El nuevo Aston Villa de Emery se merienda al United de Cristiano en su debut

Además del good evening, durante su estancia en Londres a Unai Emery le persiguió el haber dicho que aprendía inglés viendo Peaky Blinders. Ahora, el español se ha embarcado en el proyecto del club de Birmingham, ciudad donde se ambienta la serie. Comentó en la última rueda de prensa que la sigue viendo para aprender el acento y conocer la historia de la zona. En su debut, victoria contra el Manchester United (3-1), su Aston Villa jugó como si llevara años a las órdenes de Emery, a la altura de lo que históricamente fueron los villanos.

El técnico español tiene dos retos: ganar un trofeo y devolver al Aston Villa a Europa. "Es mi sueño", reveló. Emery comenzó su segunda etapa en la Premier hace algunas semanas, pero no debutó hasta este domingo. Y lo hizo ganando a todo un Manchester United, una buena carta de presentación. A pesar de que no esconde que visitar el mercado de traspasos es una posibilidad real, el primer partido ya dejó entrever qué equipo quiere construir Emery.

Steven Gerrard edificó un 4-3-3 que prácticamente nunca modificó. Uno de los primeros cambios de Emery llegó en la forma de su equipo. Probó con un 4-2-2-2 muy móvil. Sus innegociables en defensa: presión alta y agresiva tras pérdida. En ataque, paciencia en construcción y verticalidad después de robar. Los conjuntos de Emery tienden a tener diversas caras y se adaptan a rivales y contextos. El Villa no será un caso diferente.

Emery apostó por un cuadrado en el centro del campo, formado en la base por Dendoncker y Douglas Luiz y Emi Buendía, por izquierda, y Jacob Ramsey, por derecha, en los vértices superiores. Tanto Buendía como Ramsey, en lugar de jugar en las bandas, pisaron zonas interiores. Siendo dos generadores imaginativos en la zona de tres cuartos, Emery los imagina alimentando al espacio a dos balas como Watkins y Leon Bailey. El jamaicano, con Gerrard, combinó las dos bandas. Emery, que se guardó a Ings como revulsivo, lo colocó como punta. El gol de Bailey fue la metáfora perfecta de lo que Unai quiere del Villa: presión tras pérdida y ataque vertical, buscando al reformulado punta con un balón al espacio.

El Manchester United, sin Bruno Fernandes, se descosió en ataque. No encontró caminos claros hacia la portería del 'Dibu' Martínez más allá del descaro de Alejandro Garnacho, que debutó en Premier. Los de Ten Hag mostraron su cara más vulnerable, su peor versión también en la transición defensiva. Cristiano, que jugó en punta y dejó a Rashford en banda derecha, no fue capaz de superar a Mings.

Emery explicó que en lo primero que pensó cuando el Villa llamó a su puerta fue "en la grandeza del club". En su primer partido, estuvo a la altura de lo que quiere ser. Su próximo reto volverá a ser el Manchester United. Esta vez en copa y en Old Trafford.