Qué hay detrás de la amistad entre Carlos Sainz y Tadej Pogacar y por qué han recibido críticas: "Es el mejor en esto"

Quizá haya a quien le sorprenda, más aún después de un vídeo publicado esta semana en el que se ha visto a Carlos Sainz y a Tadej Pogacar entrenando juntos en bicicleta, pero la amistad cada vez más consolidada entre ambos deportistas viene de lejos.

El ciclista esloveno se mudó a Mónaco justo antes de que estallara la pandemia que paralizó el planeta en la primavera de 2020. Con 21 años, Pogacar llegó sin apenas amistades al Principado, pero poco a poco fue labrando una red de contactos y, de paso, ganando algún que otro Tour de Francia.

Años después, y sin ningún vínculo previo con el esloveno, al que, eso sí, siempre ha admirado, Sainz trasladó su residencia de Madrid al Principado. Allí, el piloto de Fórmula 1 se uniría a otros tantos rivales de la parrilla —Fernando Alonso y Max Verstappen entre otros— y, sin saberlo, al líder del UAE Team Emirates.

El paso del tiempo, la pasión por la bicicleta y la coincidencia geográfica hicieron el resto. A comienzos de este año, Carlos Sainz compartió en su canal de YouTube un vídeo en el que salía a rodar durante más de 90 kilómetros junto a Pogacar y su pareja, la también ciclista Urska Zigart.

No era la primera vez, sin embargo, que ambos deportistas se juntaban para entrenar por las carreteras monegascas, pero sí la primera que quedaba registrada. El plan, no obstante, se repitió en más ocasiones, y si bien Pogacar siempre ha acudido a la cita en compañía de Zigart, los acompañantes de Sainz han ido variando con el tiempo.

El piloto madrileño ha aprovechado para invitar al entrenamiento con el mejor ciclista del mundo a varios amigos, entre ellos, Roberto Merhi, amigo personal del piloto de Ferrari y también con pasado —fugaz— en la Fórmula 1. Ambos son aficionados al ciclismo y practican el deporte con asiduidad para afinar su estado de forma.

"Vamos a disfrutar y sufrir a la vez con un invitado muy especial. El mejor en esto, básicamente", aseguró Sainz en el primer vídeo de ambos. Ahora, algo más de tres meses después de aquel vídeo, y con el esloveno ya como nuevo campeón del mundo, la extraña pareja ha vuelto a reunirse en las carreteras monegascas.

"Aquí estamos, celebrando el título de campeón del mundo de Tadej con una 'pogaccia' [juego de palabras con la focaccia italiana] en Mónaco", informó Sainz en su perfil de Instagram. "Dicen que la focaccia es buena para la resaca", bromea el madrileño. "Es muy buena, te lo aseguro", sentencia el esloveno entre risas.

Las imágenes, no obstante, no han sumado tantos adeptos como acostumbran ambos deportistas en la sección de comentarios de sus redes sociales. ¿El motivo? La seguridad vial.

"No pueden hacer eso, ¿no?", ha sugerido un usuario de Instagram, sorprendido por un vídeo en el que se ve al esloveno grabando sin las manos en el manillar. "Menuda imagen grabándose sobre la bici con tráfico abierto", ha lamentado otro en X. "Y encima lo suben".

Lo cierto es que, aunque ver a dos deportistas de tal calibre disfrutando juntos sea siempre un motivo de alegría, la imagen es como mínimo reprochable. Más aún si cabe si uno tiene en cuenta la cantidad de usuarios que pueden tener acceso al contenido, pues entre Pogacar y Sainz suman más de 12 millones de seguidores solo en Instagram.