazón. Le amo siempre, pero es muy diferente cuando tienes que jugar contra él en los estadios más grandes del mundo".
"No conozco a una persona que no ama a Juan Martín. Vengo de mi país, de una cultura en la que los valores son eso, el cómo se comporta una persona. Es importante tener siempre un respeto y la vida, los ojos, el corazón, el alma... creo que Juan Martín es un ejemplo para nosotros. Su victoria más grande en la vida es eso. Que es una persona maravillosa", añadió el balcánico antes de fundirse en un abrazo con Del Potro en el centro de la cancha.
El relato de Occidente: 'Nole' es el villano
Ese discurso de tres minutos en castellano saca a la luz esa cara de Djokovic muchas veces ignorada. En esa eterna comparativa con Roger Federer y Rafael Nadal, Nole siempre ha sido visto como el villano. Era la cara mala del Big Three. Es cierto que su comportamiento en la pista ha sido muchas veces poco ejemplar -ha roto decenas de raquetas y ha dejado imágenes vergonzosas como la de los Juegos de Tokio- y que el sainete con la vacuna en Australia le colocó en el ojo del huracán. Él siempre ha creído que su mala fama le viene por ser serbio.
"Más del 90% de los jugadores de todo el mundo no tienen ese apoyo y no tienen el presupuesto para pagar entrenadores y fisios. Yo vengo de Serbia y no tenía nada de eso. Y ahora tengo influencia y poder y quiero luchar por mejores condiciones"
"Hay una cosa que es un hecho: si no fuera de Serbia, habría sido glorificado desde el punto de vista deportivo hace ya muchos años, especialmente en Occidente", señaló hace un año tras conquistar el US Open. "Pero forma parte de mi viaje, estoy agradecido y orgulloso de ser de Serbia porque justamente por eso todos estos logros son más dulces y todavía más satisfactorios".
Hay un punto de razón en el argumentario de Djokovic. Y es que el discurso del tenis ha estado siempre en manos de Occidente. Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia son los países que mandan en los organigramas del tenis mundial. Y los que ha dominado siempre el relato.
![Novak Djokovic festeja el oro olímpico en París 2024. PATRICIA DE MELO MOREIRA / AFP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202412/02/media/cortadas/djokovic-serbia-U15721682212hnn-1080x720@Relevo.jpg?q=100)
Un sindicato para ayudar a los tenistas
Pero más allá de eso, el Djokovic fuera de la pista ha sido casi siempre ejemplar. En ese sentido, su currículum tiene pocos borrones. Estuvo acompañando a Del Potro, como tenía previsto despedir en persona a Nadal en Málaga si España no hubiera perdido en primera ronda. Y hace dos años no quiso perderse tampoco el adiós de Federer. Además, Djokovic es una de las estrellas mejor valoradas por los estratos bajos del tenis por su compromiso con los jugadores menos pudientes.
Esa responsabilidad se refleja en el sindicato que fundó hace un par de años, la PTPA (Professional Tennis Players Association), cuyo objetivo es mejorar las condiciones de los tenistas, especialmente de aquellos que están fuera de los focos.
"Yo estaba en su posición, entiendo los problemas que tienen. Entiendo las dificultades que entraña el hecho de pagar los costes de un viaje si no tienes el apoyo de una federación fuerte. Más del 90% de los jugadores de todo el mundo no tienen ese apoyo y no tienen el presupuesto para pagar entrenadores y fisios. Yo vengo de Serbia y no tenía nada de eso", aseguraba hace un año el campeón de 24 Grand Slam. "Y ahora tengo influencia y poder y quiero luchar por mejores condiciones".