El hartazgo del último campeón estadounidense: "Odio que les pregunten todo el tiempo, no lo disfruto"
El exnúmero uno, campeón del US Open 2003, desea que Fritz o Tiafoe conquisten el domingo el título en Nueva York para que le dejen de preguntar siempre por lo mismo.
Estados Unidos lleva esperando desde el 7 de septiembre de 2003 para poder ver a un tenista suyo levantar un título de Grand Slam. Aquel domingo, Andy Roddick derrotó en el estadio Arthur Ashe al español Juan Carlos Ferrero por 6-3, 7-6 y 6-3 y conquistó el US Open. Por aquel entonces nadie se podía imaginar que la espera posterior iba a ser tan, tan larga.
Son ya 21 años de sequía para el tenis masculino estadounidense, un agujero que podría cerrarse por fin este domingo. Taylor Fritz y Frances Tiafoe se enfrentarán este viernes en semifinales, por lo que ya es seguro que un americano disputará el partido por el título. Por el otro lado del cuadro están el italiano Jannik Sinner, el gran favorito tras las eliminaciones de Novak Djokovic y Carlos Alcaraz, y el británico Jack Draper.
Sea Fritz o Tiafoe, lo que es seguro es que el tenis estadounidense tendrá a uno de los suyos en la final del US Open por primera vez desde 2006. En aquel año el protagonista también fue Roddick, que cedió ante Roger Federer. Retirado en 2012, el americano está harto de que le pregunten siempre por lo mismo: que qué se siente al ser el último en ganar un Grand Slam, que cuándo acabará la espera...
"Había jugadores estadounidenses mucho más destacados que yo, pero resulta que yo fui el último. Así que voy a ser la respuesta a esa pregunta dañina hasta que deje de serlo", ha señalado Roddick en una entrevista publicada este miércoles por New York Magazine.
El exnúmero uno de la ATP confía en que la espera llegue a su fin este domingo para que las futuras generaciones se liberen de esa presión. Porque al final no es sólo Roddick el que responde a esas preguntas de forma constante, sino también los jugadores: los Fritz, Tiafoe, Korda, Shelton, Paul y compañía.
"Odio que les pregunten todo el tiempo. No lo disfruto. Estaré feliz cuando ya no sea el último estadounidense en ganar un grande", ha indicado Roddick en la misma entrevista. "Cuando me preguntan al respecto, siento escalofríos. No creo que ellos tengan que responder por el hecho de que yo u otros tenistas no ganáramos más títulos en los últimos veinte años", ha añadido Roddick, que tras aquel triunfo perdió cuatro finales de Grand Slam, las de Wimbledon 2004, 2005 y 2009 y la del US Open 2006, todas ante Federer.
"Realmente no entiendo que haya que preguntarle a Ben Shelton cuándo se romperá la sequía, cuando él lleva en el circuito apenas dos años. Le estás pidiendo que responda por fantasmas de carreras pasadas. Pero es lo que es. Se romperá en algún momento. No sé cómo estos muchachos serían capaces de predecir cuándo", ha continuado Roddick. "Espero que lo crean y espero que lo hagan. Estaré allí alentándolos y seré una de las personas más felices del estadio cuando eso suceda".
Un capote a Alcaraz: “Es difícil ser tan bueno tan a menudo”
El bombardero de Nebraska, uno de los mejores sacadores de todos los tiempos, también ha sido preguntado en la entrevista por el presente de Carlos Alcaraz. El español ha copado muchos titulares por su temprana eliminación en el US Open (tercera ronda), pero Roddick ha querido restar importancia a lo ocurrido en Nueva York.
"Es difícil ser tan bueno tan a menudo. Creo que subestimamos cómo han sido los últimos dos años de su vida. Siempre pienso que cuando uno se preocupa por un momento de tres horas, es mejor alejarse. Estoy bastante seguro de que hace dos años, habría firmado haber ganado cuatro Grand Slams en los dos años siguientes: dos Wimbledon, Roland Garros y el US Open", ha dicho el extenista de 42 años.
"Obviamente, es una derrota impactante, pero también se ven cosas raras durante los veranos olímpicos, cuando pasas de la hierba a la arcilla y luego a la pista dura. Se fue a descansar en barco durante tres días después de los Juegos Olímpicos y pensó que eso era para recargar las pilas", ha añadido. "Es ciertamente comprensible que mentalmente tal vez no estuviera en su mejor momento".