La Copa de España de Murcia: empeño político de Monje y un galimatías para los clubes

El Comité Nacional de Fútbol Sala alteró el calendario oficial aprobado en la Asamblea General de la RFEF el pasado 30 de julio para celebrar la Copa de España de Murcia una semana antes de lo que estaba dispuesto. Relevo lo adelantó en exclusiva el 24 de noviembre y ayer martes, el ente federativo lo hizo público obviando el cambio de fechas, que al margen de un severo trastorno para miles de aficionados también supondrá un galimatías para los clubes ya que habrá que realizar modificaciones en las jornadas de Liga previas y posteriores.

El Palacio de los Deportes de Murcia acogerá del 20 al 23 de marzo la 36ª edición de la Copa de España, 24 años más tarde, después de que se disputasen allí las ediciones de 2001, 1997 y 1995. Y lo hará por el empeño político de un murciano como José Miguel Monje, a la sazón presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala, que tras la renuncia de Andalucía a ser sede de evento, ordenó en noviembre modificar el calendario oficial para celebrar el torneo siete días antes de lo previsto (27 al 30 de marzo) en la capital de su región.

Y eso que, para evitar una modificación insólita, hubiera bastado algo de coordinación de la RFEF con la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Murcia y el equipo de baloncesto del UCAM Murcia, pero nadie reparó que el equipo de Sito Alonso tenía que disputar el sábado 29 de marzo la jornada 25 de la Liga Endesa frente al Morabanc Andorra. Cuando el Comité Nacional de Fútbol Sala quiso reaccionar, ya era tarde para modificar el orden de los partidos, teniendo en cuenta que la ACB es una organización seria y competente y respalda a sus clubes.

En esta tesitura, el presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, José Miguel Monje, dio instrucciones a Luis Amado, responsable de Primera y Segunda División del fútbol sala en la RFEF, para enmendar el calendario a pesar de las complicaciones que esta atípica decisión con un marcado acento político podría acarrear. El Comité Nacional de Fútbol Sala empezó a trabajar para amortiguar el impacto de un insólito cambio de fechas en la programación de los clubes. Y es que, al alterar de manera inédita la hoja de ruta federativa prevista en julio, hasta dos jornadas de Liga también tendrán que ser modificadas.

De hecho, el 26 de diciembre, la RFEF envió un email a los clubes confirmando los horarios hasta la jornada 22. Dicha notificación sería rectificada con cambios en otro correo electrónico del 3 de enero. La realidad es que no querían anunciar los efectos colaterales de adelantar la Copa de España una semana. Así pues, la jornada 23, que tenía que disputarse el martes 18 de marzo se jugará el sábado 29. La 24, que se jugaba el 22 de marzo se disputará el 1 de abril. En la jornada 25 ya se recuperará el orden previsto en el calendario oficial disputándose el 5 de abril. Estos cambios todavía no han sido notificados oficialmente a los clubes de Primera por la RFEF.

Cuando José Miguel Monje y a su asesor, el exsindicalista Antonio García Plata, decidieron que la Copa de España se disputaría en Murcia con 7 días de antelación no repararon en la onda expansiva de su inusitada decisión. Ayer martes, a las 16:36 horas, el Comité Nacional de Fútbol Sala mandó un mail a los clubes de Segunda y Segunda División B anunciándoles el cambio de fechas del torneo copero, notificándoles que no se modificará la jornada de Liga en ambas categorías prevista para el 22 de marzo e instándoles a llegar a un acuerdo entre los equipos para alterar la fecha de los encuentros y disputarlos el 29 de marzo, el fin de semana que estaba libre para que jugadores y entrenadores pudieran estar presentes en Murcia.

Los clubes de Primera ya mostraron su desafección hacia la gestión del presidente José Miguel Monje con un desplante en la Supercopa de España de Cartagena. Ayer conocieron con un correo electrónico al filo de las 13:32 la notificación oficial del cambio de fechas de la Copa de España. 4 minutos antes de que se trasladara via telemática a los medios de comunicación. Ninguna sorpresa teniendo en cuenta que el director general de Deportes de la Región de Murcia, Francisco Javier Sánchez, ya lo había anunciado en una rueda de prensa de ElPozo el 29 de noviembre. Y el propio gobierno regional lo había publicitado en una nota de prensa el 3 de enero.

Relevo trató de conocer el argumentario oficial del Comité Nacional de Fútbol Sala para el cambio de fechas de la Copa de España y el responsable de comunicación, Óscar García, respondió que "todo ha seguido sus plazos y sus comunicaciones con clubes y entidades implicadas". De igual manera, este medio solicitó hablar con Luis Amado y el responsable de Primera y Segunda División no accedió a la petición para detallar la reestructuración de las jornadas de Liga afectadas, el retraso en el anuncio a dos meses de la celebración del torneo o quien ha autorizado la modificación de un calendario aprobado hace seis meses y que todavía no ha sido ni siquiera rectificado en los soportes digitales de la RFEF, donde sigue figurando la fecha original de celebración.

Primero con el andaluz Pablo Lozano y ahora con el murciano José Miguel Monje en el Comité Nacional de Fútbol Sala, Andalucía y Murcia han fagocitado la organización de las competiciones del fútbol sala español en base a un acuerdo anunciado el 30 de marzo de 2023 para que ciudades de ambas comunidades fueran las sedes de los seis grandes torneos de fútbol sala hasta 2027. En el último año, Jaén acogió la Supercopa de España al igual que recientemente Cartagena. La ciudad trimilenaria también acogió la Copa de España y Murcia recogerá el testigo. Finalmente, Sevilla fue la sede de la Final Four de la Copa del Rey.

Sin embargo, el pasado 14 de enero con motivo de la presentación de la Supercopa de España femenina en Móstoles, el presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala, José Miguel Monje anunció un repentino cambio de criterio, que hasta el momento parecía inamovible, reconociendo que "es verdad que se ha centralizado entre la Comunidad de Madrid, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha, pero que de ahí para arriba apenas ha habido futbol sala de selecciones ni de torneos, porque no podían hacer frente a los costes que supone tener a los equipos concentrados, atacar los gastos, etcétera".

"Ese criterio ha cambiado, o por lo menos tengo la intención de que cambie de la mano del presidente de la Real Federación Española y que podamos llevar el futbol sala a todos los rincones de España, porque la única forma de crecer es darle visibilidad a todos estos eventos y que podamos estar en cualquier punto donde habitualmente no han podido contar con esta imagen de la selección o de los clubes más importantes de España, y esa es la idea. Que la gente se contagie de este maravilloso deporte", finalizó.