Emery y la última demostración del poderío de la Premier

El actual Aston Villa comenzó a fraguarse hace menos de un año y medio, justo en el momento en el que el Manchester City activó la desconocida cláusula que tenía Jack Grealish en su contrato: 100 millones de libras. Unos 115 millones de euros al cambio, que sólo se activaban con uno de los grandes de Inglaterra. Desde ese momento, el club de Birmingham trazó un plan para intentar instalarse en la parte alta de la clasificación, incluso optar al Top-6 en una buena temporada, si todo salía como esperaban en ese momento.

La realidad es que no ha funcionado, pero han seguido la estrategia que tenían: sustituyeron a su canterano estrella por tres futbolistas -Emi Buendía, Danny Ings y Leon Bailey- que costaron exactamente su precio, con el objetivo de que entre los tres aportaran todo lo que les daba Grealish. Incluso más, pero se han quedado en menos. Una decepcionante 14ª posición en la Premier League el curso pasado no era suficiente, pero se le dio continuidad a la idea. Este verano, otros 70 millones de inversión para reforzar posiciones más defensivas. Diego Carlos, por 30, la compra definitiva de Philippe Coutinho por otros 20 o el joven Boubakar Kamara gratis (ganando la carrera por su fichaje a clubes como el Atlético de Madrid, demostraban la confianza en el proyecto de Steven Gerrard) que decidió dejar de optar a títulos y a jugar en Europa con el Rangers FC para afianzarse en un equipo de media tabla de Inglaterra: la verdadera Superliga del fútbol mundial.

Cuatro victorias en los últimos 22 partidos han acabado con la trayectoria de Gerrard en Villa Park, dejando al club en 15ª posición y tres puntos por encima del descenso. Sin embargo, eso no ha privado a la directiva de apostar por un técnico como Unai Emery incluso pagando una suculenta cantidad de dinero para convencerlo. Siguen con el plan. En otras palabras: un Aston Villa en problemas es capaz de convencer y atraer a uno de los mejores técnicos de Europa, cuatro veces campeón de la Europa League. No es casualidad que los villanos hayan puesto sus ojos en hombres como Pochettino o Tuchel, otros dos nombres que sonaron en las últimas semanas. Hay capacidad económica de sobra: el dinero no va a suponer un problema porque ser 15º de la Premier significa estar por encima de la inmensa mayoría de equipos de Europa.

¿Cómo es posible que esto suceda? ¿Y cómo un entrenador de su nivel puede sentirse seducido por un proyecto que, actualmente, está lejos de los mejores en su liga? El punto económico es un factor evidente. Además de un contrato de tres años con tiempo para trabajar y desarrollar su idea, aunque también lo es el margen de mejora que tiene por delante. Los ingresos anuales que tendrá el Aston Villa, sólo de sus derechos económicos, superarán los 100 millones de euros de los cuales hay una parte equitativa entre todos los conjuntos de la Premier y otra parte que depende de los resultados del equipo. A mejor clasificación, más dinero. En 2021, el 15º clasificado se embolsó 127 millones de euros.

Emery podrá confeccionar una plantilla con retoques personales, aunque goza de buena materia prima. Es conveniente recordar que la venta de Grealish unida a los fichajes que llegaron después, colocaban al club en una posición de asaltar las posiciones europeas: el mismo objetivo que se han puesto equipos como West Ham, Wolverhampton, Everton, Leicester o Newcastle en los últimos años.

Tras dejar el Arsenal, donde estuvo 18 meses como técnico y con los que logró una meritoria 5ª plaza y una final de la Europa League, Emery tuvo la oportunidad de desembarcar en el también millonario, mucho más, proyecto del Newcastle. En aquel momento decidió que no, que solo quería pensar en el Villarreal, y declinó el acercamiento de las urracas, que después eligieron a Eddie Howe. "Me han transmitido un interés, pero no tengo mayor noticia que ese interés y no hay ninguna oferta, que tendría que ser también vía club y vía personal", dijo entonces Emery.

Ahora, después de un mes de contactos, el fichaje ha llegado. Y su debut será, precisamente, contra el Newcastle. Luego tendrá un doble enfrentamiento contra el Manchester United -en la Premier League y en la Copa de la Liga- y después un partido contra el Brighton antes de disfrutar de un mes de "pretemporada" durante el Mundial, puesto que no perderá a un gran número de jugadores durante esas semanas.