FÚTBOL

Paco Roig sigue como era: "Luis Aragonés fue el mejor entrenador que tuve, pero como persona me jodió y quería cobrar en negro"

Aunque no tenga su capítulo en el serial de Movistar+ 'LaLiga de los hombres extraordinarios', también lo fue por su gestión en el Valencia (1994-1997). Lo confirma que aún tiene la lengua afilada.

Paco Roig, expresidente del Valencia de 1994 a 1997. /
Paco Roig, expresidente del Valencia de 1994 a 1997.
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

Valencia.- Hace justo un año, Movistar+ estrenó una deliciosa serie documental sobre el fútbol de los años 90 y la manera de gestionar de los principales presidentes del momento. Joan Gaspart, José María Caneda, Del Nido padre, Augusto César Lendoiro, Lopera, Teresa Rivero y alguno más prestaron sus jugosos testimonios y un buen repertorio de anécdotas en la primera cinta original de Producciones del KO titulada LaLiga de los hombres extraordinarios.

Francisco Roig Alfonso (Valencia, 1939), más conocido como Paco Roig y por ser hermano del presidente del Villarreal (Fernando) y del dueño del Pamesa (Juan), no salió en ella porque la colección de personajes era inabarcable y el proyecto hubiera tenido que tener más capítulos que El Señor de los Anillos. Pero más de uno, sobre todo en Mestalla, se quedó con las ganas. Después de presidir el Valencia de 1994 a 1997, ponerse de sueldo el 1% del presupuesto, de fichar a Romario, de coincidir con Valdano, Aragonés, Ranieri y Parreira, o de haber vendido a Mijatovic, ser agredido por Penev y dimitir por una pañolada, apetecía escucharle. Así que Relevo se citó en su taberna de cabecera para almorzar, comprobar que está en forma a sus 85 años, que posee una memoria prodigiosa, que sigue teniendo su tirón y algunos le tratan como si aún tuviera poder y que, como quiere tanto al Valencia, le duele.

¿Le ofrecieron participar en este documental del que le hablo o al menos le hubiera gustado salir?

Nadie me dijo nada. Bueno... Y eso que tengo cosas que decir. He estado pensando en alguna de las que te quiero compartir hoy.

Pues adelante. Después de haber estado en el Valencia tres temporadas, media vida en la Federación y de comprar acciones del Hércules... ¿puede dar fe de que aquel era otro fútbol?

Yo creo que la vida es siempre igual. Y, por tanto, el fútbol. Yo esos que dicen 'los españoles somos los más fogosos…'. Hostia, ¿y no habrá ingleses fogosos? En todos sitios hay de todo. En España hay buena gente, honestos, deshonestos, sinvergüenzas. Y por ahí, también. Igual las relaciones sí que eran diferentes. Había gente que me caía muy bien como Núñez. Pero también se dicen cosas que no son... Pasó con aquel penalti de Djukic en Riazor y la Liga que ganó el Barça [14 de mayo de 1994]. Yo nunca me vendí a Núñez.

Empieza fuerte.

Es que a mí me llamaron para que el Valencia le ganara al Deportivo y para que le diera una prima a mis jugadores. '¡Pero si vamos octavos! ¿Qué prima les voy a dar yo a estos?', dije. Se lesionó el portero, Sempere, y pusimos a González. Te lo cuento así de claro porque es la verdad. Y el presidente llamándome todos los días... Y pensé, pues ya que me llama, aprovecho. Le dije que si el Barça era campeón...

¿Qué?

Pues que el Valencia jugaba un Gamper cobrando y el Barça un Trofeo Naranja gratis. Entonces estaba empezando mi hermano en el Pamesa, así que le dije que el equipo de básket del Barça también tenía que jugar allí. Le saqué cuatro o cinco cosas. Eso fue así. Y ¡pum! Tiran aquel penalti y lo fallan… Yo no sé si a los jugadores del Valencia alguien les dio dinero como prima. Yo no les di ni un puto duro. Tiran un penalti, en el último minuto, y fallan. Lo lanza Djukic y lo para González, que no había jugado en todo el año. Y después yo firmo a Djukic en verano. Y ahí empezaron los rumores. Pero ya me lo había ofrecido Minguella. Eso es el fútbol... Hay muchas envidias.

¿Tiene buen recuerdo de esa época de presidente?

