La defensa de Orlando Magic revoluciona la conferencia Este
Con una identidad clara y dos talentos como Paolo Banchero y Franz Wagner, los Magic son la gran sorpresa en la conferencia Este.
Oklahoma está sorprendiendo a la NBA siendo el segundo mejor equipo del Oeste liderados por Shai Gilgeous-Alexander y el novato Chet Holmgren. Los Pacers han revolucionado la liga con un ataque nunca visto, anotando 123.6 puntos por 100 posesiones de la mano de Tyrese Haliburton. Y mientras todo el planeta NBA habla de las dos grandes sorpresas de la liga, al sureste del país hay una franquicia que está revolucionando la liga. Y lo que están haciendo los Orlando Magic está pasando desapercibido.
Tras ganar a Denver el miércoles, con Nikola Jokić disponible y solo la baja de Jamal Murray, dos días más tarde los Magic destrozaban a Boston. A los Nuggets les metieron 42 puntos en el último cuarto; a los Celtics los dejaron en 40 en la segunda parte. En apenas 72 horas le ganaban al campeón y al mejor récord de la NBA, dejando de cara el grupo C del In-Season Tournament y mandando un mensaje. Son, empatados con Phoenix Suns, el equipo con la mejor racha en activo con siete triunfos seguidos, segundos en el Este empatados con Milwaukee. Son mucho más que una sorpresa, son una realidad. Y todo, desde una identidad defensiva que ha cambiado la cultura de la franquicia.
Son, tras 17 partidos, la tercera mejor defensa de la NBA con 107 puntos por 100 posesiones, a solo 0.2 de Houston y Minnesota, las dos primeras. Tienen el tercer mejor diferencial de la conferencia, +5.6 y ya le han ganado a la mayoría de favoritos, con un récord de 7-3 ante equipos por encima del 50% de victorias. Además de Boston y Denver, franquicias como Milwaukee (a quien dejaron en 97 puntos), Lakers o equipos que van a pelear por el playoff como Indiana, Houston o Toronto. Dos de las derrotas llegaron todavía en octubre, y es que el 10-3 en noviembre es el segundo mejor récord de la NBA, solo por detrás de los Wolves. El curso pasado, con una plantilla similar, fueron el 18 mejor ataque. Y uno de los nombres clave para entender el cambio es Jalen Suggs.
El guard, salido de Gonzaga, ha llegado a su tercera temporada convertido en la referencia defensiva de estos Magic. El equipo está todavía construyendo su identidad defensiva, pero Suggs se ha erigido como la cara visible del proyecto en ese lado de la pista, con casi dos robos por partido, uno de los líderes de la NBA. Su impacto va más allá de los números, siendo el encargado de poner la energía e intensidad que el resto solo tienen que seguir. "Siempre he jugado así", decía el martes tras ganar a Toronto, donde se encargó de defender por momentos a Pascal Siakam. "No entiendo otra manera de jugar al baloncesto, y ver que los chicos se contagian de mi energía me hace querer seguir adelante". Y si en un lado es Suggs, en el otro es el colectivo.
Porque ataque tienen dos armas diferenciales pero al mismo tiempo la capacidad de producir la ofensiva más coral de la liga. Es cierto que Paolo Banchero y Franz Wagner han dado ese paso adelante que se esperaba en verano, candidatos ambos a ser All Star este año por primera vez en su carrera, pero ninguno de los dos llega a los 20 puntos. El italoamericano lidera a su equipo con 19.6 y el campeón del mundo le sigue muy cerca con 18.9. Tras ellos, Cole Anthony, Mo Wagner, hermano de Franz, el propio Suggs y Markelle Fultz superan la decena, con Wendell Carter Jr en 9.4 en los cinco partidos que jugó antes de la lesión. Porque todo esto lo han conseguido sin su pívot titular. El crecimiento de un año al otro es clave.
"Estamos aprendiendo a ganar" decía Jamahl Mosley, entrenador de la franquicia. Algo prácticamente innato para Banchero y Wagner. Casualmente, ellos dos fueron los héroes en el doble partido ante Chicago. Paolo Banchero anotaba un game winner a falta de un segundo para darle triunfo a Orlando el día 15 de noviembre tras dejar escapar una ventaja de 19 puntos en el segundo cuarto; tres días más tarde era Wagner quien a falta de 20 segundos anotaba el tiro ganador tras otra vez haberse dejado remontar 20 tantos. A la tercera noche, destrozaron por completo a la mejor ofensiva de la NBA, Indiana, dejando a los Pacers en unos tristes 116 puntos (38 llegaron con el partido ya decidido). Y son un equipo que dará que hablar en el Este.
Porque se esperaba que Boston, Milwaukee, Philadelphia y Miami se jugaran las cuatro primeras posiciones del Este, y tanto Cleveland como New York salían como favoritos para las últimas dos plazas directas a playoff, pero quizás Orlando tiene algo que decir. Porque tras más de un mes de competición son segundos, tienen la mejor defensa de la conferencia y un equipo joven que todavía está aprendiendo a ganar. Cuando sepan, pueden ser imparables.