Cae Pablo Lozano, el líder del fútbol andaluz, tras la amenaza de una moción de censura
Quien fuera también vicepresidente de la RFEF hasta hace unas semanas, abandona la Federación territorial ante la pérdida de confianza de la Asamblea del fútbol andaluz.
El presidente del fútbol andaluz, Pablo Lozano, abandona su cargo justo después de conocer que tampoco estará en la nueva Junta Directiva anunciada este jueves por Rafael Louzán, el nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Según señalan varias fuentes a Relevo, Lozano se vio forzado a dimitir bajo la amenaza de una moción de censura secundada por, al menos, un centenar de los miembros de la Asamblea que hace tan sólo nueve meses le reeligió como presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol con 149 votos de 150 posibles.
Lozano, que hasta hace unos días era vicepresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y barajó la posibilidad de presentarse como candidato a dirigir el fútbol español, pidió clemencia a los que habían sus electores en forma de tiempo para preparar su partida, pero los delegados territoriales exigieron su salida inmediata bajo la advertencia de que, si no lo hacía por voluntad propia antes de las 11:00 horas de este jueves, presentarían una moción de censura apoyada por, al menos, cien de los asambleístas. Junto a Lozano, fuertemente vinculado al PSOE —fue teniente de alcalde de Pozoblanco con el PSOE y secretario general de Juventudes Socialistas de Córdoba—, cae también su mano derecha, el vicepresidente primero José Manuel Molina Maza, delegado de la Selección española de fútbol.
La pérdida de confianza en los últimos meses se debe, según apuntan las mismas fuentes, a la gestión económica de la Federación, con el foco principalmente en la distribución de las ayudas a la profesionalización de las Federaciones Territoriales., que se destinó principalmente a mejorar la remuneración del presidente hasta alcanzar los 65.188,95€ el pasado mes de noviembre. Además, por una cuestión reputacional, algunos asuntos personales que rodean a Pablo Lozano habrían influido en el ultimátum que la Asamblea le ha dado para abandonar su cargo.
Además, el grueso de los delegados territoriales de la Federación Andaluza se habrían sentido engañados tras mostrarle su apoyo para presentarse como candidato a la presidencia de la RFEF. Lozano no terminó de dar el paso adelante, a pesar de que con la inhabilitación de Pedro Rocha fue quien se erigió como figura visible y representó a la Federación en los palcos de París, y se conformó con utilizar los avales conseguidos para apoyar la candidatura de Salvador Gomar, que tampoco pudo conseguir la presidencia del fútbol español ante Rafael Louzán. Fue la punta de un iceberg que, según señalan algunos de ellos, terminó por romper la confianza en el que había sido su apuesta para liderar el fútbol andaluz hasta entonces.
Otras fuentes, en cambio, señalan que la larga sombra de Rafael Louzán —que también procede de la política, en su caso, vinculado con el Partido Popular— estaría detrás de la abrupta salida de Lozano en otro de sus grandes movimientos tras tomar posesión de la presidencia de la RFEF.
La salida de Pablo Lozano recuerda a la de su antecesor, Eduardo Herrera. El presidente por entonces del fútbol andaluz también salió bajo la amenaza de una moción de censura por la pérdida de confianza de la Asamblea. Entonces Luis Rubiales, como ahora Rafa Louzán, secundó el movimiento y decidió que el mejor posicionado para ocupar el cargo era Pablo Lozano. El ultimátum a Herrera, también como ahora, se centró en que asuntos personales de dudosa reputación podrían dañar la imagen de la Federación y en una gestión económica de la Federación que acabó en el juzgado. Aunque el juez instructor le abrió hasta seis causas distintas, cuatro se archivaron sin llegar a juicio y en las otras dos fue absuelto recientemente.
Minutos después de la publicación de esta noticia, la RFAF oficializaba la noticia en su página web: "En el día de hoy, viernes 27 de diciembre de 2024, Pablo Lozano Dueñas ha presentado su dimisión por motivos personales como presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol en la sede central federativa en Sevilla". Uno de los nombres que con más fuerza suena, de momento, para sustituir a Pablo Lozano es Pedro Antonio Curtido Naranjo, vocal de la Junta Directiva del fútbol andaluz y Presidente-Delegado en Cádiz. Hasta ahora llevaba los temas de Responsabilidad Social Corporativa de la Federación y contaría con el apoyo del resto de delegados.