Me gustó, fue un honor para mí ser presidente, pero me faltó tener más tiempo y hacer más cosas. A mí me pusieron a una persona al lado, al amigo Llorente, que me rompió todo el esquema. Era mi brazo derecho y fue un traidor. Debe ser millonario. No sale por ningún lado. Y él se quedó muchos años y a mí me hizo de todo. Desde el día que perdimos contra el Salamanca [la tarde del 30 de noviembre de 1997 por la que dimitió tras un 0-1], porque yo había dicho que si me sacaban los pañuelos me iba. Perdimos y se lio. Pero éste hasta ordenó que la policía rodeara el palco y todo, como si hubiera pasado alguna cosa grave. Un traidor total. Yo al Valencia lo cogí tras estar de directivo con el señor Arturo Tuzón, que era un buen presidente pero que se gastaba poco dinero. Cuando entré, el Valencia ni debía ni tenía nada. Hice aquel Valencia con 500 millones de pesetas [unos 3 millones de euros] tras vender a Leonardo cuando aún le faltaba un año de contrato. Yo no podía fichar a Mbappé. Yo tenía que fichar al que fuera a ser el próximo Mbappé. Tuvo un equipo de cojones. Hasta que Llorente me jodió por todas partes. Estoy contento de haber sido presidente.

¿Cuál es el mejor recuerdo de esos años como presidente?

Cuando le ganaba al Madrid. Creo recordar que le eliminé en una Copa [así es, en concreto en octavos de final de la temporada 94-95]. Después estuvimos en la final, que no la debimos perder en el Bernabéu. Aquella de la inundación frente al Depor [1995]. Fui subcampeón de Liga 20 años después y puse al Valencia en órbita. Al Valencia todo el mundo le temía. Así como ahora todo el mundo cree que el Valencia va a bajar, antes no era así. Y se ganó una UEFA poco después, en 1998, a los pocos meses de irme, con el equipo que yo construí.

¿De dónde surgió aquel famoso lema que sacó de 'Per un Valencia campeó'?

Hice lo que yo sentía cuando estaba sentado en la butaca como aficionado. Quería ver un Valencia campeón y eso es lo que intenté cuando pasé a dirigir el club. ¿Me hubiera gustado ver a Romario? Romario fichado. ¿Que las bandas de música valencianas fueran parte del espectáculo? Bandas de música. ¿Cambiar el nombre al estadio? Hecho. Nada de seguir lo que marcaba el Madrid con el Santiago Bernabéu, y otros clubes que luego le siguieron poniendo los nombres de sus presidentes. El nuestro se fundó como Mestalla, pues Mestalla se volvió a llamar. Tuve broncas con la familia de Luis Casanova, claro. Y le dije al hijo, 'es que este campo no es de tu padre, este campo es Mestalla'. A su padre le hacemos una plaza ahí, pero él no es el dueño de Mestalla. Veremos cuándo lo cambian.

¿Y se arrepiente de algo de aquellos años?

Me arrepiento de no haber tenido huevos para tirar a Llorente el día que me di cuenta que me estaba traicionando. Y después, de aguantar la presión y seguir. Había dicho que cuando me sacaran los pañuelos me iría y lo hice. Me podía haber quedado. Ahora eso nadie lo hace. Siempre he pensado que hay que tener palabra. ¿Me hubiera gustado quedarme? Sí. ¿Lo pasé mal cuando me fui? Sí, lo pasé mal. Pero la decisión estaba tomada. Lo prometí y me fui.

¿Le empujaron?

Hubo de todo. Siempre hubo presiones políticas. Y me insistían para vender las acciones. Ahí me moví bien y me lo busqué yo. Tenía muchísimas y gané un pastón porque compré muy barato y vendí muy caro. Hice un poco el paripé de que no quería vender y tal. Estuve un sábado cinco horas con el presidente este que dice que no han hecho nada, con Paco Camps, y con Bautista Soler, y me dijeron que yo era de los mejores presidentes, haciéndome la rosca, pero que tenía que vender porque había una guerra. ¡A ver qué coño pintaba él! Estuve cinco horas y les decía que yo lo que quería era comprar las acciones de Soler para volver al Valencia. Les dije que no vendía. Pasaron cuatro meses, no me decían nada y entonces me llamaron para pagarme mi parte y me daban una fortuna. Así que las vendí.

¿Alguna vez ha pasado apuros económicos?

Siempre. He tenido muy buenos días, y otros días fueron más traumáticos. Yo soy más comerciante, no soy fabricante, pero he pasado siempre por situaciones hacia arriba y hacia abajo. Y el fútbol es un buen negocio a veces y un mal negocio en otras. Puede ser un buen negocio llevándolo bien, pero la gente en el fútbol es muy fantasiosa y muy creída. Yo hice el Valencia con cuatro pesetas. Parece imposible, pero hay que buscarle las vueltas. Ahora, te coge un intermediario de esos que hacen los fichajes y cobran un 10% y te pegan unas hostias que te matan... Pues vas apañado. Cobran por un tubo y están forrados. Hay que saber moverse y se pueden hacer equipos con poco dinero. Pero debes saber e ir de cara.

¿Qué es lo que más le recuerdan cuando le reconocen por la calle?

Que vuelva.

¿Sí?

