Éramos pocos... y llego el reino de Ducati
El Mundial aterriza en Austria con Bagnaia líder, Martín segundo y Bezzecchi tercero, en un trazado perfecto para la moto italiana.
Red Bull Ring (Spielberg, Austria)-. "Aquí ha ganado hasta Menganito con la Ducati. Dovizioso ha derrotado al mejor Márquez, aquí ha ganado Iannone, Pecco… Es una moto que para el 'stop and go' tiene mucha tracción y mucha potencia". 'Stop and Go', es decir, frenar y acelerar, dos de los puntos fuertes que la moto italiana, como explicaba este jueves Aleix Espargaró, ganador de la última carrera disputada en Silverstone, ha explotado para tener unos números tremendos en el Red Bull Ring de Spielberg, Austria.
El Mundial de Motociclismo regresó a este escenario en 2016 y, desde entonces, sólo dos marcas han sido capaces de ganar en MotoGP: Ducati, en siete ocasiones, y KTM, el fabricante local, una de ellas gracias a un milagro de Brad Binder, que aguantó con neumáticos de seco sobre una pista totalmente mojada mientras sus competidores habían entrado a por las motos con gomas de agua (la otra fue de Miguel Oliveira, en una carrera reanudada tras un accidente de Maverick Viñales y en la que se impuso por un barullo entre Pol Espargaró, también con KTM, y Jack Miller, que corría para Ducati).
"Sabemos perfectamente cuál es el potencial que tiene nuestra moto en la aceleración y en la recta, así que siempre es importante en ese sentido tratar de sacar el máximo de puntos en las situaciones que son más favorables, creo que podemos tener una ventaja en este circuito", reconocía el líder Pecco Bagnaia, el vencedor de 2022. "Aparte de la moto, tanto Pecco como yo hemos ganado ya aquí en otras categorías y hemos hecho diferencia", añadía el segundo de la general, Jorge Martín, que se estrenó en lo más alto de un podio de MotoGP en este escenario en 2021.
"No es sólo porque la Ducati se adapte aquí", añadía el madrileño, que como al resto de pilotos de la marca de Bolonia le entra urticaria cuando son interpelados por la superioridad de su prototipo. "Sobre todo él tiene la moto muy por la mano", analizaba por su parte Alex Márquez, vencedor del sprint de Inglaterra en referencia a Bagnaia, al que coloca un punto por delante de Martín. Y es que son estos dos pilotos los que centran la pelea por el título, sin olvidar a la sorpresa Marco Bezzecchi ni a Espargaró, que pasará en Austria una prueba de fuego, en un trazado que nunca ha encajado demasiado bien con este circuito.
"No comete errores", continuaba en su análisis el menor de los Márquez. "Sí, yo puedo frenar como él dos o tres vueltas, pero luego acabo cometiendo el error. Él la tiene muy por la mano, sabe que al principio no tiene que ser muy agresivo, luego usa mucho el freno dentro de la curva, sabe muy bien cuál es el límite de la parte delantera de la moto, que siempre es lo que cuesta. Y es ahí donde marca la diferencia, sobre todo a 28 o 30 vueltas -no me acuerdo a cuántas son aquí la carrera-, el hacerlo repetitivamente". Una superioridad, la del italiano, en la que Martín no cree, y que matiza también Espargaró.
"Delante de todos dije hace tres carreras que Jorge es mejor que Pecco. Y a principio de año dije que puede ser campeón. Lo que pasa que Pecco ha encontrado una estabilidad, una manera de trabajar durante los fines de semana, que si lo analizas es el único que rueda tranquilo desde el libre 1 y llega a la carrera y es prácticamente imbatible. Lo que está consiguiendo Pecco es realmente difícil, pero si a mí me das a elegir entre las dos cartas, sabes la que elijo perfectamente", expresaba sin tapujos el de Aprilia.
"Depende de mí y de que gane carreras, no de que Pecco cometa fallos. Por eso me centro en mí y en ganar los domingos", afirmaba Martín. "Pecco ahora está muy fuerte, es su momento, ganando y haciendo podios, pero sí que es verdad que, cuando falle una vez y yo me pueda acercar, todo cambiará bastante. La clave es que yo soy más rápido que Pecco y la única forma de ganarle es ganándole en pista. Pero opino que soy más rápido que Pecco". El mejor mensaje para creer en sus opciones de pelear por el título.