Dos 'debutantes' y un misterio son las tres incertidumbres en la primera revolución de Flick

Un día antes de visitar La Cerámica, Hansi Flick había dado más un simposio médico que uno de fútbol en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva Joan Gamper. El estado físico de los jugadores, aquellos que se habían reservado en el último entrenamiento, el estado de los de larga duración, la comunicación con los médicos y la voluntad de no quemar y mimar a una plantilla que apenas había rotado en este primer mes de competición. Dicho y hecho. La alineación que buscará la sexta victoria en la Liga y resarcirse de la derrota de Mónaco está plagada de novedades.

La más notoria es la de Pau Cubarsí. El técnico ya lo había mencionado ayer, lo puso como ejemplo de jugador con el que había que ir con mimo, y así se están comportando en los entrenamientos y en los partidos. El chico de 17 años ya fue sustituido en cuatro de los seis encuentros hasta el momento, titular indiscutible pero sin exponerlo a esfuerzos que aumenten el riesgo de lesión. Cubarsí lo verá desde el banquillo y en su lugar entrará Sergi Domínguez, que ya debutó a falta de media hora ante el Valladolid este mes de agosto.

Flick está enamorado de Cubarsí, y por eso sabe que es un jugador a medio y largo plazo durante la temporada, por lo que una lesión teniendo en cuenta que Ronald Araujo no volverá hasta 2025 sería el peor de los contratiempos. Prueba de fuego para el equipo, que tendrá que jugar sin el futbolista más regular de la defensa y el primer centrocampista por su capacidad para superar líneas.

El partido en Mónaco evidenció que uno de los problemas del Barça actual -con lesiones y una plantilla descompensada- es la dificultad de cambiar partidos con la carta de los cambios. En Villarreal se pone a prueba si dicha segunda unidad, repleta de jóvenes, es capaz de aguantar el tirón de los titulares y que no se noten las rotaciones. Sergi Domínguez, Gerard Martín y Pablo Torre entraron en el último tramo en Mónaco. En La Ceràmica son titulares.

La apuesta de Flick por los tres se entiende por la buena gira que hicieron en verano. Sergi Domínguez, que ya ha debutado, fue suplente la mayor parte del curso pasado en el Barça Atlètic. Primero con la pareja que formaron Cubarsí y Mika Faye y a partir de noviembre, con Mbacke. Tuvo protagonismo a partir de año nuevo y disputó las semifinales del playoff de ascenso contra el Ibiza.

Gerard Martín aprovechó la gira también para convencer a Flick. Había una vacante como suplente de Balde y el camino se le aclaró cuando el alemán apostó por Álex Valle como lateral diestro de emergencia. Hoy, cedido en el Celtic. Es un lateral más tendiente a cerrar que a atacar, con un físico poderosísimo y muy seguro en defensa. Hace dos años jugaba en el Cornellà. La temporada pasada solo se perdió 90 minutos en todo el curso, fue a causa de una sanción.

Lo de Pablo Torre es una sorpresa. El mediapunta apenas había participado en lo que va de curso pese a que ha habido lesiones como la de Dani Olmo. Únicamente había contado con siete minutos de juego, pero en La Cerámica tendrá un escenario idóneo para ganar crédito y evidenciar que la cesión en Girona le valió para, al menos, poder ser una opción secundaria en la plantilla azulgrana.

Debido a las bajas del primer equipo, hay varios jugadores que se quedan a medio camino entre el filial y los mayores. Van convocados con Flick, no juegan o participan muy poco, y no pueden tampoco jugar con el Barça Atlètic. Sin embargo, en La Masia creen que solo el hecho de entrenar con el primer equipo ya vale la pena en cuanto a crecimiento. "El primer equipo es el primer equipo", suelen justificar. En el banquillo, por ejemplo, estarán los primos Fernández. Ambos se perdieron el duelo del sábado contra el Zamora.