Y yo le digo, 'hijo de puta, ¿pero tú el día del Salamanca me pitaste?'. Y me contestan 'no, yo no, Paco, pero el de al lado mío sí'. Y les digo de cachondeo,' ¿y no le diste un par de hostias?'. Y dicen 'no, no'. Pues vete por ahí anda. [Risas]. Se lo digo de cachondeo.

¿Cuál es la anécdota que más gracia le hace contar de entonces cuando está entre amigos?

Les digo que me caía muy bien Romario. Que, por cierto, se lo cargó uno que era del Levante que trabajaba en Las Provincias y empezó a soltar bulos. Romario me dijo a la cara 'presidente, me gustan las mujeres, no me gusta el alcohol, no me gusta fumar y no me gusta drogarme; pero las mujeres me gustan, para que lo sepa'. Por aquí iban detrás de él, el periodista éste, que era del Levante y yo era el único que lo decía. Y mira, qué cosas, luego terminó siendo presidente de la Fundación de Levante.... Vicente no se qué [por Vicente Furió].

"Romario era el mejor: me dijo 'Presi, no me gusta el alcohol, ni fumar ni drogarme; pero las mujeres me gustan mucho, para que lo sepa'"

¿Y qué le hacía tanta gracia de Romario?

Pues que unos años más tarde, cuando se fue, fui por un viaje de negocios a Rio con varios amigos. Y uno de ellos dijo, '¿por qué no vamos a tomar algo a la discoteca de Romario? Y dije, 'vale'. Me pareció bien. Joder cuando me vio… ¡qué abrazos me daba! Fui hasta a su boda. Estuvimos allí hasta las mil. Yo estaba muerto de cansancio a las cuatro de la mañana y dije que me marchaba para el hotel y que me dieran la cuenta, que después de tantas horas iba a ser bien gorda... Se acercó a mí y me dijo que de pagar, nada de nada. '¿Cómo le voy a cobrar yo a usted presidente?'. Muy cariñoso. Total, que me fui, y a la mañana siguiente yo presumiendo de lo que había pasado. Hasta que el resto, que se quedó más tiempo en el local, me dijo 'no te habrá cobrado a ti, pero nos lo cobró todo a nosotros'. ¡Qué cabrón! [Risas]

Paco Roig, en la presentación de Romario.
Paco Roig, en la presentación de Romario.

¿Usted era de los que bajaba al vestuario o daba 'Santiaguinas' como Bernabéu?

No, no. Yo, si perdíamos, bajaba y les animaba y quitaba hierro al asunto. 'No pasa nada'. Y si ganábamos, pues daba la enhorabuena. 'Sois unos fenómenos'. Tenía una buena relación, y cercana, con todos. Hay jugadores que aún me ven y me dan un buen abrazo. A Angulo lo firmé yo y lo saqué de un taxi de Gijón. Porque lo querían matar, porque no le querían ya en el Sporting. Y además, yo era muy franco.

¿Cómo era la relación con los entrenadores?

Pues mira, con los entrenadores mal. Luis Aragonés para mí fue el mejor entrenador que tuve, pero como persona... No quiero calificarlo. Luis Aragonés a mí me jodió.

¿Y eso?

Con él fui subcampeón. Le di todo lo que me pedía. Le firmé a Romario porque él me dijo que, como se había ido Mijatovic al Madrid, necesitaba un delantero de 15 goles. Y luego me dice mi cuñado, que era el secretario técnico, que Luis no quería a Romario. Cogí el coche y me fui a casa de Luis, que vivía ahí cerca de Mestalla, en una mierda de casa, y le digo, '¿qué? tengo a Romario firmado y me han dicho que usted no lo quiere. Y yo quiero saber si es así. Si no va a jugar, no lo firmo'. Entonces, como era muy cínico, me dijo que eso no era así, que sí lo quería. Me dijo una frase... 'Será la guinda de la tarta'. Hacemos la operación y me deja colgado el día que hacemos la presentación. Luis va y dice que no habla. Y no habló. Y estuvo seis o siete meses así porque decía que habíamos hecho las cosas muy mal en verano. ¿¡Pero el qué!? Un tipo así, así… Te lo digo yo.

"Luis me dijo que, como se iba Mijatovic, quería un delantero de 15 goles. Le traje a Romario y luego no lo quería. Me fui a su casa, que era una mierda, y..."

Usted también se equivocaría en algo. Dio muchos bandazos con los entrenadores y pasó de un estilo a otro. Coincidió también con Valdano, por ejemplo.

A mí Valdano no me gusta nada. Valdano… Lo tiré yo. Fuimos a Santander, cuando había tres cambios y tres extranjeros, la lio y puso a otro que no debía. Y nos dieron el partido por perdido. Lo tiré. ¡No fastidies! ¡A tomar por saco! ¿Cómo se puede hacer eso? Me lo recomendó Jesús Martínez. Yo no es que sepa mucho de fútbol o me guste mucho, a mí me gusta el Valencia, pero es que...

