El doble filo de la seguridad apartó a Carlos Sainz y ahora apaga el Dakar antes de tiempo: "La FIA no ha querido tomar riesgos"
La Federación acapara protagonismo eliminando a Carlos Sainz, Sebastien Loeb y Laia Sanz por el mismo motivo. La prueba ha quedado descafeinada en pocos días.
Hail (Arabia Saudí).- La carrera más dura del mundo. Es como se conoce popularmente al Rally Dakar desde su primera edición en 1978. La prueba es, simplemente, una cita diferente al resto de competiciones de motor y siempre deja imágenes brutales y crueles. África y Sudamérica forjaron la dureza de su leyenda con temperaturas extremas, paisajes exóticos llenos de tribus desconocidas y accidentes mortales, en algunos casos.
Carles Falcón, sin ir más lejos, falleció en la pasada edición a los 45 años tras un fatídico golpe con su moto. La piloto Laia Sanz, que acumula quince participaciones, recordó hace unos días que "nunca hay que perderle el respeto". El caso es que la seguridad siempre ha sido un tema de conversación habitual en el Dakar y, en la presente edición, no está siendo una excepción. Lo ideal es que los pilotos sean los protagonistas pero los focos llevan apuntando a los jueces, la Federación Internacional, desde el primer día.
Precisamente, desde el momento en el que la propia Laia Sanz destrozó su Century en medio del desierto. Dos milímetros la privaron de seguir en la prueba porque la FIA descubrió que el arco de seguridad del coche de la catalana estaba deformado tras el accidente. La norma, pensando en la seguridad y el artículo 283-1 no admite mucho debate: descalificación inmediata porque su T1 no era apto para seguir corriendo.
Sanz, a las primeras de cambio, tuvo que hacer las maletas y rompió su récord de haber terminado los catorce Dakares disputados. Eso sí, se marchó abriendo una veda: "Los ingenieros decían que no hubiese pasado nada, pero también se entiende que al final, la gente de la FIA no quiera tomar esa responsabilidad, si hubiese pasado algo más adelante, pues al final es un marrón. Ojalá nos hubiesen dejado salir, aunque solo hubiésemos podido luchar por etapas, es una putada...".
Carlos Sainz, 24 horas después, y Sebastien Loeb, 48 horas más tarde, vivieron una situación idéntica y corrieron el mismo destino amargo. El español atacó una duna cortada y cayó de morro, afectando también al famoso arco de seguridad. En este caso, se desconocen los milímetros de deformación aunque el resultado fue el mismo que con la catalana: fuera del Dakar. El madrileño también mencionó a la Federación en su despedida: "No quiero hacerles ninguna crítica, sino un debate que se pueda abrir".
"Cuando hemos llegado aquí han inspeccionado un poco más el coche, y han visto que una de las barras antivuelco estaba muy, muy ligeramente dañada. El equipo ha dicho que era muy sencillo de reparar, pero la FIA no ha querido tomar ningún riesgo, y en ese sentido, quizá esta carrera, sobre todo teniendo la garantía de alguien como Ford, quizá haya que ser un poco más flexible...".
Sainz no criticó a la Federación ni al Dakar pero tampoco se calló. "Yo respeto 100% a la FIA y a sus decisiones, lo que digo es que hay que encontrar un equilibrio, porque a mí, por supuesto, si el equipo cree que no puede repararlo con garantías, no me va a mandar a hacer ningún tramo, pero al final, ayer vieron el coche, apenas se ve que está doblado, me han dejado correr hoy, y si he venido compitiendo hoy, no sé, no quiero hacer ninguna crítica, sino un debate que se pueda abrir. No se puede modificar lo que el reglamento dice".
La prueba quedó tocada tras perder a su campeón en el tercer día. Al cuarto, la situación empeoró con la salida de Sebastien Loeb, al que le ocurrió lo mismo con la barra antivuelco. El francés volcó en la etapa tres y la FIA fue con premura al campamento de Dacia para revisar el T1. De noche, anunciaron su descalificación y el equipo apeló porque considera que "la deformación de la pieza no interfiere en la seguridad del coche", explicaron en su comunicado.
Live 🚁
— Ibrahim Al-Zubaidi 🇸🇦 (@IbrahimAlZubadi) January 7, 2025
فيديو لحظة إنقلاب الفرنسي سيباستيان لوب @SebastienLoeb سائق داسيا @DaciaSandriders عند الكيلو 12 من المرحلة الثالثة لـ #رالي_داكار 2025
• لوب واصل وتوقف عند الكيلو 63 في إنتظار كريستينا
🎥: @KSAF_SAMF #داكار2025 #Dakar2025 #DakarInSaudi pic.twitter.com/9MSlxtzBvb
Parece que tener un accidente este año está siendo sinónimo de eliminación, que no hay término medio. O sigues compitiendo o te vas a casa. Con la mala fortuna de que tres iconos de la carrera han caído por lo mismo en tres díasseguidos y ya solo quedan Al Rajhi y Al-Attiyah como favoritos peleando: el Dakar ha quedado descafeinado tras tres etapas. La seguridad es la seguridad y las decisiones de la Federación Internacional de Automovilismo admiten poca discusión. Pensando en los pilotos, si entienden que la barra de seguridad puede ponerles en peligro en vistas de otro posible accidente, no saldrán a pista de nuevo.
Su argumento y sus decisiones se oponen a la dureza intrínseca del Dakar. ¿No era la carrera más dura del mundo? Es la pregunta que circula en el vivac, con un ojo en las páginas del reglamento que han apagado la prueba y otro en cómo tres pilotos han hecho las maletas tan rápido. Los propios competidores lamentan haber caído por detalles imperceptibles que se escapan a su control e invitan a abrir la mano a partir de ahora. Quieren cambios.
Sainz, una voz autorizada, no aclaró a qué se refería con aquello de "un debate que se pueda abrir". Cambiar el reglamento, dejando reparar a los equipos piezas dañadas cuando ya ha empezado la competición, sería una posible solución. Ahora mismo, el reglamento de la FIA no contempla esta posibilidad y las marcas están atadas de pies y manos en este sentido. Cualquier cambio que se haga, tiene que seguir teniendo como prioridad la seguridad de los pilotos.