La segunda vida de la estrella del atletismo Jakob Ingebrigtsen tras acusar a su padre de maltrato
El noruego llega a las grandes citas de París tras un ciclo olímpico convulso en el que sacó a la luz, junto a sus hermanos Filip y Henrik, las sombras de su progenitor y exentrenador Gjert.
En los Juegos de París coinciden, que no conviven, los actores del drama. El principal, el noruego Jakob Ingebrigtsen, el rey de los 1.500 y 5.000 m, que luce una sonrisa inusual tras una mascarilla que le protege en todo momento. Miedo a los virus que le diezmaron en el último Mundial de Budapest, en el que fue plata tras el escocés Josh Kerr. Los dos compartirán este domingo semifinales de 1.500. Jakob está feliz, viene de ser padre por primera vez, de hacer su mejor marca en la distancia (3:26.73 en Mónaco el 12 de julio) y, sobre todo, se ha liberado tras sacar a la luz el tema más duro de su vida: la relación con su padre.
Todo empezó con aquella tribuna publicada en el diario noruego VG el jueves 19 de octubre de 2023, ese fue el punto de giro. "Hemos crecido con un padre que ha sido muy agresivo y controlador y que ha utilizado la violencia física y las amenazas como parte de su educación", rezaba la carta abierta de Jakob, Filip y Henrik Ingebrigtsen, los hermanos que, entrenados por su progenitor Gjert, habían hecho historia en el atletismo mundial.
Los triunfos y récords de Jakob (23 años), la gran estrella del deporte rey de los Juegos, y de sus dos hermanos mayores atletas [Filip (31), oro europeo y bronce mundial en 1.500; y Henrik (33), siete medallas internacionales entre Europeos al aire libre e indoor] escondían un pasado de sombras y de temor, según su versión. "Todavía sentimos el malestar y el miedo que nos ha acompañado desde la infancia. Habíamos decidido vivir con ello, pero hace dos años esa hostilidad, ese castigo físico volvió y ha sido la gota que ha colmado el vaso", escribían antes de pedir a la Federación Noruega que les alejase de su padre, en la actualidad técnico del también mediofondista internacional Narve Gilje Nordas, presente en los Juegos.
El propio Nordas, en una entrevista con Relevo en septiembre 2023 en la Diamond League de Bruselas, hablaba de Gjert Ingebrigtsen en positivo. El atleta noruego, de educación exquisita, se refería a su técnico en estos términos: "Es un gran entrenador. No en vano, convirtió a tres hijos en campeones globales, pero también a gente de fuera, que no somos familiares. Eso demuestra que sus conocimientos técnicos, su sistema y su entrenamiento funcionan para todo el mundo". Un mes después salió a la luz la carta.
In a column for Norwegian media outlet VG, the Ingebrigtsen brothers – Henrik, Jakob & Filip – have written about their split with their father and former coach Gjert. They write that he "used physical violence and threats as part of his upbringing" (via the Google translated… pic.twitter.com/MgmgdSPiJn
— Chris Chavez (@ChrisChavez) October 19, 2023
El Team Ingebrigtsen, la serie televisiva de cinco temporadas emitida a partir de 2016 y que contaba sus vidas desde dentro; los libros de Gjert, poniendo en valor sus métodos de entrenamiento; la imagen de familia feliz... todo saltaba por los aires y acababa en los tribunales. El pasado abril, Ingebrigtsen padre, de 58 años, fue acusado por la Fiscalía noruega de agredir físicamente a uno de sus siete hijos (uno de los hermanos menores del tridente de atletas de élite) golpeándole con una toalla mojada en la cara en enero de 2022, y de amenazarle y coaccionarle durante cuatro años. Otros seis casos fueron desestimados por diferentes motivos, aunque los hermanos recurrirán al menos uno de ellos. Gjert, por su parte, hablaba de "afirmaciones infundadas" y aseveraba que "nunca había actuado con violencia contra sus hijos", aunque sí reconocía que había sido "entrenador en exceso".
El episodio de la toalla era la gota mencionada en la misiva. Sólo con la perspectiva del tiempo se entiende que en febrero de 2022 Gjert, un mes después de aquel grave incidente, dejase de entrenar a sus tres hijos por una supuesta "baja médica". Tras la denuncia de Jakob, Filip y Henrik, la Federación Noruega de Atletismo denegó la acreditación de Ingebrigtsen padre para el Mundial de Budapest en agosto 2023 y ha hecho lo propio para París 2024. El actual técnico de Nordas, que evita pronunciarse del caso y pide respeto a la Justicia, está en la capital francesa por su cuenta y riesgo.
