Sadiq pone fin a su calvario con un golazo que impresionó hasta a Merino
El nigeriano volvió a marcar más de un año después para olvidar los males y la larga lesión que sufrió al llegar a Donostia.
Umar Sadiq no estaba feliz en San Sebastián, pero el calvario sufrido por una lesión de ligamento cruzado a las pocas semanas de llegar a la Real como el fichaje más caro de su historia ya ha acabado. O al menos, ha podido celebrar y disfrutar de una ovación en el Reale Arena después de anotar uno de los goles de LaLiga ante el Sevilla. Uno de esos que se recordará durante muchos años por la belleza de la acción y sobre todo por el significado que tiene para el delantero nigeriano, que aprovechó la baja de Mikel Oyarzabal para reivindicarse y recordar a todos que por nivel es una de las estrellas de esta Real Sociedad.
Corría el primer cuarto de partido, sin grandes intervenciones hasta entonces de Sadiq, pero un balón suelto en el centro del campo fue suficiente para firmar una obra de arte. Recogió la pelota en el punto central del terreno de juego, se giró, dribló con facilidad a Fernando y Soumaré en vez de apoyarse en Barrenetxea y encaró portería. Ante la tímida presión de Sergio Ramos, no se lo pensó y golpeó a la escuadra desde unos 35 metros. Dimitrovic voló, pero fue imposible alcanzar un balón que se coló por la escuadra izquierda del portero serbio.
Un gol que enloqueció a la grada del Reale Arena e incluso a sus compañeros. Mikel Merino, espectador de lujo del disparo, se llevó las manos a la cabeza y todos los compañeros corrieron a abrazar al delantero. Ahien fue el primero en felicitarle, mientras Zubimendi alucinaba también con las manos en la cabeza y Kubo bromeaba, como siempre. "No me lo creía al principio, no sé cómo se le ha ocurrido tirar desde tan lejos. Yo le he mirado a Zubimendi, se ha llevado las manos a la cabeza y no nos lo creíamos. Es uno de los mejores goles que he visto en directo", reconoció Barrene en rueda de prensa.
Un gol especial porque ha sufrido mucho, algo que quedó claro también al ir a festejarlo con todos sus compañeros y médicos en el banquillo. Sadiq ha tenido que pasar momentos muy duros desde que cayese lesionado en Getafe el 11 de septiembre de 2022 en su tercer partido como txuri-urdin. Una rotura de ligamento cruzado de la rodilla que le alejó once meses del césped. En agosto, tras sufrir otra lesión muscular en pretemporada, regresó a los terrenos de juego pero las emociones generadas con su fichaje ya se habían esfumado.
Con el equipo en gran momento y con un Mikel Oyarzabal enchufado actuando como delantero, le ha tocado esperar. Apenas pudo participar en trece partidos y habiendo jugado más de 45 minutos únicamente en el derbi ante el Athletic. Sin goles y con una asistencia en los 399 minutos hasta la fecha, lo que había despertado eran incluso dudas en la afición realista y un sentimiento de contrariedad en el propio jugador. "No está feliz. Ningún jugador importante está contento sentado en el banquillo", aseguraba a Relevo Oma Akatugba, íntimo amigo y periodista africano.
"Cree que si tiene más tiempo de juego lo hará bien", también dijo, dejando claro que si tenía continuidad podría recuperar el nivel que le convirtió en el fichaje más caro de la historia de la Real, pagando 20 millones de euros más variables al Almería el verano de 2022 para sustituir a Alexander Isak. Por el momento, ya ha anotado uno de los goles de la temporada.
"Entre todos le estamos ayudando. Cualquier charla con el entrenador es la que más marca, pero tenemos un director deportivo, un presidente, un psicólogo, unos compañeros... La que más marca es el entrenador y como siempre le he apoyado, a día de hoy está aportando pero siempre os lo he dicho; cada vez que ha jugado de titular siempre ha tenido sus opciones y ha hecho las cosas bien lo que pasa que cuando no aciertas lo miras de otra manera. Estoy contento porque lo necesitaba, pero nos aporta siempre mucho más", valoró Imanol Alguacil sobre un Sadiq que vuelve a sonreír en la Real Sociedad.