¿Jugó alguna vez?

De pequeño, en el colegio. Y ya desde crío a mí me gustaban los italianos, que eran los que siempre ganaban todo. Por eso me fui luego a por Ranieri. Los italianos ganan las finales. Los italianos inventan el cerrojo. Los italianos eran la leche. Y fíjate, cuando me fui, va Ranieri y lo primero que hace es cargarse a Romario.

¿Y cómo era la relación con Valdano, tan de izquierdas, con lo de derechas que es usted?

Nada, cero. A mí me lo metió ahí mi cuñado. En mala hora...

¿Y su relación con la prensa?

Había de todo. Salvo con el Vicente este que le decía… A mí me han dado caña. Mucha leña. A toda pastilla.

¿Y le afectaba?

No. Estaba como ahora, tranquilo. Pero también era más chulo. Yo creía que podía con todo el mundo y no podía. Fue una de las equivocaciones mías. Decía 'aquí mando yo' y a veces...

¿Le incomoda que le comparen con sus hermanos y en algunas cosas pueda salir perdedor?

Mis hermanos me aman. Yo soy el mayor de la saga y yo empecé muchas empresas de la familia, pero mis hermanos me han demostrado que son cien veces mejor que yo. Yo estuve en el Valencia, creé casi Mercadona, fundé Pamesa, y todo eso lo hice porque yo tengo diez años más que ellos, pero ellos son los que lanzaron a las empresas grandes. [Su padre y él iniciaron el negocio de embutidos con 'Cárnicas Roig'].

¿En todo eso sigue usted teniendo alguna participación?

No, no, no. Soy tan inteligente que no tengo nada de eso [carcajada].

"Mis hermanos me han demostrado que son cien veces mejor que yo; soy tan inteligente que no tengo ninguna participación de Mercadona ni Pamesa"

¿Y cómo no fue capaz en su día de convencer a Fernando para que en vez de ir a Vila-real invirtiera en su Valencia?

Ellos quisieron firmar en el Valencia, pero entonces nos separamos. Fue antes de ser yo presidente del Valencia. Lo que ocurrió es que ellos iban por un sitio y otros por otro. Ya antes de eso quisieron comprar el equipo de básket. Luego yo salí del club y no les pedí ayuda ni nada. Después sí que me han ayudado. Les deseo lo mejor.

¿Siguen teniendo buena relación?

Sí. Nos juntamos para cenar siempre el día de Navidad.

¿No es usted ya un poquito del Villarreal?

Me sabe mal cuando pierde. El Villarreal es mi segundo equipo. Antes, mi segundo equipo era el Barcelona. Desde pequeñito primero era el Valencia y luego ya el Barça. Y el Real Madrid, a cuarta o a quinta división. Pero ahora...

Paco Roig, en una rueda de prensa en su mandato en el Valencia.  J. J. MONZÓ
Paco Roig, en una rueda de prensa en su mandato en el Valencia. J. J. MONZÓ

¿Por qué ya no es del Barça?

Cuando han empezado con todas estas cosas... [por el proceso de independencia]. Yo me considero español y un hombre pacífico, pero cuando han empezado estos con la estelada y no sé qué... Lo que tienen que hacer, pero es que no lo hace nadie porque no tienen lo que hay que tener, es que les quiten el Ebro. Y cuando lleguen a Teruel, que los devuelvan para allá. A tomar por saco. Toda la vida con lo mismo. Desde que no está Núñez, el Barça no quiero ni que empate.

¿De qué manera y por qué llegó usted al fútbol?

Siempre he sido muy futbolero. Cuando jugaba me decían que tenía mucha clase pero que era muy lento. Nací en el año 39. Gorostiza jugaba en el Valencia y en el primer partido al que fui le metimos cinco o seis al Sevilla. Me acuerdo de un tío ahí medio calvo y me impresionó. Iba con mi padre, que era muy del Valencia, y nos poníamos en un palco que había con sillas en Mestalla. Nunca he estado en ninguna peña ni nada, y no sé por qué fui entrando poco a poco. Estuve de directivo y después ahí me entró el gusanillo y, cuando pude, me presenté a las elecciones y las gané de carrerilla.

¿Por qué a tanta gente le gusta estar en el fútbol y tocar poder?

Hombre, te da publicidad. Sales a la prensa… A mí lo que más me gusta del fútbol es que gane el Valencia. A mí me dicen que esta noche juega el Manchester y me da igual. Quiero que juegue el Valencia. Y que gane. Y si no lo hace me cojo unos cabreos… Y ya no te cuento ahora con Lim…

Estábamos tardando en nombrarle…

No me tenía que cabrear, pero es que es para decirle 'pero hijo de puta, Lim, es que no vas a ganar un partido'. Es que no sabe. Ahora, creo que nos odia.

