Quién es el deportista español con más medallas olímpicas

Las leyendas olímpicas se construyen a base de medallas. Oro, plata y bronce que simbolizan la maestría en una disciplina deportiva determinada. Para la gran mayoría de deportistas del mundo, ganar uno de esos metales es un objetivo vital que nunca llegarán a cumplir. Sin embargo, existen un puñado de elegidos capaces no solo de colgarse una de ellas al cuello, sino de prolongar su dominio en el tiempo para coleccionar así varias preseas en sus vitrinas.

Se trata de un club muy selecto, sobre todo si se tiene en cuenta el número global de deportistas que toman parte de unos Juegos Olímpicos. Más todavía aquellos que se quedan fuera de ellos. En muchos casos, proceden de disciplinas en las que pueden competir en diferentes categorías, lo que no simplifica las cosas. Varios son los deportistas españoles que han conseguido más de una medalla olímpica a lo largo de su carrera, todos ellos leyendas absolutas del olimpismo de nuestro país. Estos son los más destacados:

Saúl Craviotto es el deportista español con más medallas olímpicas de la historia, con un total de seis preseas. El palista ilerdense ha ganado medallas tanto en categoría individual como en embarcaciones conjuntas, siempre a bordo de un kayak. Comenzó su colección de metales en Pekín 2008, donde sumó un oro en el K2-200 junto a Cristián Toro. En Londres 2012, sin embargo, tuvo que competir en solitario. Pese a que inicialmente su idea era hacer tándem con Perucho, no lograron clasificarse. Aún así, en el K1-200 logró colgarse la plata al cuello.

Sin duda alguna, sus mejores Juegos Olímpicos fueron los de Río 2016. No solo sumó dos medallas a su palmarés, sino que además una fue dorada. Concretamente, Craviotto consiguió el oro en el K2-200 junto a Cristián Toro. Además, en solitario, volvió a ponerse una medalla más al quedar tercero en K1-200. Tras el paso por Río, el palista español se tomó un respiro. Un año sabático en el que descansar y planear su futuro deportivo. Pero nunca se retiró. De hecho, la pandemia retrasó un año la celebración de los Juegos, lo que incluso pudo venirle bien. En Tokio 2020 sumó una nueva medalla a su colección, la plata como parte del K4-500. En París volvió a repetir distancia y embarcación, esta vez junto a Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade lograron un bronce histórico.

Saúl Craviotto adelanta en la clasificación como el máximo medallista olímpico español a otro piragüista como él: David Cal. Aunque cabe matizar que el gallego competía en canoa. Cal consiguió sus cinco medallas olímpicas en tres ediciones de los Juegos Olímpicos, lo cual es impresionante. Debutó en Atenas 2004 y lo hizo con un doblete de medallas, incluida la única de oro que logró en su carrera deportiva. Concretamente, el palista español se impuso en la prueba de C1-1000, mientras que en el C1-500 se quedó segundo.

Desde entonces, la plata iba a ser su color. Sobre todo, en Pekín 2008, donde ganó el metal destinado al segundo clasificado tanto en la prueba de C1-1000 como en la de C1-500. En aquellos juegos, además, fue el abanderado del equipo español, una muestra clara de su grandeza como deportista. Finalmente, Cal ganó la plata en C1-1000 en Londres 2012, cerrando así un palmarés de ensueño. En 2015 anunció su retirada del deporte en activo, entonces como máximo medallista olímpico español.

Generalmente, cuando pensamos en ciclismo lo hacemos automáticamente en ciclismo en ruta, el Tour de Francia o, en clave olímpica, en Miguel Induráin o Samuel Sánchez. Sin embargo, uno de los deportistas españoles más laureados de la historia es un ciclista, que desarrolló su carrera en la modalidad de pista. Joan Llaneras ganó cuatro medallas a lo largo de su carrera deportiva, dos de ellas de oro. Un hito que le incluye entre la realeza de los pedales en nuestro país.

Y eso que Llaneras debutó en el ciclismo en ruta, concretamente en las filas del equipo ONCE. Sin embargo, rápidamente vio que lo suyo era el velódromo. Participó en Atlanta 96, aunque no rascó medalla. En Sídney 2000 le fue mucho mejor, logrando el oro en la prueba de puntuación. Cuatro años más tarde, en Atenas 2004, se llevó la medalla de plata en la misma prueba. Aunque, sin duda, sus juegos fueron los de Pekín 2008. En la capital china Llaneras hizo doblete de preseas con el oro en la prueba de puntuación y la plata en Madison junto a Antonio Tauler. Aquella actuación le valió el honor de ser el abanderado español en la ceremonia de clausura.

Mireia Belmonte es la mejor nadadora en la historia de España. Una rara avis en un país que, en la piscina, suele destacar en otras disciplinas como la sincronizada o el waterpolo. Sin embargo, la de Badalona se coló entre la élite mundial y, en Londres 2012 y Río 2016, firmó sendos dobletes de medalla, que la sitúan como una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos.

Belmonte ya había estado en Pekín 2008. Entonces tenía 17 años y, aunque no cazó ningún metal, sí firmó un récord de España en 400 metros estilos que sirvió de avanzadilla de lo que estaba por venir. Su explosión vino cuatro años más tarde, en Londres 2012. En la capital británica la catalana se colgó dos medallas de plata en los 200 metros mariposa y los 800 metros libres que, en su momento, fue un auténtico bombazo. Aunque lo mejor estaba por llegar. En Río 2016, Mireia Belmonte logró el oro olímpico en 200 metros mariposa en una carrera que todavía se recuerda como uno de los momentos más emocionantes del olimpismo español. Además, redondeó su actuación con un bronce en los 400 m estilos.

Decíamos que España es un país de natación sincronizada y nadie lo personifica mejor que Andrea Fuertes. En total, la sirena de Tarragona ganó cuatro medallas olímpicas a lo largo de su carrera: tres de plata y una de bronce. Participó en tres ediciones de los juegos Olímpicos de verano: Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012. Aunque en su primera experiencia se fue de vacío. No así en las dos siguientes.

En Pekín 2008 cosechó un total de dos platas, una en la categoría de dúos, junto a la mítica Gemma Mengual, y otra como parte del equipo español. En Londres 2012 hizo pareja junto a Ona Carbonell, con la que también logró la plata en la competición de dúos. En esta ocasión, como integrante del equipo español solo pudo llevarse el bronce, que aún así completa el palmarés olímpico más destacado en un deporte en el que España suele ser potencia destacada.

Arantxa Sánchez-Vicario es la mejor tenista española de la historia. Hasta la fecha, nadie ha podido igualar su palmarés. Ni en el circuito de la WTA, ni tampoco en los Juegos Olímpicos. En total, la barcelonesa consiguió cuatro medallas olímpicas: dos de plata y dos de bronce. Comenzó su particular colección en casa, Barcelona 92. En la Ciudad Condal, Arantxa consiguió un doblete de medallas: bronce en individuales y plata en dobles (junto a Conchita Martínez). Una combinación que invertía cuatro años más tarde.

En Atlanta 96, Arantxa logró la medalla de plata en individuales tras perder la final contra Lindsay Davenport. En dobles, la catalana volvió a formar tándem junto a Conchita Martínez, quedando terceras en esta ocasión. Además de Barcelona y Atlanta, Arantxa Sánchez Vicario también compitió en Seúl 88 y Sídney 2000, aunque en ambos casos se marchó de vacío de la competición.