Así ordena Míchel al Girona en la pausa de hidratación: "La primera jugada del partido vais y os hundís los dos, tío"

Vuelve el fútbol y, como es verano, también vuelven las pausas de hidratación. Desde la pasada temporada eso significa también que los aficionados tienen una ventana a los secretos de los entrenadores, pues las cámaras tienen permiso para grabar muchos de los corrillos y con ellos aprender qué cosas dicen los técnicos en esos breves momentos para cambiar la dinámica de un partido. Y eso es lo que se vio por parte de Míchel en el Betis-Girona.

Michel hizo el año pasado una campaña sensacional con el Girona y esta temporada dirigirá a su equipo en la Champions League. Cuando las cámaras le enfocan en el corrillo se entienden los motivos de su éxito y por qué se habla de él como futurible para los banquillos más prestigiosos.

"Espérate al segundo palo ¡Si ellos van a plantar la línea! ¿Y quién se queda al pie? ¿No deis el pase al primer desmarque? Al segundo. Al segundo desmarque, Abel", arrancaba la interlocución con sus futbolistas.

Míchel mueve los brazos, habla rápido pero sin levantar el tono. "El que vaya adentro, que aguante el lado contrario. Miguel [Gutiérrez] hay que aguantar del lado contrario. Brian, igual. Hemos tenido dos pases para Brian. Vemos la situación desde dentro, Iván".

Ahí empieza una instrucción para Iván Martín, que forma parte de la sala de máquinas del Girona. "Has metido el pase ahí y es a la espalda ¿vale?" En ese momento el Girona pierde contra el Betis, hay que mejorar.

"Y no os hundáis antes de tiempo. La primera jugada del partido vais y os hundís los dos, tío. Vamos a apretarnos bien. Si es William Carvallo el que va fuera, habla con él, intercambiáis posición. Pero entonces tienes que saltar", añade el técnico.

Ahí se abre una pequeña discusión en la que uno de sus jugadores le pregunta ¿quién salta con ese? "Si se mete a la derecha Uri, tiene que saltar. Uri, si se mete a la derecha tienes que saltar tú. Pero tú te quedas vacío", zanja el madrileño.

El verano y el calor ayudan también al aficionado a entender mejor el prestigio de algunos entrenadores.