¿ A quién?

Odia a los valencianistas. Como le hemos hecho tantas pancartas, tantas llamadas, tanto ruido… Dice '¿sí? Os vais a tomar viento y yo me quedo la pasta y el Valencia, y vosotros fuera'. Es que no veo otra realidad. Un tío que ve cómo el Madrid y el Barcelona se nos van y que él no quiere gastar dinero. Ha ganado un título me parece desde que está en el club… Que lo venda. Pero el problema es que no quiere vender.

¿Usted tiene capacidad para comprarle el club si lo vendiera?

No, yo no. Hoy no. Y además ni tengo capacidad ni tengo edad, ¿verdad? Ya se me ha pasado, no tengo edad para estar en la palestra.

¿Alguna vez lloró por fútbol?

No, me he cabreado mucho. Llorar poco. Ahora no, yo lloro por mi padre, por mi madre y por tal, pero... Hay gente que llora, que también lo ha visto, pero yo no.

Y con lo que le gusta el fútbol, si salió en el 97, ¿por qué luego ha estado alejado más allá de las acciones que compró del Hércules?

Las compré para mi hijo. Y después al Ortiz ese le di 100 millones y me engañó. Le dije cómo quería hacer yo el Hércules, tomó nota de todo lo que le dije que había que cambiar, entre otras cosas el campo, y luego lo hizo él. Y no sale de la tercera o cuarta categoría. Ése tampoco sabe. Sabe de negocios, pero no de fútbol.

¿Y usted salió más o menos rico respecto a como entró en el fútbol?

Salí más rico porque vendí las acciones muy caras. Las compré a 8.000 pesetas [48 euros] y las vendí a 170.000 [1.020 euros]. Fíjese si le gané pasta. Y además yo empecé diciendo por todos sitios, 'comprad acciones del Valencia que valdrán una fortuna'. A todos se lo dije. Y ni caso. Sólo algunos me siguieron. Uno que sí me hizo caso me regaló un reloj de cinco o seis millones. Ganó 100 millones.

La gestión sí que ha cambiado ahora en los clubes. Esos presidentes de los que le hablábamos y con los que usted coincidió - Lendoiro, Gaspart, Lopera...- ¿cómo hubieran actuado ahora que hay un control económico, límites salariales y deuda cero con Hacienda?

Hombre, antes se hablaba del tema del dinero negro. Yo hice una operación, por la que aún me deben, y todo fue por Luis Aragonés. Viene a Valencia y me pide no sé cuánto dinero, pero en negro. Quería cobrar en negro. No me acuerdo si era el 50% de su contrato. Y entonces yo, a los 15 días, vendo a Molina al Atlético de Madrid por unos 70 millones y me dice Gil 'te lo tengo que pagar en negro'. Y dije, 'hostia, pues ya lo tengo: con ese dinero le pago a Luis'. Pero esa operación me costó a mí un disgusto.

¿Por?

Jesús Gil le dijo a José María García que yo cobraba para mí en negro. Prometo que eso no es así. Fue para Luis. Entonces yo, que iba mucho a Madrid, le dije a mi mujer que fuera a recogerme y entonces Gil le dijo a García que mi mujer venía a cobrar ese dinero. La operación se hizo con unos cheques o algo así, ya no me acuerdo [quiere explicarla al detalle, pero duda cómo era...]. Me inventé yo mismo la estrategia. Era una jugada pero Gil, que era amigo mío, me la jugó. Lo de José María García era…

...

Venía aquí a Valencia, porque yo de Valencia lo sé todo y… José María García no ha follado en su vida. Se quedaba en el Hotel Astoria. Y un amigo mío, que ya ha muerto, me decía: "¿Sabes lo que hace éste? Le mando dos chicas y cuando las recojo, que ellas siempre cantan, decían 'no nos ha tocado'. 'Se fumaba un puro, estaba con nosotras, nos tocaba para arriba y para abajo pero sin más. No nos ha tocado'". Y él alardeaba de todo y decía que estaba con dos mujeres a la vez. Ni follaba, el pequeñín. Mamón de mierda.

Sí le tiene cariño, sí.

A mí me hizo una el día que firmé a Viola. Le tuve que dar al jugador un millón de pesetas por el traspaso, no como sueldo. Entonces, de esta manera, no tenía que pagar a Hacienda. Había que darle cinco millones a su equipo de procedencia, y en vez de cinco le pongo seis. Y lo dejo claro en un talón. Botafogo, o el equipo que fuera [era el Corinthians], más Viola. Lo firmo y va García y dice que se ha perdido un millón por el camino... Le llamé 20 veces y no se puso. Ni tiene huevos ni tiene nada. 20 veces le llamé. Y eso que le hice un favor que después me costó un lío con la Cadena SER.