El curso de los acontecimientos explica alguna de las intervenciones pretéritas ante los medios de Jakob Ingebrigtsen, el rey de los 1.500 y los 5.000 metros, en las que restaba protagonismo a su padre, pese a la insistencia de los entrevistadores en la alabanza al técnico. "Él hacía atletismo y ciclismo de joven como afición; pero la clave del éxito ha sido la increíble competencia por ganar que teníamos entre los hermanos desde niños. Todo iba encaminado a la victoria", subrayaba en una entrevista a la Federación Europea de Atletismo en la antesala de los Juegos de los Tokio.
Sus entrenamientos desde pequeño siempre han sido a imagen y semejanza de sus hermanos (con los ajustes de volumen por la diferencia de edad). Un sistema basado en competir desde los cinco años. "Como a los de mi edad les ganaba muy fácil, me acostumbré a correr contra gente mucho mayor que yo y, al poco tiempo, les ganaba también", decía en aquella entrevista. Jakob, convencido de que con las sesiones adecuadas "hubiese podido ser ciclista, esquiador o cualquier otra disciplina que implique resistencia", siempre ha hecho piña con sus hermanos Filip y Henrik. Ahora, en su renacimiento después de sacar a la luz la historia de su padre "para estar en paz" (y de la que no quiere comentar mucho más), vuelve a refugiarse en sus dos referentes.
"Los tres somos responsables de nuestro propio entrenamiento, pero también hablamos mucho para alimentarnos entre todos. Creo firmemente que para ser el mejor debes tomar responsabilidades sobre tus acciones, en el día a día y en las competiciones. Si tienes un entrenador, te dirá 'tienes que hacer esto y aquello' y quizá no lo cuestiones en absoluto", comentaba también a la Federación Europea esta primavera sobre su nuevo yo. Un atleta que busca romper con su pasado y con cualquier tipo de relación jerárquica para ser el amo de su destino.
La estrella del atletismo mundial, padre desde finales de junio de una niña de nombre Filippa, ha encontrado la estabilidad tras más de dos décadas dedicadas a una causa: llegar a la cima. "No creo que, como atleta, sea posible hacer algo mejor de lo que yo he hecho desde que nací", confesaba a la federación continental. Las heridas abiertas tras sus derrotas en las finales mundiales de 1.500 [en 2022 en Eugene frente al inglés Jake Wightman y en 2023 ante Kerr] son un rasguño en comparación con la crisis familiar que sufrió durante mucho tiempo en silencio, de acuerdo con su testimonio.
En este ciclo convulso, Jakob también tuvo que sobreponerse a su primera lesión larga. La sufrió en el tendón de Aquiles, enemigo íntimo de los fondistas, y le privó de competir durante el último invierno. Pero el noruego regresó para firmar un doblete de oro (1.500 y 5.000 m) en el Europeo de Roma en junio y el estratosférico récord de Europa (3:26.73) en el 1.500 de la Diamond League de Mónaco. Una marca que le pone muy cerca de los míticos 3:26.00 logrados por el marroquí Hicham El Guerrouj en el Olímpico de Roma en 1998.
El hombre de las 21 medallas internacionales [entre Juegos, oro olímpico en Pekín en 1.500 m; Mundiales y Europeos, sumando aire libre, pista cubierta y cross] llega más fuerte que nunca, ayudado por su hermano Filip en los entrenamientos en París. Otra vez la importancia de sus lazos. No en vano, todo comenzó en el Europeo de Berlín en 2018, en una final de 1.500 m en la que los tres hermanos trabajaron en equipo para Filip, que defendía título y que "estaba previsto que cambiase de ritmo en la última vuelta". Jakob se puso a tirar para él, pero, para su sorpresa, nadie pudo seguirle. Había nacido una leyenda. La meta de Jakob no es París 2024, sino pasar a la eternidad a su manera. Lo refrenda un tatuaje en su pierna izquierda ('I make my own') y lo confirma él de palabra: "Mi gran objetivo es ser el mejor corredor de todos los tiempos".