Los Magic consiguen olvidar a Shaquille O'Neal... 29 años después

Orlando consiguió su franquicia NBA en la expansión de 1989, debutando en la liga en noviembre de ese año. Han pasado nombres como Shaquille O'Neal, Tracy McGrady o Dwight Howard, jugado finales de la NBA y se han convertido en un habitual en playoff, con 16 presencias, casi todas en este siglo. Y lo que hicieron ayer fue histórico para la franquicia: ganar nueve partidos seguidos. Han igualado la mayor racha de triunfos del equipo, lograda tres veces previamente, en 1994, 2001 y 2010. Con Shaq, McGrady, Howard y ahora con un dúo para el futuro: Paolo Banchero y Franz Wagner. Se combinaron para 59 puntos, 22 rebotes y 15 asistencias ante Washington y mantienen al equipo segundo en el Este. Son uno de los dos equipos que nunca han ganado diez seguidos, con Indiana siendo el otro. El sueño es real. 

El alemán metió 31, la mejor marca de la temporada empatando los también 31 que le anotó a Washington hace apenas tres días, con además 8 asistencias y 7 rebotes en uno de los partidos más completos de su carrera NBA. Banchero aportó 28 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, además de un eficiente 12/14 desde el tiro libre para cerrar el triunfo en los minutos finales. Aunque otra vez, el factor diferencial de estos Magic fue el banquillo. Joe Ingles metió 14 puntos y Mo Wagner, hermano de Franz otros 18. De las 46 canastas que metieron, 35 llegaron vía asistencia de un compañero y tuvieron solo nueve pérdidas. Son ahora mismo el equipo más en racha de la liga y el mejor colectivo, con el añadido de que tanto Wagner como Banchero han dado el paso adelante las últimas semanas y piden una plaza en el All Star. 

Porque Franz llega tres partidos seguidos de 30 o más puntos, y Paolo está encontrando su versión más completa. "Si miras como juegan ambos, pueden manipular el partido porque son grandes, fuertes y saben jugar. Son un problema", decía Jamahl Mosley, entrenador de Orlando. 14-5 es también el sexto mejor arranque de los Magic. Cinco de las seis veces que inició el curso con 15-4 acabó jugando, como mínimo, semifinales de conferencia con los dos viajes a las finales de la NBA llegando tras un inicio similar. Buscarán conseguir la mejor racha ante Brooklyn, casualmente el último equipo que consiguió ganar a Orlando a mitad de noviembre.

Por los Wizards, Kyle Kuzma volvió a ser el máximo anotador con 27 puntos, pese a las seis pérdidas y acabar el partido expulsado por faltas, aunque el equipo sigue acumulando derrotas, 16 en 19 partidos. Y otra noche más, Jordan Poole se quedó por debajo de los 15 puntos y con un 3/12 en el tiro.

El que iba a ser el partido de la jornada, entre Boston y Philadelphia, la rivalidad más antigua de la NBA quedó empañado horas antes. Porque los Sixers se presentaron en Massachusetts sin Joel Embiid ni Tyrese Maxey, sus dos mejores jugadores. Le dieron pelea a los Celtics, con un Pat Beverley igualando su máxima de carrera (26 puntos) y ayudados por la expulsión de Jayson Tatum en el tercer cuarto, aunque apareció el verdugo habitual de Philly. Porque hay muy poca gente en la NBA a la que le guste jugar contra los Sixers más que a Al Horford, exjugador de Philadelphia. Horford acabó con 20 puntos, uno de los cuatro jugadores de Boston que superó la veintena y los Celtics siguen con el mejor récord de la NBA.

En Toronto, Julius Randle rozó el triple doble con 20 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias en el triunfo de los Knicks ante los Raptors. Un partido que intentaron romper en el primer cuarto y que tuvieron que remontar en el tercero, al llegar empatados al descanso. Jalen Brunson, Josh Hart y Donte DiVincenzo, los tres alumni de Villanova, se combinaron para 60 puntos. Scottie Barnes, con 29, la única nota positiva para unos Raptors que siguen en negativo. También fue relativamente asequible el triunfo de New Orleans ante unos Spurs que no tuvieron disponible a Victor Wembanyama por primera vez en toda la temporada. Ocho jugadores de San Antonio estuvieron en dobles figuras, aunque ninguno pudo frenar a Jonas Valanciunas, autor de 24 puntos con 12 rebotes. Fue, además, la vuelta de Trey Murphy III a las pistas.

En Dallas, los Mavericks se presentaron sin Luka Dončić, ausente por el nacimiento de su hija y Memphis dio la gran sorpresa de la mano de un Desmond Bane desatado, con 30 puntos. El español Santi Aldama fue clave desde el banco con 17 puntos, 12 rebotes y 3 asistencias. Kyrie Irving, sin el esloveno, pudo meter solo 10 puntos (3/15 tiros). Los Mavericks, que empezaron el año 4-0 y 6-1, están en récord negativo en los últimos 11 partidos (5-6).

La noche la cerraron Denver y Suns en Phoenix. Todavía sin Bradley Beal y Devin Booker, los Suns sobrevivieron a costa de Kevin Durant, que se convirtió en el décimo máximo anotador de la historia, y un Jusuf Nurkic que le plantó cara al mejor jugador del mundo. Durant metió 30, Nurk 31 y no fue suficiente. En la versión más humana de Nikola Jokić, con solo 21 puntos, 16 rebotes y un 50% de tiro, y con las ausencias de Jamal Murray y Aaron Gordon, aparecieron Reggie Jackson (20), Michael Porter Jr (19 con 10 rebotes) y Justin Holiday y Caldwell-Pope (15 cada uno). Phoenix pasa de siete victorias seguidas a dos derrotas, y los Nuggets vuelven a la segunda posición con un 70% de triunfos.