Ivan Rakitic se deja querer por el Sevilla... incluso en sus horas más bajas: "¿Volver? Ojalá, todos tienen mi teléfono"

No es momento para guerras en el Sevilla. Es algo que entienden todos los que de verdad sienten el escudo y dejan a un lado sus rencillas individuales para aportar al conjunto. E Ivan Rakitic, aunque observa toda esta situación límite desde la distancia, no iba a ser menos. El excapitán nervionense no se marchó con toda la gloria que esperaba, seguro. Se despidió en un antepalco bastante despoblado y con únicamente dos futbolistas de esa plantilla presentes: Jesús Navas y Marko Dmitrovic. Pero por ayudar al club de su vida, lo que sea.

Rakitic se marchó a mitad de la temporada, cuando una conversación con Quique Sánchez Flores le demostró que iba a tener que remar muchísimo para encontrar su sitio en un equipo que, como ahora -pero con mucho más talento-, tenía que salvar la temporada del infierno del descenso. Tras una -corta- aventura en Arabia Saudí, el croata decidió firmar por el Hajduk Split, donde ya acumula 35 partidos a sus 37 años. Pero regresar a Nervión es un sueño para él. "¿Volver? Ojalá, todos tienen mi teléfono. A mí igualmente no me quedan 10 años más de fútbol por delante, todos saben lo que yo quiero tanto al Sevilla Fútbol Club como a mi ciudad Sevilla", ha comentado en Radio Marca.

La situación del Sevilla no anima a venir. De hecho, en muchos casos los aleja. Pero Rakitic, como nervionense de adopción, lo tiene claro. Tanto que lo que parecía una simple respuesta, se convirtió en un clarísimo ofrecimiento público. "Da igual en qué posición podría ayudar, yo siempre estaría dispuesto a volver y estar ahí en lo que sea. Yo siempre estoy disponible para el Sevilla Fútbol Club. Ojalá algún día me llame el presidente, yo estoy preparado".

Es algo, a priori, bastante complicado. Rakitic se sitúa en un escalón salarial inalcanzable para un Sevilla que volverá a rebajar el gasto en verano... y que tiene que solucionar antes el lío con el descenso. Pero para esta recta final, el croata, en vez de buscar culpables, quiso unir. Unir a la afición, que hará un recibimiento por todo lo alto al equipo el domingo, con un equipo que deja más dudas que certezas. "Sinceramente sí que duele. Por encima de todo soy sevillista y mi corazón pertenece al Sevilla Fútbol Club. Yo quiero confiar, yo confío hasta el último momento en ese equipo. Confío en Caparrós, quiero darle todo mi fuerza y mi cariño desde desde aquí".

"Quiero confiar en el presidente, quiero confiar en el director deportivo y en los jugadores. Soy sevillista y quiero que el Sevilla gane siempre, en todos los partidos. Ojalá se pueda dar la vuelta, creo que cada punto ahora mismo es importante. No solamente los puntos, sino también la sensación que se llevan después de los partidos y ojalá puedan dar la vuelta. Hay un gran cambio, hay muchos chicos jóvenes. No es fácil porque son chicos de la casa y sienten esa presión", finalizó.

Un futbolista, Rakitic, que fue leyenda en el Sevilla y se marchó por una puerta demasiada pequeña. Pero quiere gloria y regresar para ayudar, lo mínimo que se necesita en situaciones así. Quién sabe si en un futuro volverá a recorrer la banda del Sánchez-Pizjuán... o los despachos. Pero el croata ya ha comenzado a dejarse querer.