ATLETISMO

La confesión que mejor define a Jakob Ingebrigtsen: "Es como quitarle la heroína a un drogadicto"

La estrella noruega cumple su palabra y estará este domingo en el Europeo de Cross de Antalya tras un sinfín de sacrificios.

Jakob Ingebrigtsen, en el Europeo de Cross en 2022. /SAM BARNES / GETTY
Jakob Ingebrigtsen, en el Europeo de Cross en 2022. SAM BARNES / GETTY
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

Este domingo en el Europeo de Cross de Antalya (Turquía) volverá a exponerse a la presión de los focos el atleta que siempre aparece y que tiene la obligación de ganar desde diciembre a septiembre: Jakob Ingebrigtsen. Nadie en el deporte rey de los Juegos arriesga más que él, en una paleta de distancias y superficies inabordable para cualquier otro ser humano. Lo más parecido al noruego es otro extraterrestre, este de la bicicleta, la reencarnación eslovena de El Caníbal: Tadej Pogacar.

Ingebrigtsen jamás juega con su presencia en las grandes citas. De hecho, ya en septiembre comentó en una conversación con tres medios internacionales, entre ellos Relevo, que acudiría a por su tercera corona continental en el campo a través. Se perdió la última edición en Bruselas por unos problemas en el tendón de Aquiles, pero Jakob llega a Turquía buscando el oro que ya consiguió en Dublín 2021 y Turín 2022.

Ni su primera paternidad este verano ha cambiado sus salvajes rutinas físicas. No en vano, el mismo día que fue padre, a finales de junio, dobló sesión de entrenamiento, con los Juegos en su cabeza. Después de la cita olímpica, se dedicó a exprimirse en la Diamond League, récords incluidos, e incluso buscó un salto a la ruta en medio maratón en septiembre. Aun así, reconoció a Relevo, en su penúltimo evento del año, que le agobiaba el hecho de la ausencia de competiciones en vacaciones. "¿Y ahora qué voy a hacer?", decía con cara de circunstancias.

Esa adicción a competir de la que habló en la final de la Diamond League la refrendó en su documental en Amazon Prime 'Ingebrigtsen Born to Run' (Nacido para correr), que vio la luz a finales de septiembre. En el último capítulo, Jakob se confiesa a su mujer Elisabeth con una metáfora dura cuando esta le pregunta si está feliz de que la temporada haya acabado: "No, es como quitarle la heroína a un drogadicto". Una respuesta que define a la perfección a la gran estrella del atletismo noruego.

Tras un pequeño parón a comienzos de octubre, Jakob ya empezó a apretar las tuercas en su Sandnes natal a mediados de ese mes. A principios de noviembre, no aguantó más y preparó las maletas para su primer stage de la temporada: cuatro semanas en Sierra Nevada, uno de los lugares favoritos del noruego para entrenarse en altura. Allí se le vio haciendo entrenamientos de cuestas y en uno de sus escasos momentos de asueto, en una atracción de coches de choque en Granada. Los coches son una de las pocas pasiones que tiene fuera del atletismo.

Jakob se llevó a su hermano Filip también a Sierra Nevada de escudero. No en vano, el talentoso corredor será de la partida en el Europeo de Cross de Turquía, con el objetivo de volver a sentirse competitivo. Un calvario de lesiones, con problemas severos en la cadera, le han hecho abandonar en sus dos últimas comparecencias en la gran cita continental del campo a través (2021, 2022), las mismas en las que Jakob salió victorioso.

Filip, atleta de mucha clase y campeón de Europa de 1.500 en Ámsterdam 2016, trató por todos los medios de clasificarse para los Juegos de París; pero jamás encontró ese punto de forma ideal y tuvo que pararse en varias competiciones antes de la línea de meta. Por su parte, el mayor de la saga, Henrik, oro continental en 1.500 en Helsinki 2012, tampoco consiguió ese sueño olímpico en 2024 en 5.000 metros.

Los mejores días de sus hermanos han pasado, ahora los 'otros dos' Ingebrigtsen están al servicio de Jakob en sus exigentes rutinas. Henrik y Filip le ayudan en su preparación y comparten consejos con el corredor que acapara las miradas de medio mundo. Tras las polémicas con su padre Gjert, acusado de maltrato a sus hijos, Henrik asume el rol de cabeza de familia. Lleva tantas competiciones en sus piernas que es difícil interiorizar que Jakob sólo tiene 24 años. Si bien es cierto que, en casos como el suyo, hay que distinguir la edad biológica de la cronológica, como apuntaba el también campeón de Europa de 1.500 m Arturo Casado.

Jakob Ingebrigtsen, lejos de bajar el ritmo en su calendario, está decidido a dejar como legado 10 récords del mundo en distancias diferentes, de los que ya ha tachado tres de la lista (2.000 m, 3.000 m y doble milla). Le faltan el 1.500 y la milla (ambos propiedad de Hicham El Guerrouj), el 3.000 obstáculos, el 5.000, el 10.000, el medio maratón y el maratón. El de 1.500 en pista cubierta lo tiene, pero no lo cuenta.

Su objetivo en el deporte es ser el mejor corredor de siempre en las pruebas de verano. El indoor y el campo a través van de propina. Hay un tema que no se negocia para Jakob: comparecer y dar la cara en cada cita del calendario. Es su rutina desde los cuatro años y sólo admite en su mesa a los atletas con esta visión de su deporte. Los que sólo se presentan el día del gran evento, Mundial o Juegos, le repatean. Para él, la competición es el oxígeno que necesita cada día. Es, por muy estridente que suene, su particular heroína.