¿Qué pasó?

Me llamó un día Roberto Gómez, que es amigo mío. Y me dijo, '¿me das a mí la primera entrevista en la SER si tú sales presidente?'. Le dije: 'Te la doy'. Primero se la di a los medios de Valencia, con una rueda de prensa, y después a él. Y José María García [estaba en la Cope], me llamó para felicitarme y me tuvo al teléfono un montón de tiempo para que no entrara con nadie. Entonces, el de la SER de aquí en ese momento, Pedro Morata, me pegó un portazo y me dijo, 'qué, ¿estás hablando con el enano?' Y yo le dije, 'yo hablo con quien me dé la gana y tú sales de aquí ahora mismo y no me vuelvas a hablar en tu vida'. Y me costó la relación con él y con la SER.

El lenguaje es otra de las cosas que han cambiado. ¿Antes percibía tanta violencia verbal y racismo como se denuncia ahora?

Con eso pasa como con lo de las mujeres...

¿A qué se refiere?

Antes no había esos problemas o yo no los notaba. Romario era medio negro y no tenía problemas. Es que en el Madrid está el tío este, que es… Al Madrid yo le llamo el Real Inmigrante. Si el Madrid tiene ocho negros, dos blancos extranjeros y un español, Carvajal, y sale el Vinicius este aquí, que vino el otro a sacarlo... ¿Aquí sabe lo que hizo?

Todos vimos lo que pasó.

Se subió a la valla de Mestalla y dijo 'tú me has dicho hijo de puta'. Yo estaba ese día en Mestalla con mi nieto y con mi hijo. Y le dije a mi nieto, 'Alfonsito ¿qué están diciendo?'. Y me responde: 'dicen tonto'. Yo creía que le decían mono. Pero no. Y le digo a mi hijo Alfonso, de 40 años, el padre del nene, '¿qué dicen?' E igual. 'Tonto'. Pues va el tío, sale, se planta y empieza a tocarse ahí y decir 'vosotros a Segunda'. Y le quitan la tarjeta roja, pero esto qué es. A nosotros nos tiran dos o tres gradas, que los aficionados no pudieron entrar en dos o tres partidos, y a éste le perdonan. Será un gran jugador, que yo creo que lo es, pero es un... Es una mierda como persona. Siempre yendo al árbitro. Yo he estado en Sudamérica 20 o 30 veces y nunca me ha pasado nada. Voy a Sudamérica con humildad y hablo con cariño. Yo no puedo ir allí diciendo que soy el conquistador. Este tío no puede ser. ¿Pero tú quién eres?

"Vinicius es muy bueno como jugador y una mierda como persona que enciende a la sociedad"

Paco Roig habla con Raúl cuando formaba parte de la Federación.  JAVIER PEIRÓ
Paco Roig habla con Raúl cuando formaba parte de la Federación. JAVIER PEIRÓ

Hablemos de otras cosas que me quedan por preguntar...

Vale, pero ahora ya pagando…

En su época se hablaba mucho de maletines y compra de partidos. ¿Es una leyenda o fue así?

De eso había en todas partes. Con eso de comprar, tela marinera. Había por aquí uno de mi época, que a mí me lo contaban… No me acuerdo ahora el nombre que tenía. Era valenciano. Ese compraba y vendía jugadores y dice que él era el representante del Barcelona aquí. A mí me lo contó un exárbitro. Me dijo que un día había un Barcelona-Elche y que fue esa persona y le dijo a este exárbitro, 'oye, ¿me puedes hacer un favor? Yo quiero entrar a conocer al colegiado del partido'. Decía que llevaba un millón de pesetas. Y, además, decía: 'Si gana el Barcelona, el millón de pesetas, se lo doy al árbitro. Si pierde el Barcelona, lo devuelvo. Y si empata, me quedo la mitad'. Esas cosas pasaban a lo largo de muchos años.

O sea, que cuando ha salido lo del 'Caso Negreira'… ¿se lo cree o le ha sorprendido?

Yo me lo creo todo.

¿Había cosas?

Hombre, claro. Ha salido también la mujer de Negreira con tres millones, vamos a ver... Ahora, que no todo el dinero fuera a los árbitros, también puede ser. ¿Se quedaría por la mitad? Bien. Imagine que no fuera a los árbitros, que yo creo que a algunos árbitros sí iba, y se lo queda él. ¡Pero era el vicepresidente de los árbitros! Y le pagan 18 millones y no le hacen nada, ¿me entiende? Nada.

Entonces en esa época, ¿intuían que podían pasar cosas así?

