Cero tenis, familia, golf y barcos: la nueva rutina que le espera a Nadal
Estará ahora varias semanas sin coger una raqueta. "Voy a disfrutar un poquito de la libertad de no tener horarios", dice.
Entrenarse, competir, ganar, lesionarse, perder, recuperarse. Entrenarse, competir, ganar, lesionarse, perder, recuperarse. Rafael Nadal lleva más de dos décadas en un bucle que casi no le ha dado respiro. Ahora, a punto de cumplir 37 años, afronta por primera vez desde que es profesional unos meses de absoluta libertad.
El punto y aparte que anunció el jueves para su carrera antes de lo que él mismo llamó "la traca final" de 2024 es también un punto y aparte para su vida. El campeón de 22 Grand Slam estará varias semanas sin tocar una raqueta, sin pensar en las rutinas diarias, sin despertador, descansando y disfrutando del tiempo libre, de esos placeres a los que está poco acostumbrado.
"La vida normal me hace feliz. No soy solo Rafa Nadal, el tenista. Me convierto en Rafa Nadal el ser humano, otra vez"
"Ahora tengo planes para los siguientes meses, cosas que no he hecho durante los últimos 20 años. Voy a poder disfrutar un poquito de la libertad de no tener unos horarios. Me apetece que sea así", dijo el jueves en su academia en Manacor, situada a unos diez kilómetros de su casa de Porto Cristo, esa que abandona cada año en mayo para viajar a París y ganar Roland Garros. Esta vez no será así.
La dichosa lesión de psoas que sufrió en enero en Australia no le permitirá competir en Francia y por primera vez desde que era un crío verá Roland Garros por la televisión. "No sé cómo va a ser esa sensación. Este año lo viviré como lo vive la mayoría de la gente". Uno más. Eso es lo que le espera a Nadal estos meses.
¿Qué hace Nadal cuando no compite?
A diferencia de muchos tenistas que fijan su residencia lejos de casa, Nadal siempre ha tenido su base de operaciones en Manacor. Allí nació, creció y vive. Allí tiene todo lo que le hace feliz: la familia, los amigos y el mar. El Mediterráneo es su segundo hogar y siempre que puede se pierde en el agua. Le gusta tanto, que alguna vez se ha ido con el barco después de un entrenamiento, ha dormido en alta mar y ha vuelto directamente a entrenar al día siguiente. Perderse por las islas a bordo de su yate y pescar serán dos actividades que no faltarán en la agenda de Nadal en los próximos meses.
Aunque lo que más tiempo le consumirá será su hijo, que se llama también Rafael y que nació a principios de octubre. "Tengo muchas otras cosas buenas en mi día a día que me ayudan a disfrutar de la vida sin ninguna duda", decía el jueves con una sonrisa durante una de las ruedas de prensa más tristes que ha dado nunca.
Que deje a un lado la raqueta no quiere decir que no siga practicando deporte. Si quiere volver en 2024 para competir por lo máximo, sabe que no puede descuidar. Además del gimnasio, Nadal aprovechará para jugar al golf, una de sus grandes pasiones. Con un hándicap de 0,9, el balear jugará seguramente el Campeonato Absoluto de Baleares que se celebra el fin de semana del 24 y 25 de junio.
El que conozca a Nadal sabe que tampoco parará de darle al coco pensando en cómo seguir invirtiendo su fortuna. Uno de los aspectos que más ha caracterizado Nadal en su última etapa fuera de las pistas ha sido su perfil de inversor. Su sociedad Asperima, con participación en más de una veintena de empresas, está en pleno auge y casi cada mes hay una nueva noticia sobre la última línea de negocios de Nadal.
Familia, amigos, mar, golf y negocios llenarán gran parte del día a día del balear a partir de ahora y hasta que él mismo decida que es el momento para intentarlo por última vez. El 2024 será el último año de Nadal viajando por todo el mundo, el fin del bucle. Podrá parar. Volver a su querido Manacor. Dejar de ser el Nadal tenista y ser ya para siempre el Nadal persona. Así lo dijo en 2020 en una entrevista con CBS. "Para mí, regresar a Mallorca significa volver a una vida normal. La vida normal me hace feliz. No soy solo Rafa Nadal, el tenista. Me convierto en Rafa Nadal el ser humano, otra vez".