Sadiq y la Real hurgan en la herida de un Sevilla que se quedó sin Ramos y Navas en un minuto

La Real volvió a la senda del triunfo ante su público superando a un Sevilla caótico y que no consigue despegar. Un triunfo convincente para los de Imanol Alguacil para recuperar la quinta posición y seguir disfrutando de una temporada casi perfecta que tiene a su afición entregada. Enamorada. Y no es para menos porque los txuri-urdin ganan los partidos por inercia y calidad, sin necesidad de tener días redondos, ante equipos de la talla del Sevilla, por muy turbias que corran las aguas en Nervión. Lo que se vio en los 90 minutos es un resumen y la mejor muestra de la realidad de ambos equipos a día de hoy.

El Sevilla lo intenta, le pone corazón, incluso domina por momentos de los partidos, pero no consigue dar la vuelta a una situación que le tiene en el vagón trasero de la competición cada vez más lejos de los puestos europeos. Diego Alonso no ha conseguido revitalizar al equipo y sigue sin ganar más allá del triunfo copero ante el Quintanar de la Orden. Preocupante. Cada vez más.

Más aún si el choque comienza enrevesado. Aún con los futbolistas fríos, Barrenetxea probó suerte con un golpeo directo al palo corto en una falta lateral y encontró petróleo. Con ayuda de Dimitrovic, es cierto, porque el serbio dejó demasiado espacio en la corta y aunque pudo reaccionar para salvar sobre la línea, su despeje rebotó en su pie y se coló cuando no se había cumplido el tercer minuto de juego.

Un golpe duro para los de Diego Alonso, que habían saltado al césped del Reale Arena con un once veterano, apostando por la experiencia para competir ante uno de los equipos más en forma del campeonato. Actuaron de inicio los cuatro capitanes (Navas, Rakitic, Fernando y Ramos), elevando la media de edad del once titular hasta los 30 años, y desde muy pronto tuvieron que cambiar el plan. Se intentaron soltar, pero no conseguían llegar con peligro al área defendida por Remiro y, además, dejaban muchos espacios a espaldas de los centrales con un delantero intimidante como Sadiq.

La Real manejó los tiempos en este primer acto, viendo que no sufría y sabiendo que su calidad le permitiría tener ocasiones con el pasar de los minutos. Una versión algo menos divertida que la vista en Champions, pero igual de efectiva. Así llegó la acción del partido y quizá de la temporada: El golazo de Sadiq Umar para reivindicarse y poner fin al calvario que ha vivido por la lesión de ligamento cruzado que sufrió en septiembre del 2022 en Getafe. Su tanto desde 35 metros enloqueció a la afición local y congeló al cuadro hispalense, que solo pudo resistir en la segunda mitad del primer tiempo para no ver ampliada su desventaja.

Parecía que sería un encuentro plácido para la Real, pero el Sevilla sacó su orgullo de campeón. Se revolvió, mejoró con la salida de Oliver Torres por Soumaré y fue aproximándose al área realista de manera tímida. En una de esas aproximaciones llegó el tanto de En-Nesyri, tras un remate que rebotó en Le Normand, y el choque cambió por completo. El delantero marroquí entró en acción, se convirtió en una pesadilla para el central internacional y para Zubeldia, y tuvo el empate en un zurdazo que se estrelló con la cruceta.

Una acción que podría haber hecho temblar al Reale. Pero esta afición ha crecido al mismo ritmo que el club y entendió a la perfección que era el momento en el que más le necesitaban.Todo el campo entonó el 'Goazen Reala' y dieron algo de oxígeno a unos jugadores que sufrían su peor momento del choque cuando restaban más de 20 minutos por jugarse. Kubo, con una gran acción que finalizó en un buen remate de Sadiq despejado por Dimitrovic, asumió los galones de líder de esta Real para alejar los nervios, aunque ya era casi imposible no sentirlos. Suyos fueron también el resto de los mejores acercamientos, en otro intento despejado por el meta sevillista y en una contra que finalizó con un remate manso antes de salir ovacionado.

Por si le faltaba algo al choque, en los últimos minutos se vivió la gran polémica del duelo con una acción que finalizó con la expulsión de Sergio Ramos y Jesús Navas en un minuto. El exmadridista, que había visto la primera amarilla pocos minutos antes, barrió a Brais Méndez cuando se acercaba al área. El VAR llamó Ortiz Arias para revisar la acción, quien entendió que la entrada no era merecedora de amarilla, si no de roja directa. Primera expulsión del camero, lo que derivó en una protesta grupal y en la expulsión de Navas, haciendo imposible el empate en los últimos minutos. Una derrota que hunde al cuadro de Diego Alonso y una victoria que da impulso a la Real antes de un nuevo duelo de Champions.

Real Sociedad: Remiro; Traoré (Aritz, m.84), Zubeldia, Le Normand, Aihen; Zubimendi, Merino (Turrientes, m.75), Brais; Kubo (Cho, m.84), Sadiq (Oyarzabal, m.75) y Barrenetxea (Zakharyan, m.67).

Sevilla: Dmitrovic; Navas, Ramos, Badé (Nianzou, m.73), Pedrosa; Fernando (Mir, m.90), Soumaré (Torres, m.46), Rakitic; Ocampos (Gattoni, m.90), En-Nesyri y Lukébakio (Januzaj, m.73).

Goles: 1-0, m.4: Dmitrovic (p.p.); 2-0, m.22: Sadiq; 2-1, m.60: En-Nesyri.

Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a Merino (33) y Traoré (78) por la Real Sociedad; y a Ramos (82) por el Sevilla. Expulsó con roja directa a Ramos (87) y Navas (88), del Sevilla.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la 14ª jornada de LaLiga EA Sports disputado en el Reale Arena ante 33.879 espectadores.