Andy Roddick le da un extraño consejo a Carlos Alcaraz tras pasar 24 horas a su lado: "Tiene que ser más egoísta"
El exnúmero uno hizo de anfitrión de Alcaraz en Charlotte, donde el murciano jugó hace unos días una exhibición. "Tiene aprender a decir que no".
Antes de empezar la pretemporada, Carlos Alcaraz disputó la semana pasada dos exhibiciones en Estados Unidos, una en el Madison Square Garden de Nueva York y otra en Charlotte, donde vive actualmente Andy Roddick. El último número uno del tenis americano hizo de anfitrión y pudo acompañar a Alcaraz durante el día y medio que estuvo en la ciudad. Se quedó totalmente alucinado con su carácter y personalidad. Tanto, que Roddick cree que Carlitos puede tener algún problema en el futuro si no se vuelve más egoísta.
El extenista estadounidense, que se retiró en 2012 a los 30 años, pasó junto a Alcaraz buena parte del tiempo que el murciano estuvo en Charlotte antes de la exhibición ante Frances Tiafoe. "Carlos era como don perfecto con todo el mundo. La exhibición no era un evento prioritario para él... Obviamente, le están pagando, no hay duda al respecto, pero no actúa como alguien que esté ahí por el dinero, sino como alguien que intenta agregar valor. Y si le pagan, es porque ahora mismo es la apuesta más segura que hay en el tenis. Además, en una exhibición puede mostrar todo su repertorio", ha señalado Roddick en el último capítulo del podcast Served.
El campeón del US Open 2003 -ganó en la final a Juan Carlos Ferrero, actual entrenador de Alcaraz- estuvo viendo el partido de Alcaraz en la primera fila del estadio, algo que nunca había hecho. "Le había visto en el US Open, pero ahí estás arriba en los palcos y no lo aprecias tanto. Su talento es el siguiente nivel, y lo hace todo con esa sonrisa pícara en la cara, está en todas las bromas, sabe cuándo meter a la gente en el partido...", ha indicado Roddick. "Yo estaba en primera fila y pensaba en los tiros que estaba pegando, a la velocidad a la que movía la raqueta... ¡Santo cielo la velocidad que puede meterle!"
Pero más allá del tenis de Alcaraz, lo que más ha impactado estos días a Roddick ha sido su carácter fuera de la pista. El hacerlo todo con una sonrisa en la cara. El no decir no a nada.
"Carlos jugó el miércoles por la noche en el Madison Square Garden, llegó el jueves a Charlotte y tiene una entrevista en un programa de televisión. A la mañana siguiente hace prensa a las 9 de la mañana, atiende a todos los medios disponibles, después se separa para hacer entrevistas individuales.... Después fui a verle dar unas pelotas de golf (en un simulador) un rato, como durante una hora. Su swing es demasiado bueno", ha continuado Roddick sobre todos los compromisos que tenía el pupilo de Ferrero.
"Creo que Carlos es plenamente consciente de lo que es ahora. Es una de las mayores estrellas deportivas mundiales que tenemos. Ahora mismo es la celebridad de las celebridades allá donde va. Creo que la gente tiene ganas de verlo. Y él está todavía en un punto en el que no quiere decepcionar a nadie. Y esa es una situación difícil. Realmente lo es. Va a tener que aprender a decir que no".
Roddick cree que Alcaraz ha mamado esa elegancia y esa educación de lo que vio desde pequeño con Roger Federer y Rafael Nadal, dos tenistas que tuvieron un trato exquisito con todo el mundo durante prácticamente toda su carrera.
"Sólo hay tres personas -se refiera a Nadal, Federer y Djokovic- que hayan experimentado este nivel de estrellato. Carlos se está dando cuenta muy rápidamente de lo que es, de lo que la gente necesita de él. Y francamente, hay mucha, mucha responsabilidad", ha añadido Roddick. "Hay un magnetismo en él que creo que a todos les gusta. No es frecuente ver este nivel de estrellato. Y probablemente estuviera exhausto y quisiera volver a casa, pero vi 75 interacciones diferentes que tuvo en el transcurso de un día y medio y en ninguna de ellas dijo que no".
Como bien dice Roddick, en la agenda de Alcaraz no hay mucho hueco libre. Y en su equipo llevan mucho tiempo pensando en ese balance entre torneos y compromisos y también en la manera de aligerar las cargas durante todo el año. Una de las decisiones en ese sentido ha sido abandonar la gira sudamericana de tierra batida de febrero y jugar Rotterdam.
"Estoy seguro de que el director de turno que lo ha tenido durante un par de años está decepcionado, pero habrá momentos de decepción. Tiene que ser un poco más egoísta. No creo que pueda ser todo para todos y a la vez".