FÚTBOL SALA

La RFEF adelantará la Copa de España una semana por un partido de baloncesto

La retirada de Andalucía, el empeño de José Miguel Monje para que se celebre en Murcia y la negativa del UCAM a ceder el Palacio de los Deportes provocan que el torneo se celebre del 20 al 23 de marzo, modificándose el calendario oficial.

José Miguel Monje y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante la presentación de la Copa de España. /RFEF
José Miguel Monje y el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, durante la presentación de la Copa de España. RFEF
Gustavo Muñana

Gustavo Muñana

El Comité Nacional de Fútbol Sala de la Real Federación Española de Fútbol está a punto de perpetrar un nuevo despropósito con el presidente José Miguel Monje al frente. Relevo puede confirmar que la Copa de España, que está considerada como la gran fiesta del futsal español, se adelantará una semana. Una fecha, que está señalada en rojo por muchos aficionados, y que será alterada pasando a disputarse del 20 al 23 de marzo en lugar del 27 al 30 como estaba previsto, según el calendario oficial ratificado en la Asamblea General de la RFEF del pasado 30 de julio.

El torneo que reúne a los ocho mejores clasificados al final de la primera vuelta -la jornada 15 se juega el 25 de enero- sufrirá un cambio de fechas sin precedentes. Los motivos por los que se ha llegado a una situación inédita son variopintos. El 30 de marzo de 2023, la RFEF anunciaba a bombo y platillo un acuerdo para que ciudades de la Región de Murcia y Andalucía fueran las sedes de los seis grandes torneos de fútbol sala hasta 2027. Un fallido ejercicio de planificación que tras la disputa de la Copa de España en Cartagena en 2024 ha saltado por los aires.

Monje aseguró que "siguiendo instrucciones de nuestro presidente Luis Rubiales, que nos pidió que teníamos que consolidar las ciudades y los eventos del ámbito del fútbol sala, organizarlos con mucho más tiempo y, sobre todo, darle un recorrido mayor para visibilizar el espectáculo que se pueda dar en las distintas competiciones". El presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia ni se imaginaba que 20 meses después fuera uno de los candidatos a suplir a su otrora líder y que otro de los aspirantes, el andaluz Pablo Lozano, comunicase la renuncia de Andalucía a albergar la Copa de España por motivos económicos.

El pasado 26 de octubre, Pablo Lozano confirmó al Diario de Jaén, en el marco de la sexta edición del Congreso del Fútbol Andaluz, que la Junta de Andalucía había anunciado "hace varias semanas" que "no iba a asumir el coste económico para organizar una Copa de España" cifrado en 250.0000 euros a pesar del acuerdo alcanzado con la RFEF. Por tanto, se desvanecía la candidatura de Málaga y también desveló que el Comité Nacional de Fútbol Sala había aceptado la propuesta de acogerla por parte de la Región de Murcia, a la que esta temporada 2024-25 también le corresponde albergar la Supercopa de España (18 y 19 de enero) y la Copa del Rey (17 y 18 de mayo).

Lo que parecía una gran operación del murciano José Miguel Monje para Murcia se ha tornado en un nuevo dislate de la RFEF con tintes políticos. A la hora de postular a la capital de la Región, ningún dirigente del Comité Nacional de Fútbol Sala tuvo en cuenta que el sábado 29 de marzo, el UCAM Murcia tenía que disputar la jornada 25 de la Liga Endesa frente al Morabanc Andorra en el Palacio de los Deportes. Fuentes consultadas por Relevo indicaron que "un ejercicio de previsión" hubiera permitido que el conjunto murciano solicitase a la ACB una permuta del partido de la séptima jornada que jugó y ganó (71-83) el pasado 9 de noviembre en tierras andorranas. Nadie lo hizo.

