Bagnaia pone la directa y el Red Bull Ring devuelve el lío de las sanciones en MotoGP

Circuito Red Bull Ring (Austria).- El sprint de Austria volvió a ser el del caos del inicio del año. Todo gracias a la curva 1, uno de esos puntos del campeonato que siempre dejan polémicas y acciones embarulladas. La de este sábado marcó la carrera, o por lo menos dejó en fuera de juego a un par de aspirantes a hacerlo bien, Maverick Viñales y Marco Bezzecchi. Aunque viendo el nivel de Pecco Bagnaia sería muy aventurado suponer que iban a ser capaces de poner en un aprieto al líder de la general.

El de Ducati sigue aprovechando las pruebas cortas, esta vez en un escenario que se adapta como un guante a su moto. Porque esas frenadas y aceleraciones son un punto fuerte de la Desmosedici, y para más inri, la frenada es también el punto fuerte del campeón de 2022. Así que hizo lo que tenía que hacer, cumplir con los pronósticos y abrir tierra de por medio con sus rivales en la general. Difícil será que Bagnaia no termine logrando llevarse una segunda corona consecutiva.

Lo que sí enseñará este domingo es si KTM puede oponer algo más de resistencia, después del buen segundo puesto de Brad Binder, y lo mismo hay que decir de Aprilia.  Porque Viñales es de los más rápidos y de los que mejor ritmo tiene, y aunque entre su mala salida y el verse implicado el incidente inicial de carrera perdió sus opciones en el sprint, eso no quiere decir que no tenga el potencial de cumplir con un buen domingo y convertir en realidad su pensamiento de que puede pelearle la victoria a Bagnaia en el reino de Ducati.

 

Sé que no es fácil arbitrar, y que sí lo es 'futbolear' y opinar desde fuera. Pero esto ya no es cosa mía, son los propios pilotos los que están desquiciados porque no entienden cómo sancionáis. Muchos se quejaban de que no hubiese sanción a Jorge Martín por el follón de la curva 1, aunque sí a Fabio Quartararo por el adelantamiento que llevó al suelo a Luca Savadori. Incluso Johann Zarco tiraba de la ley de la compensación, la cualidad del mal árbitro: que se equivocaron en el oficial quitándole una vuelta que le habría dejado en segunda línea en vez de cuarta, y que le compensaron luego en el sprint no penalizándole. En cualquier caso, un debate poco edificante que termina ensuciando el terreno de juego y generando desconcierto entre los pilotos. Al final todo se solucionó de la peor manera posible: penalización de vuelta larga a Martín publicada a las 19:15 que no deja contento a nadie; ni al español, que podría haber buscado solucionar una sanción en carrera; ni al resto de damnificados, que consideran que no haber hecho nada adulteró el resultado de la prueba.

¿Se podrá parar al italiano? El viernes terminó diciendo que había sido su mejor primer día del año, y el sábado lo arrancó logrando la pole, en un peleado entrenamiento oficial. Lo arrancó así y lo remató con una victoria sin paliativos. Al principio Brad Binder intentó no dejarle ir, pero enseguida quedó muy claro que nadie iba a poder pararle. Un triunfo que aumenta su ventaja en la general a 46 puntos, con la oportunidad de ampliarla este domingo en una carrera a la que va a salir como favorito. Porque los opositores fallaron: no Binder, que mantuvo un buen nivel; sí Marco Bezzecchi, implicado sin culpa en el incidente de la curva 1 tras la salida; también Maverick Viñales, otro que pilló en ese instante inicial de la prueba; y Jorge Martín, que pudo remontar, pero que puso cara de no tener muy clara su capacidad de poder responder al líder, sobre todo por lo lejos que va a estar en la parrilla de salida.

El pasado en el mundo del deporte se olvida muy pronto. Se hablaba más este fin de semana de Pol Espargaró en clave 'futuro KTM/GasGas' (sobre el papel la casa austriaca tiene ahora mismo cinco pilotos y cuatro motos) que del milagro de su regreso, tras un sufrimiento brutal. Incluso debería parecer indecente sacar este tema a un chico que a punto estuvo de terminar en una silla de ruedas, que se ha dejado el pellejo por regresar, que todavía arrastra secuelas de su accidente y que debería tener aire para recuperarse. Porque terminó destrozado el sprint, y confesó ser consciente de lo que le va a costar la carrera al doble de vueltas, a 28. El gran mérito, en cualquier caso, es que rozó el paso a la Q2, y que saliendo desde el puesto 13 fue capaz de terminar sexto y a sólo medio segundo de Jack Miller, piloto oficial de KTM. Un sobreesfuerzo físico con el premio de una buena posición, que para el de Granollers tuvo el mismo sabor que un podio.

Siempre hay que dejar un apunte final sobre la marca japonesa. Sobre todo por Marc Márquez, porque es inevitable poner un ojo en lo que va haciendo y por lo que su figura supone para el campeonato. Y Marc sigue en modo perfil bajo, como en Silverstone. Amenazó con asomar este viernes, cuando incluso su jefe, Alberto Puig, le dijo que no hacía falta exagerar. Pero estuvo desaparecido durante el sábado. En el oficial no pareció nunca capaz de hacer algo reseñable. Y en el sprint, pese a aprovechar el barullo inicial para ponerse noveno, no fue capaz de quedarse con los hermanos Espargaró, e incluso terminó siendo rebasado por Maverick Viñales y Franco Morbidelli. Una imagen que no gusta, aunque hay que acostumbrarse a ella, por lo menos hasta que lleguemos al famoso test de Misano y veamos qué ha hecho Honda y si hay esperanzas de volver a verle brillar.