TENIS

Una docuserie rescata al Nadal más inocente: "Queríamos alejarlo de Netflix, es un Rafa muy auténtico, sin coraza"

IB3, la televisión balear, estrena 'Els arxius d'en Rafel', cuatro capítulos con material inédito de sus primeros años en el circuito.

Rafael Nadal, en un fotograma de la serie que ha estrenado IB3. /IB3
Rafael Nadal, en un fotograma de la serie que ha estrenado IB3. IB3
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Año 1996, campo de fútbol de Manacor. Un niño con media melena, moreno, calienta con botas de tacos y un peto azul. Cuando se lo quita, aparece el dorsal número 2 y un nombre: Nadal. "Rafa, te están grabando, eh", le dice un compañero. "Muestra el Nadal, eh", señala el pequeño Rafa al cámara que enfoca. Cuando acaba el partido, se acerca junto a su padre al kiosko del campo y se compra una lata de Aquarius de naranja y una bolsa de kikos. "De las pequeñas", le aclara al tendero.

Con esa escena, tan cotidiana y tan normal, la de un niño jugando al fútbol un domingo cualquiera en un campo cualquiera, arranca el primero de los cuatro capítulos de Els Arxius d'en Rafel (Los archivos de Rafael), la docuserie sobre el campeón de 22 Grand Slam que ha estrenado IB3 y que bucea en el Nadal más naif y auténtico, el Nadal niño, el Nadal de los primeros años en el circuito. El Nadal que escuchaba canciones en un disc-man, que no sabía hablar inglés y que dejaba entrar a las cámaras durante horas hasta a su habitación de hotel.

Ib3 se fundó en 2005, justamente la temporada de la explosión de Nadal en el circuito. Y en aquellos primeros años, la televisión autonómica acompañó al tenista en muchísimos torneos y también en su día a día en Manacor. Todas esas imágenes y entrevistas -en un mallorquín tan cerrado que a veces necesita hasta subtítulos- se guardaron en el archivo de la cadena, que compró también a otras televisiones locales mucho material de antes de 2005.

Un Nadal sin escudo ni coraza

Albert Salas, director de IB3, y Marc Pons, director de deportes, se sentaron hace un año delante de todo ese metraje con un objetivo: ver, ordenar y contar una historia íntima y diferente sobre el mejor deportista español de todos los tiempos. Con el hándicap de que, por tema de derechos, no podían utilizar imágenes de competición.

"El seguimiento que me encontré de Nadal en sus primeros años es excepcional. Hay entrevistas en todos los lados, acceso a todos los lados y además es un Rafa muy, muy auténtico. Yo creo que a muchos se nos había olvidado cómo era Rafa hace 20 años", cuenta a Relevo Marc Pons, el director de la docuserie que estrenó su primer capítulo el 2 de febrero. Los próximos tres episodios se emitirán en los siguientes tres domingos.

"Rafa era un niño normal, igual que éramos todos, y hacía cosas que hace un niño normal. Ahora, en cambio, tenemos esa imagen suya como de casi presidente del gobierno, de persona con un discurso muy medido que parece casi más una institución y una marca en sí misma que la persona que en realidad es. Hoy vemos poco a la persona porque demandamos demasiado de él", continúa Marc Pons. "Ese escudo, esa coraza, antes no la tenía. Donde más se nota es el primer capítulo del documental".

Nadal, Netflix y el contrato de exclusividad

El primer episodio trata de la infancia del balear y acaba a finales de 2005, mientras que el segundo capítulo se centra en su pasión por la pesca y el fútbol y en las dos siguientes temporadas. Para el tercero queda su ascenso al número uno, mientras que el cuarto y último episodio se pone la lupa en su rivalidad con Novak Djokovic.

"A partir de 2012 y 2013, el acceso de la televisión empieza a ser menor y creo que el interés es menos. Por eso nos hemos centrado más en los primeros años. Además, yo prefiero que lo que vea la gente en su casa sea el material que a mí me gustaría ver, que son secuencias, discursos, acciones, conversaciones. No quiero ver una entrevista hablando de un tema y tapada con recursos, sino que lo que quiero es ver la realidad", explica Marc Pons.

"Me sorprendía y me frustraba porque en algún momento tendría que encontrar algo que me pusiera en un compromiso. Alguna palabrota, algún mal gesto... pero nada, no he encontrado nada"

Marc Pons Director de la docuserie

Cuando surgió la idea, desde IB3 se pusieron en contacto con el equipo de Nadal para ver si podían contar con la presencia del protagonista. Sin embargo, recibieron una negativa, aunque muy justificada. "Nosotros, como cualquier periodista, cuando uno cuenta una historia, lo que quiere es que se la cuenten en primera persona. Y lo hemos intentado. Lo que pasa es que Rafa está haciendo su documental para Netflix y tiene contrato de exclusividad. Eso hay que aceptarlo, hay que respetarlo y si sigues siendo valiente, tienes que reinventarte", responde el director. "Queríamos alejarlo de lo que va a hacer Netflix".

"Entonces lo que hicimos fue aprovechar todas las entrevistas que teníamos en el archivo. No te sé decir número, pero hay más de 100 entrevistas con él, entre largas y cortas, y al final es él quien va narrando la historia. Al final lo hemos conseguido, porque aunque el documental no tiene un guion perfecto con un principio y un final marcado, se ha conseguido el objetivo de exponer todo el archivo que hay en la casa y que el propio Rafa te vaya explicando cómo ha ido creciendo", añade.

Lo que más sorprendió a Marc Pons, que antes de IB3 trabajó en Movistar + y dirigió, entre otras producciones, 'El día menos pensado', fue no encontrar una sola imagen que dejara en mal lugar a Nadal. Y se explica.

"He visto muchos brutos y Rafa no queda mal en ningún momento, ni ves un mal comportamiento. Evidentemente, cuando hay una cámara delante, siempre te vas a intentar comportar bien, cualquiera lo haríamos. Pero en algún momento puede que te equivoques. Aquí no, aquí no hay fallo", indica el director. "Me sorprendía y me frustraba porque en algún momento tendría que encontrar algo que me pusiera en un compromiso. Alguna palabrota, algún mal gesto... pero nada, no he encontrado nada. Y mira que hemos visto horas y horas de material".