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A Jakob Ingebrigtsen le queda menos tiempo que al resto: "No es lo mismo la edad biológica que la cronológica"

A sus 23 años, el noruego logra su ansiado oro olímpico en 5.000 m en los Juegos de París y su celebración explica muchas cosas.

Jakob Ingebrigtsen (23) celebra su victoria en el 5.000 de los JJOO de París. /REUTERS
Jakob Ingebrigtsen (23) celebra su victoria en el 5.000 de los JJOO de París. REUTERS
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

El oro en 5.000 m de Jakob Ingebrigtsen en los Juegos de París, en una prueba en la que no tuvo oposición alguna, dio paso a una celebración por todo lo alto. La vuelta de honor del noruego, exultante como pocas veces, respondía a la rabia por el podio perdido en 1.500 m contra todo pronóstico, pero también a la percepción de la limitación de su tiempo futuro.

Ingebrigtsen tiene solo 23 años, pero lleva desde los cinco castigando a su cuerpo en duros entrenamientos con sus hermanos Henrik y Filip y compitiendo en miles de pruebas. Su abrazo tras el oro con sus hermanos mayores atletas, su mujer y su bebé, de apenas dos meses, mostraba a un fondista al que le ha cambiado el carácter a mejor desde su paternidad y que es más consciente de que tiene que disfrutar de cada momento. No será fácil que Jakob tenga una vida atlética hasta pasados los 30.

"Yo sí que haría una separación de los conceptos que tenemos de edad cronológica y edad biológica. En el sentido de que Jakob es muy joven, tiene 23 años, pero es una persona que lleva en la élite mundial muchísimos años, rindiendo al 100% en muchas carreras por temporada", introducía el excampeón de Europa de 1.500 Arturo Casado en conversación con Relevo en la antesala de los Juegos.

El atleta madrileño, investigador y estudioso del atletismo, profundizaba en su argumento. "Jakob lleva manteniendo un nivel de forma estratosférico durante muchos meses en cada temporada, desde el cross a las grandes citas en pista cubierta y aire libre", exponía. "Mantener ese estado de forma durante tantos años, durante tanto tiempo en cada temporada, es muy agotador. Yo creo que debe de estar cansado, ya hemos visto que este año se ha lesionado por primera vez".

Todos estos indicios redundan en una conclusión. "Me da la sensación de que, aunque su edad cronológica sea la de una persona joven, su edad biológica no. Porque además empezó a entrenar desde muy pequeñito muy seria y sistemáticamente, con grandes cargas y grandes volúmenes. Al final, lo que cuenta es la edad biológica. El organismo se va deteriorando, se va fatigando y todavía le siguen exigiendo", apuntaba Casado. Que a veces le gane Josh Kerr o cualquier otro "no es porque esté haciendo algo mal, quizá es porque está cansado, como es lógico".

El entrenador español Antonio Serrano aporta al debate que Jakob Ingebrigtsen "a lo mejor, en vez de durar 10 años, ganando cada temporada, dura siete. Y, probablemente, en un año gane cinco veces y pierda cuarto". El técnico es consciente de que en "cada temporada hay más exigencia para él porque están saliendo otros atletas que están demostrando que son muy buenos".

Los especialistas saben que Jakob Ingebrigtsen es más batible en 1.500 que en 5.000, como se ha visto en estos Juegos o en los dos Mundiales anteriores. "En 5.000, si la carrera no es excesivamente rápida, su velocidad es superior a la del resto de rivales", añade Juan Carlos Higuero, otrora referente del medio fondo patrio y hoy comentarista de referencia en el deporte rey de las citas olímpicas.

El apunte de Higuero es justo lo que ha pasado este sábado en el tartán del Stade de France, donde los rivales no apretaron tanto al noruego como en el 1.500. Jakob Ingebrigtsen, radiante, volvió a saborear el oro olímpico. Tiene razón en festejarlo por todo lo alto. Es difícil predecir cuánto tiempo de gloria le queda, pero seguramente menos que al resto de su generación.