Nadal y el día uno de la vida de un extenista: "Acabé cansado de tanto homenaje"
El balear inicia una nueva etapa después de 20 años como profesional. "Tienes que aceptar que lo que te ha dado el tenis no te lo va a dar nada más en la vida", dice Feliciano, retirado en 2023.
Málaga.- Rafael Nadal se despertó este miércoles en el Hotel Higuerón de Fuengirola con resaca. No es que ayer se bebiera unas cuantas copas, no, no tenía el cuerpo para fiestas, era una resaca emocional. Se levantó de la cama por primera vez con una sensación totalmente nueva y ajena para él, la de ser ya, oficialmente, un extenista profesional.
For your fighting spirit.
— Davis Cup (@DavisCup) November 19, 2024
For your humility and kindness.
For everything you've done for tennis.
Gracias, Rafa. pic.twitter.com/tDicj5KUI5
Salió de la habitación, bajó a desayunar y antes de poner rumbo al aeropuerto para volar a casa firmó unos cuantos autógrafos y se fotografió delante de un mural que había pintado el artista callejero José Rulos en el hall del hotel. Después se montó en una furgoneta y desapareció de los focos y las cámaras. Se esfumó. Normalmente, cuando Nadal abandonaba un torneo, la gente, los periodistas y el público, sabían casi siempre cuál sería su siguiente parada, su siguiente evento en el calendario. Ahora ya no: después de 20 años de carrera profesional, el balear empieza una nueva etapa.
"Son muchas emociones y es un cambio tan drástico, que no se asimilan de un día para el otro. No es un 'Me retiro hoy y a partir de mañana empieza mi vida'. Creo que tu mente se tiene que ir preparando antes para eso", dice a Relevo Feliciano López, que vivió en sus carnes este proceso hace un año y medio, cuando colgó la raqueta en Mallorca a los 41 años.
Nadal lo hace con tres menos y dejando bien claro que es única y exclusivamente porque su cuerpo no responde. "La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento, no estoy cansado de jugar a tenis, el cuerpo no quiere jugar más, hay que aceptar la situación", fueron algunas de las palabras Nadal en la madrugada del miércoles en el Martín Carpena durante el homenaje que le brindó la organización.
"Las emociones que te han provocado el salir a una pista llena de gente, la adrenalina de los partidos, todo eso, no lo vas a tener en la vida ya"
ExtenistaViendo que encadenaba lesión tras lesión, Nadal llevaba un par de años coqueteando con la retirada. La decisión final llegó poco después de la derrota ante Novak Djokovic en la segunda ronda en los Juegos Olímpicos de París. De eso hace ya casi cuatro meses, un tiempo suficiente para, según Feliciano, asimilar bien todas las emociones que supone un cambio de estas características.
"Rafa, David Ferrer o yo, por ejemplo, hemos planificado que nos íbamos a retirar con tiempo. Así que cuando llega el momento estás mucho más preparado. Y luego influye mucho también el momento en el que tú llegas. Yo disfruté mucho de mi retirada porque me encontraba bien y físicamente no tenía ningún problema. Obviamente, no podía jugar igual que cuando tenía 20 años, pero todavía estaba a un nivel competitivo y me retiré ganando a jugadores que estaban en el top 50 del mundo. En ese momento para mí era un logro", dice Feli, actual director de las Finales de la Copa Davis y del Mutua Madrid Open.
La experiencia de David Ferrer
David Ferrer, el actual capitán de la Copa Davis, se retiró en 2019 a los 37 años. Puso fin a su carrera en el Mutua Madrid Open, donde le hicieron un último homenaje. El alicantino había anunciado la retirada casi un año antes y aprovechó los primeros meses de 2019 para despedirse de algunos de los torneos más especiales en su carrera.
"Yo lo viví bien, ya estaba cansado de mí mismo, de tanto homenaje", dice el de Jávea sobre una situación que ha vivido este año en sus propias carnes Nadal, homenajeado allá donde ha ido por si era la última vez que le veían competir.
"En el caso de Rafa, será alguien que lo va a llevar muy bien y feliz, porque tiene inquietudes en la vida, tiene curiosidad y tiene cosas que hacer", prosigue Ferrer. "Es un deportista diferente porque es también un embajador del tenis. No va a viajar tan intensamente porque es muy familiar, pero va a estar muy vinculado al tenis. No es como alguien que se jubila y que no sabe lo que hacer con tantas horas libres. Va a tener una agenda a tope, como si fuera casi la de un tenista profesional, pero desde una faceta diferente".
¿Y qué va a hacer ahora Nadal?
Una vez que ha colgado la raqueta, Nadal se va a dedicar, lo primero, a descansar. Pero ese descanso no va a ser de tirarse en una tumbona. No, Nadal no sabe estarse quieto: estará con la familia, saldrá a pescar y a navegar por el Mediterráneo, jugará al golf, se dedicará a ampliar sus negocios, con la Academia como buque insignia del imperio, y seguramente en un futuro no muy lejano regrese a los primeros planos del tenis. Las capitanías de la Copa Davis y de la Laver Cup son dos asientos a los que aspirará más pronto que tarde. Lo que está claro es que se acabó el madrugar para ir a entrenar a la academia y que se acabó la rutina que ha tenido durante las tres últimas décadas en las que su vida ha sido el tenis.
"Retirarse al final es algo que no deja de ser duro, porque llevas toda la vida dedicado a una cosa y de repente, eso ya no está", comenta Feliciano en ese sentido. "Tienes que aceptar que esas emociones que te ha proporcionado el tenis no te las va a dar nada más en la vida. Tienes otras cosas muy importantes, o más importantes incluso que el tenis, pero las emociones que te han provocado el salir a una pista llena de gente, la adrenalina de los partidos, todo eso, no lo vas a tener en la vida ya. Entonces esa parte emocional también hay que llenarla con otras cosas".