No me acuerdo. Yo siempre he creído que el Madrid… A mí me decían en nuestra época que el Madrid tocaba a los árbitros y que el Barcelona les compraban relojes Longines de oro y que todos los árbitros sabían que, cuando se despedían, terminaban los Longines. Eso es lo que me decían. ¿Es verdad o mentira? No lo sé.

"En mi época decían que el Madrid tocaba a los árbitros y que el Barcelona les compraban relojes Longines de oro"

Hablando de gestión. ¿Cómo valora el papel de Tebas en LaLiga?

No lo sé porque no estoy muy metido. Pero lo que dice del Valencia... Defiende mucho al Valencia. Seguramente querrá vender el Valencia y cobrar. Porque debe de ganar muy poco ya... No sé qué hace para cobrar lo que cobra. No sé qué hace LaLiga para pagar a este tío. ¿Mete goles o qué hace? Con el Valencia no me gusta nada.

Pero él públicamente dijo que era del Madrid.

Yo no sé. Para mí, con lo que hace y dice del Valencia, si es verdad, es de caradura. En el Valencia tenemos dinero y huevos para tener un equipo en Primera sin hacer suspensión de pagos ni cosas raras. No es nadie para decir nada del Valencia. Debe de cobrar de lo que sea. A mí, en su día, me dijo que no podíamos hacer lo que le propuse y luego se fue con Roures a hacerlo. [Roig llegó a romper el pacto sobre los derechos televisivos de los clubes con Canal + y las autonómicas en favor de Antena 3].

"Tebas defiende mucho al Valencia. Seguramente querrá vender el Valencia y cobrar porque debe de ganar muy poco ya..."

Con lo que está pasando en Las Rozas, que llevamos tres presidentes inhabilitados en seis meses, Villar, Rubiales y ahora Rocha, ¿qué imagen tiene de la Federación a la que usted perteneció?

Yo estuve con Villar muchos años y tenía cosas buenas y menos buenas. Villar a mí siempre me trató bien. Y con Rubiales nunca he tenido ningún problema. Y al último no lo conozco. Se ha metido mucho la política donde se debe meter el fútbol. No sé quién tiene razón y quién no tiene razón. Y no se puede decir nada más.

A usted que le preocupa tanto el Valencia y Valencia, que se vaya a jugar un Mundial en España sin Mestalla... ¿le duele especialmente?

Me duele. Y me duele que se vayan a jugar a Arabia Saudí y que el Madrid, que sin ser nada, cobre cinco veces más que el Valencia. Hay que cortarle los huevos a los que han permitido eso. Un robo a mano armada. Si los de aquí no saben defender lo nuestro y los otros se lo quedan… Eso es robar.

Le sigo viendo caliente con Lim. Si le tuviera delante, ¿qué le diría?

Que venda la vaca y deje de ordeñarla. Y que deje de tener odio a la afición valenciana, porque la gente lo único que quiere es tener fútbol y hablar de fútbol, y que el Valencia consiga de vez en cuando algún título.

"Pido a Lim que venda la vaca y deje de ordeñarla, y que no odie a la afición valencianista"

Aparte de Lim, hay veces que con el Valencia es difícil hablar sólo de fútbol… Ahí está el 'Caso Rafa Mir'. ¿Cómo hubiera actuado usted como presidente?

Pasa igual que con el tema de los negros y que ahora la mujer manda.

¿Cómo...?

Yo el otro día decía, 'bueno, cuando uno va a pegar un polvo que se lleve un abogado y que le firmen'. No lo entiendo. Respeto, por favor. Yo digo que una mujer es igual que un hombre. Y de toda mi vida. No lo digo ahora. Pero lo que no entiendo es la barbaridad que está pasando ahora. En Valencia el otro día, en una peña a la que voy por la tarde, estábamos así como ahora y había un juez. Pasa una señora que está guapísima y se quedan todos, cuatro o cinco de 70 u 80 años, mirándola. No le dicen nada. Y a la media hora llega un policía: 'Oiga, ustedes han mirado a una señora obscenamente'. Y se quedaron todos ahí parados. Y uno de ellos era juez jubilado, que enseñó el carnet y todo. Y dijo: 'Nadie le ha dicho nada; mirar hemos mirado, pero nadie le ha dicho nada'. ¿Eso qué es? A mí me ha mirado algún maricón cuando era joven y lo he mandado por ahí. Y ya está. ¿Esto qué es…? Con los negros, la misma historia. En el Madrid hay ocho negros. Y en el Valencia teníamos a Walter, a Viola y a Vanderlei y nadie se metía con los negros. Ahora todos los días con el tema de los negros. Y es que este tío, el del Madrid, enciende a la sociedad. Pero con el que se meten es con él, por lo que lo hace, no se meten con ninguno de los demás del Madrid. Se meten con él porque es..., no por negro.

