Lando Norris invade la casa de Max Verstappen; Carlos Sainz remonta hasta la quinta y Fernando Alonso, décimo

Zandvoort.- La gente se aburría de que Max Verstappen ganara carreras con veinte segundos de colchón. Arrasaba y era inalcanzable. Ahora, es otro piloto el que mete décimas y décimas por vuelta y termina con un colchón similar. La diferencia entre los triunfos de Lando Norris este año y los del tricampeón hace no mucho es que es imposible aburrirse con los del británico.

Hacía años que la Fórmula 1 no estaba tan igualada: McLaren, Mercedes, Ferrari y Red Bull pueden ganar. Hasta siete pilotos diferentes han subido este año al lugar más alto del podio y uno no sabe por quién apostar antes de que se apague el semáforo. Norris fue inalcanzable porque el McLaren es cada vez más rápido que el Red Bull. No hay más. Merecidísima segunda victoria en su carrera.

Solo dejó fisuras en la salida cuando, por enésima vez, regaló el liderato. Cada vez que sale en pole, la pifia. Verstappen no pudo desatar la locura en casa y la marea naranja se apagó. Solo vibró en la salida cuando su ídolo se puso primero: hicieron temblar todo Zandvoort con sus gritos en los primeros metros.

Ferrari salvó su Gran Premio de los Países Bajos de F1. Su clasificación fue discreta, estaban a casi un segundo de la pole, pero su carrera sobresaliente. Carlos Sainzfue quinto y Charles Leclerc, tercero. El equipo italiano sumó buenos puntos que les permiten recuperar confianza. En Monza, esperan dar un paso con piezas nuevas.

Aston Martin no dejaba de repetir que aspiraba a la novena y décima plaza. Sumar los mínimos puntos posibles iba a ser un éxito. Ni eso. El equipo deFernando Alonsotiene el quinto coche más rápido pero esto a veces no te basta en la F1 actual. Discreta carrera para los Aston Martin, que sacaron solo un punto en el Gran Premio de los Países Bajos de F1.

Nadie sabe cómo pero salvaron los muebles. Su fin de semana parecía negro desde la primera vuelta que dieron en el peraltado circuito de Zandvoort. Leclerc y Sainz pintaban con sus declaraciones un fin de semana negro para Ferrari. Su pesimismo era evidente en el "es preocupante, no tenemos explicación" del monegasco tras clasificarse sexto. Iba a ser complicado mejorar su posición, anticipaba.

Sainz, más de lo mismo, se clasificó undécimo y aspiraba al P8. El ritmo de carrera del Ferrari sorprendió a todo el mundo. No estuvieron cómodos a una vuelta pero en tanda larga volaron. El madrileño, que pide piezas nuevas, remontó hasta la quinta plaza de forma brillante mientras Leclerc lanzó un doble undercut a Piastri y Russell para birlarles el podio y terminar tercero.

Hay quien cuestiona que siga compitiendo a su edad para quedar noveno o décimo. A Fernando Alonso, sencillamente, le gusta demasiado la competición y la Fórmula 1. Aston Martin trabaja a destajo para diseñarle un coche campeón pero, mientras, toca conformarse con terminar P10.

El punto es muy bien recibido en el equipo: no han dejado de insistir en todo el fin de semana en que ese era el objetivo. El asturiano partía desde la séptima plaza y predecía una y otra vez en que perdería posiciones. Tres, en concreto. La primera en la salida con Pierre Gasly, que le pasó por el exterior con valentía.

Carlos Sainz y Lewis Hamilton fueron los coches clasificados fuera de posición. Se les veía desde los retrovisores del asturiano hasta que le adelantaron en pista porque el Ferrari y el Mercedes iban más rápido. El ovetense diseñó una estrategia para que su carrera "estuviera en la parte final", que fue cuando pasó a Hulkenberg. Un puntito y a pensar en Monza.

Les falta madurar. No tienen todavía madera de equipo campeón. A pesar de llevar el coche más rápido, pasan las carreras y McLaren sigue cometiendo errores de equipo pequeño. No es la primera ocasión donde es el muro el que le pregunta al piloto algo.

Se vio en Spa y, ahora, otra vez en Zandvoort. "¿Contra quién corremos? ¿Es solo Max?". Estando a un segundo del líder Verstappen, resulta ridículo cuestionar quién es tu rival. Que lo pregunte el piloto, es pasable, pero que lo hagan los ingenieros con toda la información delante, es extraño.

La parada lenta de Piastri comprometió su lucha contra Leclerc, al que le regaló posición. Al final, Norris, que había desperdiciado la pole en la salida, tapó las carencias de McLaren. Era un doblete fácil pero el australiano solo pudo ser cuarto cuando debería haber acompañado en el podio a su compañero.