El laberinto que ahoga al waterpolo en plena clasificación olímpica

A justo tres meses de que comience el Campeonato de Europa de waterpolo, no hay ni fecha ni sede confirmada. ¿Cómo es esto posible? El conflicto en Israel y Palestina también ha traspasado la barrera del deporte, en especial en la celebración de competiciones internacionales. El mundo del waterpolo está viendo cómo es posible que la clasificación olímpica para varios países esté en grave peligro.

Según el calendario establecido, del 3 al 16 de enero se celebrará el Europeo masculino y femenino de waterpolo en Netanya, ciudad costera israelí. Ante los últimos acontecimientos, la LEN Aquatics, la máxima autoridad de todas las disciplinas de la natación, solo se ha pronunciado en escasas ocasiones sobre el futuro de esta cuestión. Y en ninguna han dejado nada claro.

Durante el mes de octubre solo se han limitado a comentar que continúan en negociaciones con la federación organizadora para asegurar la protección de los deportistas. En los breves comunicados dejaron entrever que querían agotar todas las posibilidades para que Israel siga siendo la sede.

Su último movimiento ha sido enviar un aviso a todas las federaciones adscritas en el que confirman que es imposible que Israel acoja esta competición, pero que siguen investigando diferentes formas para que los países se puedan clasificar para el próximo Mundial de waterpolo en Doha.

¿Cuál es el principal problema? El ya ajustado calendario para los waterpolistas en el que se les solapan partidos y entrenamientos con sus propios clubes y las convocatorias y compromisos con las selecciones nacionales. Además, en este Campeonato de Europa hay mucho más en juego que una 'simple' corona continental. Las selecciones más importantes del continente también lucharán por las últimas plazas mundialistas libres y un único billete para París 2024 para el equipo ganador.

Las dos selecciones españolas ya están clasificadas para Doha, gracias al podio que consiguieron en el pasado Mundial de Fukuoka 2023 y el primer puesto del equipo masculino y el segundo del femenino en la World Cup, que se celebró a principios de año en California.

Sin embargo, los Juegos Olímpicos siguen estando en el aire para los chicos de David Martín tras no pasar a la final del pasado Mundial. Además de Francia como país organizador, los equipos femeninos de España y Países Bajos y los masculinos de Hungría y Grecia ya están clasificados para la cita olímpica, por lo que si en el Europeo uno de estos dos equipos gana, podrá ceder su plaza al segundo o al tercer clasificado, en el caso de que ambos lleguen a la final. Es una vía mucho más rápida que esperar al Mundial de febrero y arriesgarte a tener en cruces a gigantes como Estados Unidos o Canadá que todavía no tienen pase asegurado.

La pandemia del Covid obligó a aplazar todas las competiciones internacionales y han coincidido varias en un mismo año. Por norma general hasta 2020, en los años pares hay un Europeo y en los impares un Mundial. A esta ecuación hay que añadirle el preolímpico, la Copa Mundial, la liga Europea, la Champions con sus Final Four justo como colofón de la temporada…

La planificación de las selecciones siempre es una contrarreloj, pero ahora están completamente a ciegas no solo a corto plazo. Esto también ha afectado a los clubes y waterpolistas que no están involucrados en los equipos nacionales, ya que ya se ha programado un parón de las ligas durante tres meses por estos campeonatos internacionales. Esto significa que los deportistas deberán pasar por una nueva pretemporada en invierno que preocupa y mucho a diferentes entrenadores por el estado físico y la falta de competición de cara la segunda fase del torneo regular.

Las dudas y el silencio por parte de la organización cuando queda tan poco margen de maniobra para las federaciones de los distintos países participantes, equipos y entrenadores solo hacen crecer los rumores y la inseguridad de aquellos waterpolistas que se juegan mucho en este próximo año olímpico. Nadie sabe nada sobre lo que va a ocurrir en estos meses. Si es que finalmente se celebra.

Ya hay nombres de posibles sedes que están sonando entre el mundillo. Budapest y Belgrado, por ser una de las cunas del waterpolo en europeo, fueron los primeros nombres que aparecían en la lista. Pero, como ha podido saber en exclusiva Relevo, Alemania y Países Bajos son los dos países mejor posicionados para albergar esta competición en las fechas preestablecidas. Según fuentes de la selección de waterpolo israelí, también se ha barajado la posibilidad del aplazamiento del campeonato hasta 2025 para que el país pueda seguir siendo el organizador.

Si se divide la competición y el país germano celebra los partidos de categoría masculina y los holandeses los de la femenina, sería un hecho histórico al tener dos sedes totalmente diferentes. A tan poco tiempo de planificación, el gran número de waterpolistas y staff técnico que va asociado es tarea casi imposible de gestionarlo. Es por ello que se ha llegado incluso a hablar de eliminar el Europeo de 2024 y convertirlo en un campeonato clasificatorio solo para aquellas selecciones que no tienen plaza para el Mundial de Doha, que se celebra apenas un mes más tarde.

Los máximos organismos de las federaciones de la natación mundial, como la LEN y la World Aquatics, ven con muy buenos ojos a Israel como organizador de diferentes competiciones internacionales. 

En los últimos dos años les han concedido la sede para las distintas disciplinas acuáticas, como el Mundial Junior de Natación del pasado mes de septiembre, Campeonato de Europa sub-19 femenino de waterpolo o varias de las jornadas de la Liga Europea y Mundial de Aguas Abiertas. De hecho, del 2 al 5 de diciembre se celebraba el último meet de esta competición en la ciudad israelí de Eilat y hace unas semanas anunciaron que cambiarían la sede a Funchal, Portugal.

Gracias a su gran economía y los acuerdos que han tomado estas instituciones con la Asociación de Natación de Israel para que esté incluida como miembro a pesar de no estar geográficamente en tierras europeas, les han otorgado estos derechos de organización. Es probable que en un futuro volverán a intentar acoger otro campeonato, pero de momento las dudas siguen y los perjudicados vuelven a ser los mismos de siempre: los deportistas.