La nueva relación de José Ramón de la Morena y José María García: "Me gustaría que mi hijo me cuide como el tuyo, con el puro, con el hielo en la cerveza..."

José Ramón de la Morena y José María García libraron durante muchos años una durísima batalla en las ondas radiofónicas en la que los dos periodistas traspasaron muchas veces la línea roja. El hacha de guerra estuvo desenterrada incluso después de que Supergarcía abandonara los micrófonos, pero desde aquel programa de Salvados de 2018 en el que se pusieron cara a cara delante de las cámaras, todo han sido flores y elogios.

Tanto De la Morena como García reconocieron sus errores y admitieron que se equivocaron con ese tono tan elevado y personal. Y lo que en los 90 eran insultos y reproches, ahora son abrazos y palmaditas en la espalda. "Se ha vuelto muy bizcochón", señala De la Morena durante una charla con Juanma Castaño con las cámaras de Relevo como testigos.

Los hombres que revolucionaron las noches deportivas de la radio han pasado de no poder verse a compartir escenario en muchos actos. Durante la charla con Juanma Castaño -en la que hablan de sus inicios en la radio, de Pepe Domingo Castaño y del futuro de la profesión-, De la Morena recuerda una cena reciente con García que resume a la perfección la nueva relación entre ambos.

Fue hace unos meses en Canarias, adonde acudieron a un evento organizado por la Universidad Fernando Pessoa y la Unión Deportiva Las Palmas. De la Morena y García estaban cenando y en la mesa estaba también Pepe, el hijo de José María.

"Yo vi que él estaba pendiente de su padre. Decía: 'No, esto a mi padre no. A mi padre la cerveza con una piedra de hielo. Esto no, esto tal...' Y en un momento determinado le dijo: 'Papá, espera un momento, que ahora quiero escuchar yo'", dice De la Morena ante la atenta mirada de Castaño.

"Y cuando al día siguiente fuimos a dar la charla, le dijo 'García, no quieras ser Supergarcía, habla, cuenta cosas, disfruta y sobre todo deja también un poquito de hablar. Ah, y una tercera cosa. A mí, no me nombres. Por favor, no me nombres'", continúa De La Morena. "Y empieza García la charla y dice 'Yo quiero dar las gracias a mi hijo' y empieza hablar de su hijo y estuvo diez minutos hablando de su hijo".

"Entonces a mí me obligó también a hablar del mío. A mí me gustaría que cuando el pequeño se hiciera mayor me cuidara tanto como te cuida a ti el tuyo. Me gustaría poder hablar 15 minutos seguidos de mi hijo y que mi hijo hubiera estado como estuvo ayer el tuyo en la cena pendiente de ti, de que no te fumes el puro, de que tal... Es que los hijos son y somos tan egoístas, que lo valoras un poco cuando empiezas a madurar, como en mi caso".

La noche del jueves 21 de noviembre, muchos grupos de whatsapp empezaron a echar humo. La "guerra" entre David Broncano y Pablo Motos por la audiencia en el prime time se intensificó con el piloto Jorge Martín como protagonista y el duelo La Revuelta-El Hormiguero, que ya estaba al rojo vivo, se convirtió en la comidilla de media España.

Jorge Martín, recién coronado como campeón del mundo de MotoGP, acudió a La Revuelta y grabó una entrevista que nunca salió a la luz por las presiones de Pablo Motos. El piloto se había comprometido a dar su primera entrevista a El Hormiguero y en aquella tarde del jueves los teléfonos no paraban de sonar en Antena 3 y TVE. Muchos, los más veteranos, enseguida se acordaron del primer gran duelo que hubo en el mundo de la comunicación española: el José Ramón de la Morena vs. José María García.

¿Era una comparación acertada? "Yo no lo veo exactamente igual porque los dos tienen personajes. Ninguno puede llorar por no tener personajes", dice el propio De la Morena. Jubilado desde 2021, el mítico presentador de El Larguero de la Cadena Ser asegura que anda un poco desconectado de la actualidad, pero enseguida demuestra que conoce al dedillo todo lo que ocurrió con la famosa entrevista de Jorge Martín en la Revuelta. "Nosotros, si tenemos grabada una entrevista... Vamos, va de cabeza", afirma sobre la manera que él y Supergarcía tenían de hacer radio.

Cuando De la Morena comenzó a dirigir El Larguero en 1989, García era el dueño absoluto de las noches radiofónicas, pero la brecha se fue acortando hasta que se produjo el sorpasso. Con Broncano y Motos ha ocurrido algo similar: El Hormiguero no tenía rival en la noche hasta que ha llegado La Revuelta. No obstante, todavía tienen que subir muchos peldaños en su trifulca para llegar al nivel de De la Morena y García.

"Ellos se mueven de otra manera. Nosotros salíamos a la calle a buscar a los personajes. Tú te ibas a casa del entrenador, donde fuera, para que entrara desde allí. Ahora no es así: hay una productora, se firman unos derechos. Se paga... nosotros era todo a pulmón y a la calle, a la calle, a la calle, a buscar al personaje y a tenerlo. A llegar antes. Muchas veces llegábamos y muchas veces ya había quedado con García. Pero cuando llegábamos nosotros primero íbamos con el puñal en la boca. Yo creo que lo nuestro era más auténtico", indica De la Morena. "Sí, lo nuestro era más infantería. Esto es una guerra del Siglo XXI", apostilla Castaño.

El actual director de El Partidazo de Cope recuerda su encuentro con José María García en la última etapa de la Vuelta a España 2001. Juanma Castaño llevaba poco tiempo en Madrid en la Cadena Ser y le tocó hacer de inalámbrico en una competición, La Vuelta, que era territorio García.

"¿Te acuerdas cuando me mandaste al final de la Vuelta a España? A la Puerta de Alcalá. Que estaba de inalámbrico y ganaba Ángel Casero la Vuelta a España. Y entonces estaba García con el inalámbrico", señala Juanma Castaño. "Yo le pregunté a Casero muchas veces '¿Cuándo te diste cuenta de que ganaba la Vuelta a España?' Me acuerdo de que el cabrón de Casero no me respondía y solo le miraba a García. Pero yo le hice la misma pregunta y le reventaba la entrevista a García porque no paraba de salir mi voz en su entrevista".

"Entonces, cuando llegué a la radio y te veo... '¡De puta madre! ¡De puta madre! ¡Le has reventado la entrevista a García! ¡Que se joda!' Me acuerdo de que te reías de la situación", revela Juanma Castaño.

"Es que nosotros en La Vuelta con García lo teníamos chungo. Lo teníamos muerto. La Vuelta era suya y él la manejaba. Hacía la mejor Vuelta que se ha hecho. Nosotros, sin embargo, hemos hecho el mejor Tour", le responde De la Morena. "Nosotros teníamos la suerte de que teníamos a Induráin y a Perico. Yo dormía al lado de Induráin y Perico. Entonces, claro, él no hablaba con Induráin ni Perico. Yo creo que ese error fue una de las cosas que a él le costó más caro. Aunque ahora lo pienso y no sé si tan caro. Porque, a ver, él siguió siendo quien era. No perdió ni gota de poder".