Giuliano Simeone ya está de vuelta y quiere reaparecer en enero

Giuliano Simeone (20 años) vive días felices después de cuatro meses en el túnel. El delantero del Alavés ha completado este jueves su primer entrenamiento con el grupo después de su grave lesión, la que sufrió a causa de una dura entrada de José Matos en un partido de pretemporada ante el Burgos. El lateral, que después rompió su silencio en Relevo ("no soy un asesino, no he matado a nadie"), le provocó una fractura de peroné y una luxación de tobillo que le han tenido en fuera de juego desde el pasado 6 de agosto.

El percance fue de menor gravedad de lo que se temió en un primer momento, cuando Giuliano tuvo que ser retirado en ambulancia del campo de Briviesca, y el delantero lleva semanas realizando trabajo en solitario sobre el campo. Este jueves ha sido la fecha escogida para su reingreso con el equipo, que le recibió con una gran ovación y las sonrisas cómplices de sus mejores amigos en el vestuario (Antonio Blanco, Álex Sola o Samu Omorodion). A pesar de que el Cholito se ejercitó a gran intensidad, su regreso a la competición todavía tendrá que esperar algún tiempo más.

En concreto, existen muy pocas opciones de que entre en la convocatoria para alguno de los dos encuentros que restan hasta final de año (contra el Girona, el próximo lunes, y el Real Madrid, el jueves) y se señalan en rojo los choques ante Real Sociedad (2 de enero) y Betis (6, en Copa) como posibles fechas de reaparición.

La lesión llegó en el peor momento posible para el ariete, que descontaba las hojas del calendario para estrenarse en Primera División. Sus goles con el Real Zaragoza en Segunda, la temporada pasada, motivaron el interés de media docena de conjuntos de la máxima categoría. Los babazorros y Luis García Plaza le aseguraban un rol importante desde el inicio... y el contratiempo con Matos le alejó del sueño.

Ahora, Giuliano deberá competir con Omorodion y Kike García por hacerse con un puesto en el once, toda vez que Karrikaburu no disfruta de la confianza del entrenador y no se descarta su salida en este mercado invernal. La situación del Alavés, en mitad de tabla y con cierta renta (seis puntos) sobre el descenso, invita a darle entrada poco a poco y sin forzar los plazos.

En cualquier caso, el argentino ya avista el final de un proceso de recuperación largo y en el que se ha cumplido el guion previsto desde que el doctor Mikel Sánchez (médico de confianza de Modric o Rafa Nadal) le reconstruyese los ligamentos el 7 de agosto. Su obsesión por el fútbol y el apoyo de su familia, con su padre a la cabeza, le han hecho más amena la espera.