"¿Rafa Mir? Cuando uno va a pegar un polvo va a tener que llevar un abogado y que le firmen"

¿El presidente más duro que ha tenido enfrente a la hora de negociar?

No lo recuerdo. Lendoiro tenía fama, pero nada de nada.

¿Con el que mejor se llevaba?

Núñez fue el que más me enseñó. Y después la política también se lo cargó. Para mí era un fenómeno.

¿Y lo peor o lo más duro que vivió como presidente?

Lo que viví en el Santiago Bernabéu. Jugaba el Espanyol, con Camacho de entrenador, contra el Madrid. Hicimos una reunión y al salir unos chavales me pidieron hacerse una foto conmigo y yo encantado. Y mientras otros empezaron a decirme hijo de puta, valenciano, te voy a sacar los hígados y otras cosas. Y yo, a los que venían conmigo, que uno era el presidente del Tenerife y el otro el del Valladolid, les dije: 'Vamos a por un taxi cuanto antes'. Caminamos sin mirar atrás y cuando estoy subiendo, ya casi dentro del coche, me cogen y me tiran del abrigo para fuera. Me pegaron tres o cuatro patadas que me pusieron la cara... No me llamó nadie del Real Madrid. Lorenzo Sanz no me dijo nada de nada. Al día siguiente hacían el sorteo de Copa y me fui para allá con un par y me fotografiaron todos con la cara hecha polvo. Ahora, cuando los oigo quejarse de todo… A mí pegaron y nadie del Madrid me dijo nada. Yo del Madrid, no sé por qué, fui amigo de Calderón y sobre todo de Ramón Mendoza. Era muy mujeriego y me reía mucho con él.

¿Se habla aún con Mijatovic?

Nos llevábamos muy bien. Ahora no, porque no lo veo. Vino a verme antes de irse y me dijo: 'El Madrid me da 100 millones'. Y le contesté, 'yo también'. Y luego, otra vez, 'el Madrid me da no se qué'. 'Y yo también'. Hice la operación como me dijo él. Y después vino el Madrid, le dio más y se lo llevó.

¿No le podía haber puesto una cláusula más alta?

Me equivoqué. Pero también porque no había lo de la televisión, no existía, y cuando se puso en marcha se doblaron las primas. Si le llego a poner el doble, lo firma.

¿Se le ha pasado el antimadridismo ya o eso nunca se cura?

Contra la gente del Real Madrid no tengo nada. Contra el Madrid, sí. Quiero verle en la última categoría.

No sé si se han llegado a conocer, pero ¿cómo se hubiera llevado con Florentino Pérez?

He hablado con él dos veces. Antes de ser yo presidente. Soy bastante amigo de Gerardo González y comí con él un par de veces antes de que Florentino fuera presidente del Madrid. Es el capo de España del fútbol. El que manda.

¿Para bien o para mal?

Para él. Lo que hace es… Que alguien me explique que a un jugador le saquen una tarjeta roja en Mestalla por insultar y luego se la quiten porque viene Florentino. Que el tonto ese se toque los huevos y nos diga a todo el público de Mestalla que a Segunda. Así, así, con el dedo índice. ¿Pero esto qué es? Y todo eso lo salva el Madrid. Por cierto, hay que decirle ahora que dónde están los cuatro madridistas que se follaron a cuatro chiquitas en Canarias. ¿Dónde están? ¿Qué multas les han puesto? Porque está todo callado. El capo dice que no y se calla todo el mundo. Florentino no es el que más manda. Es el que manda. ¿Por qué nadie habla de esos cuatro?

"Florentino es el capo; que alguien me explique por qué le quitan a Vinicius la roja de Mestalla y de los cuatro madridistas que se follaron a cuatro chiquitas en Canarias nadie habla"

¿Llegó a tener usted en el palco algún encontronazo durante partidos?

No. Bueno, el de Penev.

¿Quiso agredirle?

Nos dimos, sí. Me dio así... [según relató en su momento, porque en esta charla no lo verbaliza, fue un empujón y la rotura de un dedo de la mano]. Fue amigo mío. Él no tenía por qué subir al palco. Y fue a buscarme. Pero ya está olvidado.

Por último, hablando de presidentes, ¿cómo ve a Laporta?

Lo del Barça es tremendo. No sé por qué es un club que llegó a tirar una cabeza de cerdo y todavía tiene el campo abierto. No sé por qué le ha dado 18 millones a los árbitros y no pasa nada. Y nosotros, en el Valencia, por decirle tonto a uno del Madrid que es más que tonto nos tiraron toda la grada de la juventud a la calle tres o cuatro partidos. No entiendo quién está ahí detrás. Yo lo digo, como a mí no me pueden hacer nada... Digo lo que pienso. Y eso que tengo muy buenos amigos en el Madrid y del Madrid. Pero es que les pitan unos penaltis… La madre que parió.