BETIS 1- GIRONA 1

Un Girona en rodaje descubre a su nuevo Savinho... y también a Misehouy

El conjunto de Míchel obtuvo un punto en su primer partido de LaLiga.

Celebración del Girona tras el tanto de Misehouy. EFE
Marc Mosull

Marc Mosull

Arrancó la temporada más ilusionante del Girona, la de su debut en Europa, nada menos que en la Champions League. Y lo hizo con el pie izquierdo, con un brote de salmonesis y encajando un tanto a los cinco minutos, de estrategia. La puso Fekir, desde la esquina y con maestría, y Marc Bartra, anticipándose a Daley Blind y a Abel Ruiz, anotó de cabeza un gol que, en televisión, se escuchó antes de verse. La retransmisión, como el equipo de Míchel, todavía está en rodaje. Pero Almena y Misehouy se vistieron de Savinho y Dovbyk para arreglarlo y graduarse en un escenario de campanillas como el Villamarín.

Poco antes del emotivo tanto de Bartra, que lo celebró con efusividad porque no jugaba desde octubre, Bryan Gil filtró un pase delicioso al exdelantero del Braga, que disparó contra el palo. El árbitro había levantado el banderín, pero la acción, invalidada, dejó a las claras que los dos debutantes van a mezclar bien en este Girona, con la misma propuesta valiente y atractiva que el curso pasado, pero sin los automatismos necesarios para despuntar como lo hacía antaño.

Al renovado equipo de Míchel le faltan horas de vuelo. Y también la mitad de los titulares que le hicieron tocar el cielo: Eric García, Yan Couto, Aleix García, Savinhoy Dovbyk, el Pichichi del pasado campeonato. Con todo, y pese al tempranero gol de Bartra, dominó, en términos de posesión, a un Betis, poco acostumbrado a ser domado, pero que interpretó de maravilla el papel de verdugo. Agazapado, sin la pelota, y esperando la oportunidad para robar y correr.

Y así fue como Ruibal, que jugó de nueve, casi mete el 2-0. Se lo negó Gazzaniga tras un desentendimiento entre Arnau Martínez y Oriol Romeu, que confirmó que este Girona todavía no está engrasado. Al centrocampista de Ulldecona, otrora patrón de la medular gerundense, se le notó faltado de minutos, pero pinta que volverá a ser importante como ya lo fue hace dos cursos.

El Míchel más auténtico

Mientras tanto, se desgañitaba Míchel desde su área técnica, viendo como sus pupilos no ejecutaban el plan como él lo había previsto. Y el madrileño volvió a sorprender con una de sus charlas para la posteridad, las de un tipo auténtico y transparente que transmite como nadie. Y que lo hace del mismo modo en el Villamarín del que lo haría en la esquina de la calle monte Oiz de Vallecas. Y por eso sus jugadores le creen y van a muerte con él.

Y seguramente, también por sus indicaciones en el descanso, sus pupilos salieron de la caseta como miuras, dispuestos a someter al Betis más reactivo, un trabajo de cirujano, pues cada imprecisión de los visitantes era castigada con severidad por Fekir, Fornals y Juanmi. También Rodri, que entró en el 59' y, cinco minutos después, tuvo el 2-0 tras una contra que él mismo lideró. El argentino Gazzaniga evitó el tanto y se reivindicó a escasas horas de que el Girona fiche otro portero para que le discuta la titularidad.

Antes, el Girona se estrelló contra el palo, tras una gran asistencia de Yangel Herrera, circunstancialmente ocupando el costado de un omnipresente Bryan Gil que, acercándose al medio, generó un espacio para que el venezolano apareciera y se la diese al nueve. Pero claro, Abel Ruiz no es Dovbyk y esa pegó en la madera. Tampoco lo es Gabriel Misehouy, pero lo pareció en la acción del 1-1.

La recibió en el costado Iker Almena, la sensación de la pretemporada en Girona, que, reencarnándose en Savinho, desbordó a su par con suma facilidad, dejando literalmente clavado a Perraud. Y se la regaló al joven neerlandés, que a los dos minutos de debutar en LaLiga, marcó su primer gol. Respondió el Chimy Ávila con una volea de espaldas que golpeó en la cruceta en los minutos más alocados de un encuentro que, de principio a fin, fue de lo más entretenido, una oda a la improvisación y al fútbol callejero en la cual el Girona encontró oro en la figura de Misehouy y de Almena.

Al final 1-1, pero terminó el partido descosido, con ambos conjuntos creyéndose con posibilidades de ganar y verticalizando su juego hasta límites hasta el momento insospechados, lo cual provocó que, primero, Stuani, y después, Altimira, rozarán el tanto. También Misehouy, que opositó claramente a revelación de la jornada con unos veinte minutos frenéticos de un futbolista que nunca llegó a debutar con el primer equipo del Ajax y que llegó a costa cero al Girona, otro milagro del arquitecto Quique Cárcel.

Ficha técnica

Betis: Rui Silva; Sabaly, Bartra, Llorente, Perraud; Marc Roca (Johnny Cardoso, m.77), William Carvalho (Altimira, m.77); Aitor Ruibal (Chimy Ávila, m.70), Fekir, Fornals (Rodri, m.59); y Juanmi (Abde, m.59).

Girona: Gazzaniga; Arnau, David López, Blind, Miguel; Romeu (Jhon Solis, m.66), Yangel Herrera (Misehouy, m.70); Iván Martín, Portu (Almena, m.66), Bryan Gil (Stuani, m.81); y Abel Ruiz (Krejci, m.81).

Goles: 1-0, M.06: Bartra. 1-1, M.72: Misehouy.

Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a los locales Perraud (m.83) y Aitor Ruibal (m.87) -en el banquillo-.

Incidencias: Partido de la primera jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Benito Villamarín ante 54.084 espectadores. Antes el Betis entregó un obsequio a los jugadores Assane Diao y Jesús Rodríguez, campeones de Europa sub-19; y al marroquí Ez Abde, medalla de bronce en París 2024. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exvicepresidente del club Miguel Espina y también por todos los aficionados béticos fallecidos en la anterior temporada.