Ahora, ante la petición tardía de la RFEF, el UCAM se ha negado y se mantiene firme en su postura, a pesar de la intermediación de Miguel Ángel Noguera, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Murcia como responsable de la instalación, para que valorase disputar su partido programado para el 29 de marzo en un pabellón alternativo. Llegados a este punto, el Comité Nacional de Fútbol Sala se planteó la posibilidad de repetir Cartagena como sede por segundo año consecutivo, manteniendo las fechas fijadas en el calendario de Primera División. Un escenario que, políticamente, podía generar ciertas tensiones al director general de deportes de la Región de Murcia, Francisco Javier Sánchez.

Finalmente, el empeño del presidente José Miguel Monje para que se celebre en Murcia provocará una insólita modificación de fechas que debería ser hecha pública por el Comité Nacional de Fútbol Sala en los próximos días cuando reciban el visto bueno de los órganos de competición de la RFEF y burocráticamente quedé todo firmado con las instituciones. Así pues, la Copa de España se celebrará del 20 al 23 de marzo y esto motivará que hasta dos jornadas de Liga también tengan que ser modificadas. La jornada 23, que tenía que disputarse el martes 18 de marzo se jugará el sábado 29. La 24, que se jugaba el 22 de marzo se disputará el 1 de abril. En la jornada 25 ya se recuperará el orden previsto en el calendario oficial disputándose el 5 de abril.

Algunos clubes ya hablan de "otra chapuza" y otros acatan sin rechistar una decisión política, que deja satisfecho al Ayuntamiento de Murcia, que no quería presionar a su club de baloncesto, y al Gobierno regional, que pretendía evitar suspicacias territoriales y que la ausencia de planificación de la RFEF evitase que el Palacio de los Deportes de la capital acogiera la Copa de España. Al igual que sucedió con el cambio de reglas, poco importan los clubes, solo algunos conocen las intenciones del Comité Nacional de Fútbol Sala, y menos los aficionados, muchos de los cuales han pedido las fechas anticipadas en el calendario como vacaciones para disfrutar del torneo. Aunque la designación de Murcia no fuera oficial, numerosos seguidores también habían realizado reservas hoteleras.

Desde que la RFEF arrebató el 19 de octubre de 2019 las competencias de organización a la Liga Nacional de Fútbol Sala las comparaciones han sido inevitables. El anuncio de las sedes con meses de antelación, la previsión y planificación de la venta de entradas y abonos y la promoción de la Copa de España que hacía la LNFS siempre ha perseguido al Comité Nacional de Fútbol Sala, cuya gestión ha generado numerosas controversias. Su presidente, José Miguel Monje, respondió a las críticas en una entrevista con el diario ABC el 12 de febrero de 2023.

Durante la disputa de la Copa de España de Granada, el dirigente murciano aseguró que "ha salido todo como ha podido salir. ¿Dónde está regulado que haya que hacerlo siete meses antes, cinco o un año? Yo entendería que si no se sigue una norma que está establecida hay un incumplimiento. Ahora, ¿dónde está la dificultad cuando todos están aquí llenando el pabellón y los hoteles llenos? ¿cuál ha sido el problema? Si nos queremos quejar nos quejamos de lo que nos dé la gana. Dicho esto, ahí están todos. Habrá costado un poquito más, pero no creo que con un mes de anticipación sea insuficiente para poder acceder a una habitación o poder acceder a una entrada".

A pesar de que hasta el flamante nuevo seleccionador Jesús Velasco reconoció en su presentación que el fútbol sala "lleva unos años oscuros y de mucha pelea interna", José Miguel Monje minimiza en petit comité la invisibilidad y deslocalización en la que ha sumido la Federación Española de Fútbol a su competición estrella de Futsal con audiencias mínimas como los apenas 18.730 espectadores que presenciaron el duelo entre el campeón de Liga, Jimbee Cartagena, y el Quesos El Hidalgo Manzanares en Teledeporte el pasado 9 de noviembre. "A lo mejor es que ha dejado de interesar", ha llegado a insinuar el entorno más cercano del presidente del Comité Nacional. A lo mejor es que al dirigente murciano nunca le interesó el fútbol sala.