Criminóloga, políglota y con un hermano en La Masia: así es la nueva 'Guerrera' del deporte español

"Tú tienes algo especial". La frase de uno de sus entrenadores en etapa formativa, Juan Luis López, todavía resuena en la cabeza de Danila So Delgado (Lisboa, 2001). Era la confirmación de que la niña que se mudó a Zaragoza con un mes de vida, por el trabajo de su padre Danilo, no se había confundido al renunciar al fútbol, deporte en el que destacaba y que eligió aparcar con 11 años para centrarse en el 40x20.

Las dudas le asaltaron desde el primer momento. "Empecé con ocho años en el Balonmano Colores por mis amigas del colegio, pero no me gustaba nada, no se me daba bien", reconoce la maña. Varios técnicos remaron para que confiase en su capacidad en la pista. El primero Miguel Mendo, el que la convenció cuando tuvo que tomar la decisión deportiva más importante de su vida.

El fútbol perdió a un talento natural, cuyo desarrollo físico no llegó hasta los 16 años. "Era una chica muy menudita", explica una jugadora que tuvo que afrontar grandes obstáculos desde que salió de tierras mañas con destino a Lleida para militar en la división de plata: "Sufrí una rotura del ligamento cruzado anterior y sólo pude disputar dos meses de temporada". Luego llegó la pandemia y su salto al Aula del Valladolid, donde se asentó en la máxima categoría a la par que continuaba una carrera de criminología que ha terminado curso por año.

Danila, ya en las filas del Elche, acudió a su ceremonia de graduación en mayo, la víspera de viajar a Málaga donde su equipo no pudo completar la fiesta con el cetro de la Liga Guerreras Iberdrola. "Se lo agradezco a mi entrenador, Joaquín Rocamora, por poner por delante a la persona que a la jugadora", comparte. Sus padres, naturales de Guinea-Bisáu, le han inculcado desde niña, al igual que a sus hermanos, que lo prioritario son los estudios. Ella, que habla español, portugués, inglés y perfecciona el francés, se lo ha tomado al pie de la letra: "En un año tengo previsto empezar la carrera de Derecho".

Sus hermanos pequeños siguen con el fútbol. El de 18 años, lo hace en el Montecarlo zaragozano. Sidney, el que cierra la saga, juega a sus 15 en el cadete del FC Barcelona. Ninguno pierde la humildad que les han transmitido sus padres. A Danila no le cambia el carácter ni su presencia en el equipo de las estrellas de la Liga como mejor lateral izquierdo, ni la llamada del seleccionador absoluto, ni sus seis goles frente a Rumanía en su segundo partido con las Guerreras. Todo lo contrario. "Entreno con hambre porque hay mucho que mejorar", apunta.

Con Ambros Martín, seleccionador patrio, tuvo buena sintonía desde el primer momento. "Soy una chica que se pone nerviosa en las citas importantes, él me ha transmitido calma y me ha dicho que si estoy ahí es porque nadie me ha regalado nada. Me ayuda mucho a bajar las pulsaciones", reconoce una lateral que juega "a muchas revoluciones", con un lanzamiento exterior letal.

El futuro lo marca un triple sueño: "Ganar un título con el Elche, ser una fija de las Guerreras y poder jugar algún día en un equipo de Champions". En el combinado nacional le hace especial ilusión coincidir con Shandy Barbosa. "Es la primera jugadora negra que vi con la Selección. Es increíble compartir vestuario con una persona a la que he visto tantas veces por la tele, con la que me he identificado tanto", subraya.

Todo hace indicar que Danila será uno de los nombres propios de la Selección en la cita mundialista de Noruega, Suecia y Dinamarca que se disputará entre el 29 de noviembre y el 17 de diciembre. La 'Superguerrera' está más preparada que nunca para ayudar a la Selección femenina de balonmano de España. Y Zaragoza tendrá la mejor embajadora posible en tierras escandinavas. "Siempre que puedo hablo del Pilar", concluye una mañica a la que pronto conocerán en medio mundo.